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La consejera avanza que las obras de rehabilitación finalizarán “en unos días” tras una inversión superior a los tres millones de euros
(Prensa Junta de Andalucía) La rehabilitación del antiguo Hospital de la Caridad y la iglesia de San Andrés de Coín concluirá a mediados del mes de marzo. Así lo ha trasladado la consejera de Fomento, Articulación del Territorio y Vivienda, Rocío Díaz, durante su intervención en el Pleno del Parlamento de Andalucía, que ha destacado que esta intervención, con un presupuesto superior a los tres millones de euros, supone “la recuperación de uno de los bienes culturales, patrimoniales e históricos más importantes de Coín”.
La consejera ha incidido en que gracias al Programa de rehabilitación del patrimonio de interés arquitectónico, que impulsa la Consejería de Fomento en el marco del Plan Vive en Andalucía, “hemos logrado devolver la vida a un edificio que estaba completamente desalojado debido a su importante deterioro”. Además, ha destacado el trabajo conjunto de la Junta de Andalucía, que ha aportado el 75% de la financiación (2,3 millones), con el Consistorio, que ha aportado el 25% restante (769.952 euros).
Rocío Díaz ha recordado que, con esta actuación, se completa una rehabilitación que acumulaba años de espera. Así, ha recordado que la redacción del proyecto se remonta a finales de 2007, aunque tuvieron que esperar una década más tarde para la firma de un convenio a tres para la rehabilitación y uso compartido de este conjunto entre la Junta de Andalucía, el Obispado de Málaga y el Ayuntamiento de Coín, aunque “no ha sido hasta la llegada del Gobierno de Juanma Moreno, en 2019, cuando se ha licitado una actuación” que ha dotado a este edificio de “un carácter funcional con instalaciones modernas que lo convertirán en un atractivo turístico”. La obra, que se encuentra casi al cien por cien de ejecución y a falta tan sólo de los últimos remates, se espera que esté recepcionada a mediados de marzo.
El edificio del Hospital de la Caridad de Coín fue construido en las primeras décadas del siglo XVI, probablemente aprovechando las estructuras hispano musulmanas de la etapa anterior, y respondiendo a una impronta renacentista en cuando a su mecenazgo privado y su estructura en “L”, a medio camino entre los resabios góticos y la modernidad renacentista, con importantes componentes propios de la tradición mudéjar local. El edificio original permanece en esencia en nuestros días, si bien desvirtuado en gran medida por un interminable rosario de actuaciones posteriores llevadas a cabo desde finales del siglo XVIII hasta finales del XX, generalmente acompañadas de cambios de uso. Así, la interpretación de la evolución histórica de este edificio presenta aún hoy dificultades para determinar con precisión el proceso constructivo que tuvo lugar hasta llegar al estado presente.
El edificio de la iglesia, pese a ser de titularidad pública, ha permanecido abierto al culto religioso hasta hace unos años, en los que se clausuró debido a la existencia de filtraciones y riesgo de desprendimientos de la techumbre. El resto del conjunto tuvo como último uso albergar las dependencias de los Juzgados de la localidad antes de su traslado a una nueva sede.
La intervención vuelve a abrir al uso público 1.500 metros cuadrados de superficie de un edificio histórico que recuperará su estructura original y que será reutilizado para uso administrativo y cultural. Todas las dependencias comparten un uso compatible entre sí y la iglesia de San Andrés podrá tener un uso religioso ocasional que será compatible con el desarrollo de su actividad principal como sala cultural.
El proyecto incluye la sustitución de las cubiertas, la restauración del artesonado del presbiterio y la zona del altar y la recuperación del acceso original al claustro. Del resto del edificio, destaca la intervención que se realizará en el patio, que recupera su condición estructurante, distribuyendo la planta baja, que contará con una zona de atención al público de los servicios municipales y una sala de exposiciones, y la planta alta, que funcionará como sede administrativa. Este proyecto, que se desarrolla a través del Programa de Rehabilitación del Patrimonio de Interés Arquitectónico de la Junta de Andalucía, está cofinanciado a un 80 por ciento por fondos FEDER.
