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Entre las piezas expuestas destacan el primer número del Boletín Oficial de la Provincia, de 1835, la maquinaria antigua de la imprenta, que cumple casi un siglo, y obras como ‘La Málaga de comienzos de siglo’ de Manuel Blasco, primo de Picasso, con ilustraciones de la Málaga de la época
María Francisca Caracuel ha destacado que «hacer un recorrido por la exposición del 30 aniversario del CEDMA supone acercarnos a nuestra historia y conocer un poco más el patrimonio de la provincia»
La muestra se puede visitar hasta el 21 de enero en el espacio expositivo Pacífico 54
La Diputación de Málaga recorre en una exposición los 30 años de su Centro de Ediciones (CEDMA). La muestra ha sido inaugurada hoy por la vicepresidenta de Atención al Municipio, María Francisca Caracuel, que ha explicado que «a través de esta exposición nos proponemos acercar la labor del CEDMA a la ciudadanía, dar a conocer los servicios que presta y mostrar su evolución, ya que a lo largo de estos 30 años el servicio ha estado en constante modernización, adaptándose a las nuevas tecnologías y a la era digital, que ha supuesto una transformación sin precedentes para las artes gráficas».
«Hacer un recorrido por la exposición del 30 aniversario del CEDMA supone acercarnos a nuestra historia y conocer un poco más el patrimonio de nuestra provincia», ha destacado Caracuel, que ha recordado que el CEDMA se creó en 1993 aunando tres servicios ya existentes: la Imprenta Provincial, el Boletín Oficial de la Provincia y el Servicio de Publicaciones.
La Imprenta Provincial vio la luz en la Casa de Misericordia, donde en 1926 se inauguraron los talleres con el fin de formar profesionalmente a los niños que estaban allí acogidos. En la exposición se puede observar la maquinaria que ya formaba parte estos talleres hace casi cien años: dos prensas que se utilizaban en el proceso de encuadernación, una vertical y otra horizontal que servía para el encolado de los lomos de los libros; una máquina minerva, impresora tipográfica de pequeño formato empleada en los talleres a mediados del siglo XX; una guillotina Krause para el corte y manipulado del papel y una grapadora para la finalización de las encuadernaciones sin lomo.
La muestra también incluye la simulación del espacio de trabajo de un cajista, oficial de imprenta encargado de componer los textos. Con una meticulosidad milimétrica, este profesional tomaba uno a uno los tipos metálicos del chibalete y confeccionaba el molde de la página que se iba a imprimir utilizando los diferentes tipos de letras colocados al revés.
También se encuentran en la exposición las herramientas que utilizaban los encuadernadores, entre las que destacan los utensilios para grabar la ornamentación en las cubiertas y los materiales tipográficos, así como una colección sigilográfica (sellos que servían para formalizar documentos) de la Imprenta Provincial.
El Boletín Oficial de la Provincia se fundó en 1833, cuando se estableció que cada capital de provincia tuviera un diario o boletín periódico para que los municipios y sus autoridades locales pudieran recibir en tiempo las disposiciones oficiales emanadas del Gobierno. En leyes posteriores, la gestión material del servicio de edición de los boletines oficiales pasa a ser responsabilidad de las diputaciones. La competencia del BOP abarca todo el proceso de edición: desde la recepción de cada uno de los anuncios hasta su publicación diaria.
El BOP evoluciona con las artes gráficas, partiendo de la composición tipográfica (construyendo frases letra a letra con los tipos móviles) y pasando por la linotipia (que generaba bloques de tipos fundidos en plomo) y la fotocomposición (con capacidad para componer páginas), llegamos a la maquetación actual con programas especiales de diseño digital, hasta la edición digital. Se inició la la consulta a través de Internet de toda la información publicada el 1 de enero de 2001.
Entre las piezas expuestas destaca el primer número del Boletín Oficial de la Provincia de Málaga, de fecha 16 de julio de 1835. Las diferentes portadas expuestas del boletín reflejan la evolución y los cambios que se han producido en su diseño a lo largo de la historia. Además, en la exposición se recrea su proceso de edición en la actualidad a través de la labor de composición, corrección y maquetación.
La exposición continúa con el Servicio de Publicaciones, que crea en 1972 Miguel Alcobendas, siendo presidente de la Diputación Francisco de la Torre. La selección de libros está integrada por una veintena de colecciones que ya se acercan a los mil títulos, como Biblioteca Popular Malagueña, Monografías, Caracol, Biblioteca de Estudios sobre la Mujer, Territorios Interiores, Clásicos Malagueños, Irrepetibles…, y las revistas insignia Jábega y Mainake.
La colección Biblioteca Popular Malagueña nació para dar a conocer la historia, la literatura o la geografía de la provincia de Málaga. Sus primeros títulos estuvieron dedicados al turismo en la Costa del Sol o a la Málaga del siglo XIX hasta llegar a su número 116, publicado este año y dedicado a la toponimia de los pueblos de Málaga.
Uno de los primeros libros editados por el Servicio de Publicaciones fue ‘Novela y novelistas. Reunión de Málaga de 1972’, organizada por la Diputación de Málaga y a cargo del profesor Manuel Alvar. Este volumen es el resultado de las reuniones de novelistas y críticos entre los que se encontraban Camilo José Cela y Miguel Ángel Asturias.
También supuso un éxito editorial la primera edición de ‘Aves de las zonas húmedas malagueñas’ (de 1985), con la que la Diputación apostaba por el trabajo de especialistas no universitarios. Asimismo, por su especial interés plástico, se encuentra expuesta la obra ‘La Málaga de comienzos de siglo’ del pintor y escritor Manuel Blasco, editada por el Servicio de Publicaciones en 1973. Primo de Pablo Ruiz Picasso, el autor refleja la Málaga de la época mediante unas magníficas ilustraciones.
La muestra se puede visitar hasta el 21 de enero de 2024, de lunes a viernes, de 10.00 a 14.00 y de 17.00 a 20.00 horas.