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En los últimos días la posible fusión del BBVA y el Sabadell ha provocado un remolino de noticias y opiniones. Si culmina esta absorción, tres grandes corporaciones controlarán más del 70% del sistema bancario español (CaixaBank, BBVA-Sabadell y el Santander).
Un poder y una riqueza ultra concentrada que inquieta. Y el desasosiego está justificado porque en los últimos tiempos los beneficios de la banca al igual que su expolio sobre la ciudadanía han batido récord.
El último año muchas familias y empresas han sufrido la multiplicación por dos o por tres de los intereses de sus hipotecas o créditos. La banca española es la que más ha ganado en Europa subiendo intereses.
Pero, ¿es este el único mecanismo que tienen para quedarse con nuestro dinero? No, siendo principal, no es ni mucho menos el único. Con el fin de sacarnos el dinero del bolsillo, la banca desarrolla muchas más iniciativas. El año pasado nos cobraron 24.545 millones de comisiones por un servicio que cada vez es peor. Casi tres millones a la hora. Son las más altas de Europa.
Veamos otra idea de esta gente tan espabilada. Tienen los depósitos de las familias y las empresas, los utilizan para hacer negocio, invertir, etc. Pero, mientras por nuestra hipoteca nos cobran un 3,4% de interés, por nuestros depósitos no nos dan apenas nada. Y aquí no se acaba su gran imaginación. Veamos otro mecanismo. Los bancos invierten en deuda pública y por ello cobran 5.000 millones de euros de suculentos intereses de dinero del estado.
Y aunque todavía podría explicar algunas triquiñuelas más, quiero acabar sólo con un dato. La banca no ha devuelto el rescate, pero nosotros sí seguimos pagando el rescate que se aprobó en 2012 y del que todavía queda dinero pendiente. Hasta 2027 debemos pagar 16.435 millones.
Y ante este nivel de saqueo. ¿Por qué no formar una banca pública? Con los 102.000 millones del rescate bancario que deben retornar a las arcas públicas tenemos capital más que suficiente.
Una banca pública que dé crédito al desarrollo industrial y económico. Una banca pública hipotecaria para que las familias adquieran vivienda y que ayude a las empresas, al comercio y al campo con créditos, que puedan usar su servicio sin estar sometidos al engaño o la usura. Una banca así sería un motor para generar y redistribuir la riqueza.
Posiblemente algunos de ustedes ahora pensarán que una banca pública no es eficiente. No es verdad. Muchos países con economías desarrolladas la tienen. En Alemania la banca pública es un pilar del sistema financiero.
Y el rescate bancario, ¿es posible recuperarlo? Por supuesto. En Bélgica, Holanda, Alemania e incluso en EEUU han recuperado la totalidad o parte sustancial del rescate bancario.
Claro que se puede formar una banca pública, rentable y al servicio de la mayoría. Es necesaria, tenemos recursos y capacidad para hacerlo.
Nuria Suárez
Portavoz de Recortes Cero