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(Juan José Acedo) Con una trayectoria artística de más de 4 décadas, este dúo argentino ha editado veinticuatro discos por los que han recibido 100 discos entre oro, platino y diamante, convirtiéndose en uno de los dúos más importantes de Latinoamérica y el mundo. Según diversas fuentes, se estima que han vendido más de 30 millones de discos en todo el mundo y han participado en los más lujosos escenarios como el Madison Square Garden, de Nueva York, entre otros muchos.
En estas doce ediciones que se lleva celebrando el festival Starlite, nunca habían actuado aquí, así que justo ahora era el momento ideal para su estreno, ya que celebran sus 40 años de trayectoria musical.
Mucha gente pensaba que Lucía y Joaquín, por el tono de discusión con el que se emplean en muchas de sus canciones, eran pareja, pero no, son hermanos. Destacaron por componer e interpretar de una manera muy distinta a lo que se venía haciendo hasta entonces, mezclando el teatro con la canción; acompañados de un lenguaje dialogado, directo y cotidiano.
El numeroso público congregado en las gradas del auditorio de la cantera pudo disfrutar de una gran puesta en escena, un acompañamiento musical de lujo y de una interacción de los hermanos con el público. No pararon de hablar en todo el concierto y en las pantallas gigantes se proyectaban mensajes de felicitación de artistas de diversa índole como Gloria y Emilio Estefan, José Mercé, Santiago Segura, José Mota o Julio Iglesias.
Sonaron sus grandes éxitos, como son “Olvídame y pega la vuelta”, “A esa”, “Buena onda”, “El amor no se puede olvidar” o “Una estúpida más”.
En definitiva, una estupenda noche de finales de agosto, en donde ya empieza a refrescar un poco, pero que Pimpinela se encargó de calentar con su show.