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Las zonas de bajas emisiones han impulsado a miles de usuarios a cambiar de coche en los últimos años. Lo demuestran los datos de personas que piden cita en tráfico para realizar el cambio de titularidad de un vehículo. Y también el propio testimonio de los concesionarios especializados, que están llegando a cifras de récords en la transmisión de vehículos.
Ciudades como Madrid, Barcelona o Sevilla —y cada vez municipios más pequeños— cuentan con zonas que se suman a la normativa europea y que limitan el paso a los vehículos más contaminantes.
Un ejemplo clave está en la capital española. A partir del 1 de julio de 2024, los coches diésel matriculados antes del 2006 y los gasolina que tengan más de 24 años no podrán entrar dentro de la M30. No obedecer la norma podrá suponer multas de hasta 200 euros.
Ante este escenario, que se extenderá pronto a otras localidades, la respuesta de los usuarios es más que evidente: hay que comprar un vehículo más joven. Y ahí es donde entran en juego los trámites de compra de un coche de segunda mano.
Razones para comprar un coche de segunda mano
Precio y variedad
¿Por qué un coche de segunda mano antes que uno nuevo? Los motivos siguen siendo los mismos ahora que hace años: es posible acceder a vehículos mucho más baratos y, sobre todo, elegir entre una variedad mayor de opciones.
Teniendo en cuenta que lo interesante ahora es comprar un coche lo más joven posible para superar todos los requisitos de las zonas de bajas emisiones, sin duda esta es la vía más interesante para hacer el cambio de coche sin tener que hacer un gran desembolso.
Kilómetro cero a buen precio
Los concesionarios especializados cuentan con una gran flota de vehículos de kilómetro cero con un precio reducido hasta en un 30 % respecto al mismo modelo nuevo.
Teniendo en cuenta que se trata de coches con poco uso y que en muchos casos el comprador casi termina de hacer el rodaje inicial, este 30 % de ahorro es una cifra más que considerable para valorar esta opción.
Muchas opciones
Ese bajo precio por tratarse de un coche usado permite que el usuario pueda acceder, con la misma inversión, a mejores y más potentes y completos modelos de coche.
Esto es clave, sobre todo en el caso de los grandes concesionarios o empresas de coches de segunda mano, que ofrecen una disposición prácticamente inmediata de los modelos más interesantes del mercado.
Ahorros adicionales
Los seguros de coches de segunda mano suelen resultar mucho más baratos que los que las mutuas ofrecen para vehículos recién matriculados, por lo que el usuario también estaría ahorrando en este sentido.
Pero eso no es todo; la depreciación de los coches de ocasión también es mucho más baja que la que experimentan los coches nuevos nada más salir del concesionario. Por tanto, si el usuario vende pronto por cualquier motivo su nuevo coche, no perderá demasiado dinero del invertido.
Solo por estos tres motivos ya se justifica la elección de un coche de segunda mano, prácticamente nuevo, en estos momentos en los que llevar una etiqueta de bajas emisiones es clave para moverse libremente por toda España.