El fotógrafo torremolinense Rafael Romero se presenta al mundo como artista en la feria de arte contemporáneo de Madrid

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A través de 12 creaciones, Rafael se expone como fotógrafo dedicado al mundo de los reflejos

El fotógrafo torremolinense Rafael Romero Ávila se presenta al mundo como artista  en la feria de arte contemporáneo Artist360Madrid. Del 28 de febrero al 3 de marzo lleva hasta la capital su proyecto artístico ‘Estudiocerofoto’, compuesto por una colección introductoria de 12 fotografías a través de las cuales invita a la inmersión en su universo artístico. Mediante estas obras se expone como fotógrafo dedicado al mundo de los reflejos.

Desde paisajes urbanos transformados por la lente de lo surrealista hasta detalles texturizados que revelan la belleza de lo cotidiano, captura momentos que trascienden todas las dimensiones invitando al espectador a un viaje a mundos ocultos. El escenario es la continuación de la obra. Este existe como un universo que se expande.

Es una fusión de la visión personal del artista y un estilo distintivo que busca transcender lo convencional y explorar la esencia misma de la fotografía como forma de expresión, llegando a tener cierta similitud con la pintura. Busca ir más allá de la superficie visible, más allá de lo evidente; todo para descubrir elementos imperceptibles cargados de significados y emoción.

El objetivo de su obra es que el espectador se sienta transportado a un espacio que desafía su comprensión convencional, donde la realidad se desdobla y se entrelaza en formas inusuales.

 

Biografía

 

Rafael Romero Ávila empezó a interesarse por la fotografía como aficionado en el año 1982. Desarrolló un especial interés en los reflejos, que evolucionó en una pasión que le impulsó a buscarlos en cada rincón del mundo.

En 2017 su creatividad voló y decidió enfocar su fotografía hacia un nuevo concepto visual forjado digitalmente. Atravesó un punto de inflexión gracias al cual volvió a disponer del tiempo, lo que le llevó a explorar con la supercámara y la tecnología de su móvil, inspirándose desde el amor.

Mediante la sinergia de fotografía y software, contando con la colaboración de Miguel Sousa, inició una etapa en la transformación de imágenes en espejos e infinidad de capas en multiversos ocultos, jugando así en el metaverso con la percepción de la realidad, desafiando las convenciones tradicionales de la fotografía y explorando nuevas dimensiones.