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(Mesa por el Agua Coín) Recientemente se ha dado a conocer una noticia en la que se insinúa que el Ayuntamiento de Coín tendría que pagar una millonaria indemnización a la promotora de Transcendence si este decidiese no aprobar el trámite urbanístico (o la innovación) que ha solicitado el Promotor. Sin embargo, el equipo técnico y legal de la Mesa del Agua denuncia, tras un análisis en profundidad, que esta información no tiene bases legales sólidas y afirma que se trata de una estrategia para amedrentar a los habitantes de Coín.
El proyecto, que plantea la construcción de 500 viviendas, ríos y lagos artificiales en una zona rural del interior de la provincia de Málaga, ha suscitado una fuerte oposición. No solo amenaza los recursos hídricos de la zona, sino que además utiliza tácticas de greenwashing y presenta reclamaciones económicas injustificadas para presionar a la comunidad.
Reclamaciones de indemnización infundadas
Se ha afirmado que el Ayuntamiento de Coín podría enfrentar una indemnización millonaria (63,5 millones de euros) si el proyecto «Transcendence» no se lleva a cabo. Noticias en prensa y redes sociales han hecho eco de estas afirmaciones, basándose en un informe jurídico que la promotora habría solicitado a Andersen Tax, firma legal y fiscal. No obstante, tal cifra millonaria no aparece en el citado informe. Los expertos de la Mesa del Agua sostienen: “Es muy importante que quede claro: no se pueden reclamar indemnizaciones por las expectativas urbanísticas de la empresa”.
En el caso de que el Ayuntamiento optase por proteger la zona de Matagallar, el Promotor podría tener derecho a reclamar alguna indemnización, pero se entiende que la misma no debería ir más allá de los gastos de redacción y tramitación de los documentos necesarios para el trámite urbanístico. Cabe destacar, que el informe de Andersen Tax, que se cita como fuente, no sólo no menciona ninguna cifra a pagar, sino que aclara que se trata de una reflexión preliminar, no de una opinión legal definitiva.
Situación Real del Suelo
El informe de Andersen y el propio artículo de prensa afirman que «el Sector ha alcanzado la categoría de Suelo Urbano, pendiente de consolidación», cuestión esta que no se ajusta a lo que dice la normativa vigente. Según la Ley de Impulso para la Sostenibilidad del Territorio de Andalucía), el suelo en cuestión no ha adquirido la categoría de urbano, ya que no cumple con todas condiciones necesarias que se recogen en su Artículo 13. Por lo tanto, el Llano de Matagallar en base a la normativa vigente debe considerarse como rural o rústico. Cualquier planteamiento de indemnización que parta de la base de considerar el suelo como urbano se considera erróneo.
Impacto Ambiental y Social
No es secreto que Andalucía se enfrenta a una grave crisis hídrica, Coín no es una excepción. La construcción del macroproyecto urbanístico sobre el acuífero de Coín no solo suscita preocupación por el consumo de agua para sus lagos y ríos artificiales, sino que, además, podría contaminar una fuente vital de agua. En febrero, más de 5000 personas se manifestaron en contra del proyecto, evidenciando el rechazo masivo de la comunidad. Este proyecto, que se presenta como una iniciativa de desarrollo sostenible, en realidad representa una amenaza significativa para el entorno natural y social del municipio.
Campaña de Greenwashing o Ecoblanqueo
A pesar de las afirmaciones de sostenibilidad del proyecto «Transcendence» basadas en el uso de materiales como la madera y un supuesto alto porcentaje de agua reciclada, estas no pueden ocultar las serias preocupaciones ambientales y éticas que plantea. La creación de lagos artificiales para actividades acuáticas en un pueblo de interior, a solo 25 minutos de la playa, desafía la lógica del verdadero turismo de naturaleza. Esta propuesta artificial podría tener impactos negativos en la flora y fauna autóctonas, exacerbados por la masiva afluencia de turistas estimada por la empresa. Etiquetar este proyecto como sostenible y natural es, en realidad, una clara campaña de greenwashing, diseñada para disfrazar la realidad de un desarrollo que no respeta ni el entorno natural ni las necesidades auténticas de la comunidad local.