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El Área de Medio Ambiente ha dado a conocer los datos desde la puesta en marcha de este proyecto piloto en Cortijos del Sol hace ahora un mes. Las cuatro primeras unidades se ubican en la avenida de la Solidaridad y en las calles Las Eras y Alberca
(Prensa Ayto Alh Torre) El proyecto piloto que se está desarrollando en la urbanización Cortijos del Sol con la implantación del llamado quinto contendor, el de color marrón, para recogida de residuos orgánicos arroja un balance más que positivo en su primer mes de prueba. Esta iniciativa del Área de Medio Ambiente junto a la de Servicios Operativos arroja datos esperanzadores para la finalidad de este recipiente.
Tras el reparto de 220 pequeños cubos junto a sus bolsas biodegradables en las viviendas de la urbanización, con la finalidad de facilitar a los ciudadanos la separación de los residuos, y una campaña de concienciación mediante el reparto de flyers y folletos, se instalaron 4 unidades de 800 litros de capacidad en la Avenida de la Solidaridad y las calles Las Eras y Alberca para depositar ahí las bolsas de cada vivienda. Hasta la fecha se han recogido selectivamente casi 1.000 kilos de residuos orgánicos por parte de los Servicios Operativos, cuyo vehículo especializado efectúa la recogida tres veces por semana.
Esta cantidad supone una tonelada de residuos orgánicos que se han separado en los hogares, depositados en el contenedor adecuado, y llevados a la planta de transferencia, para su gestión selectiva. Una tonelada de residuos orgánicos que no han ido a parar al vertedero y que se valoriza como biomasa, dando un segundo uso al residuo.
Desde ambas concejalías muestran su satisfacción por el resultado y la decidida colaboración ciudadana y afirman que, próximamente, se irá extendiendo su implantación por el resto del municipio. El objetivo del contenedor marrón es que se deposite en él materia biodegradable sin añadidos de plástico u otros materiales. Algunos ejemplos son restos de frutas, verduras, cáscaras de huevo y marisco, hueso, resto de pan y bollería, carne y pescado, comida caducada o cocinada, posos de café e infusiones, palillos de dientes, tapones de corcho y papel de cocina.