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La soledad es un problema social y sanitario que afecta cada vez a más personas en Europa y en todo el mundo. En especial, nuestro país es de uno de los más afectados en todo el planeta. España ocupa el 4 puesto de países con mayor esperanza de vida por detrás de Japón, Suiza y Singapur.
Según datos de la OMS u Organización Mundial de la Salud la esperanza de vida España es de 83,6 años siendo de 86 para las mujeres y de casi de 81 para los hombres. Este aumento de la calidad y esperanza de vida tiene muchos puntos positivos, pero otros negativos.
La soledad es uno de ellos, y es que es normal que el envejecimiento de la población pueda acentuar situaciones de soledad, sobre todo, en gente mayor.
A continuación, analizaremos la relación entre la soledad y la salud mental en la tercera edad, así como algunas soluciones y claves para mejorar y evitar las consecuencias físicas y el aislamiento social que padecen nuestros ancianos.
El vínculo entre la soledad y el bienestar en la Tercera Edad
La soledad puede tener un impacto significativo en la salud mental de las personas mayores. La soledad no deseada puede llevar a la depresión, la ansiedad, el aislamiento social y la disminución de la calidad de vida.
Además, la soledad puede aumentar el riesgo de enfermedades crónicas, como enfermedades cardíacas, diabetes y enfermedades mentales como la demencia y el alzhéimer. Uno de los principales inconvenientes de la soledad es que tiene un impacto en la cognición y la memoria.
Diversos estudios establecen que las personas mayores que experimentan soledad tienen un mayor riesgo de desarrollar problemas de memoria y cognitivos que otros ancianos.
Pero no es el único reto y problema al que se enfrentan los mayores. La falta de conexiones sociales provoca situaciones de riesgo y vulnerabilidad como no poder salir de casa. Esto se ve especialmente en el número de abandonos que padecen los mayores.
De hecho, cada vez es más común ver noticias en la televisión relacionadas con el aumento de defunciones de ancianos en el hogar debido al aislamiento social y la falta de amigos o familiares que los cuiden.
Evitar estos problemas haciéndolos visibles es algo imprescindible, por ello, desde Cuideo advierten de esta situación. Entre las denuncias de Cuideo destacan 5 puntos que son los siguientes:
- Infantilización de los mayores: El desgaste físico y mental producido por la edad no significa la existencia de limitaciones mentales ni de barreras físicas. Vulnerabilidad a robos y situaciones graves: la falta de físico, la edad y la percepción de los ancianos como un blanco fácil, provocan que mucha gente, ladrones y delincuentes incluidos perciban a los mayores como un objetivo fácil para robar.
- Contratación ilegal de cuidadores: muchas empresas y familias contratan a cuidadores y personal con falta de formación, sin papeles y que no está preparada.
- Poca actividad física y sedentarismo: muchos mayores viven solos y se enfrentan a la falta de actividad física y ejercicio, dos soluciones que aumentan la calidad de vida y ayudan a reducir el envejecimiento.
- Maltrato físico y emocional: los datos son claros, 1 de cada 6 personas mayores o lo que es lo mismo, un 16,5% de los ancianos sufre alguna forma de maltrato físico y/o mental.
Todos estos puntos reflejan una situación común en muchas ciudades y urbes grandes. Por ejemplo, los cuidadores profesionales en Málaga ponen de manifiesto que las necesidades de los mayores aumentan con el paso del tiempo y es muy común el cuidado de enfermos en el hospital con personas cercanas a ellos.
Las opiniones de Cuideo confirman esta situación que se puede evitar fácilmente.
Estrategias para combatir la soledad y el aislamiento social en las personas mayores
Existen varias estrategias que pueden ayudar a combatir la soledad y el aislamiento social en las personas mayores:
- Mantenerse activo: Hacer actividades que les ayuden a sentirse útiles y distraerse son soluciones para superar la soledad en la vejez. Hacer ejercicio regularmente, mantener una dieta saludable y equilibrada y seguir en contacto con amigos y familiares.
- Contacto y actividades sociales: La soledad es algo que puede evitarse mediante el contacto con otras personas. Incrementar las conexiones sociales y el apoyo emocional son algunas soluciones que mejoran la salud y activan a los mayores. Algunos ejemplos son apuntarse a cursos y talleres.
- Tecnología: La tecnología puede ser una herramienta útil para combatir la soledad y el aislamiento social en las personas mayores. Las redes sociales y los videojuegos pueden fomentar que los ancianos estén conectados con familiares.
- Cuidadores: Los cuidadores pueden ser una gran ayuda para las personas mayores que experimentan soledad y aislamiento social. Un cuidador puede ayudar a la persona mayor a mantenerse activa, cuidar de su salud y proporcionar compañía y apoyo emocional.
En resumen, la soledad y el aislamiento social son problemas que afectan cada vez a más personas mayores en todo el mundo. Es importante que las personas mayores se cuiden a sí mismas y mantengan una buena salud física y mental, y que busquen ayuda y apoyo cuando lo necesiten.