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Comunicado de prensa tras la rueda celebrada hoy en la Casa Invisible.
Hoy, 13 de junio de 2024, ha tenido lugar la rueda de prensa convocada por parte del Sindicato de Inquilinas e Inquilinos acerca de la manifestación convocada para el próximo 29 de junio, con salida desde la Plaza de la Merced a las 11:30 horas.
En ella, además de informar sobre los motivos de la protesta, se ha anunciado que la ciudad de Cádiz, a través de la plataforma Cádiz Resiste, se sumó ayer a esta jornada de lucha con la celebración de una concentración.
Desde el Sindicato de Inquilinas e Inquilinos de Málaga consideramos que la situación de la vivienda y los alquileres es insostenible. Vivimos en una ciudad que nos explota en pos de los beneficios privados del mercado inmobiliario y del turismo. Urge un nuevo modelo de ciudad y urge poner el foco en el pilar sobre el que se sustenta el problema de vivienda hoy: el capitalismo rentista.
Esta lógica depredadora se expresa de múltiples maneras y nos afecta por varios frentes. Es por eso que a este proceso en torno al 29J que inició el Sindicato de Inquilinas e Inquilinos de Málaga se han unido otros colectivos y entidades que aportan otras visiones más allá de la vivienda y que nos ayudan a comprender todas las caras del modelo de ciudad que sufrimos.
Centrándonos en la vivienda; en el Sindicato de Inquilinas tenemos claro que el alquiler es, hoy por hoy, una fuente de empobrecimiento para la población inquilina. Los datos lo demuestran. Para Málaga, los indicadores son los siguientes:
– Precio del alquiler. El portal inmobiliario Idealista.com, para mayo de 2024, sitúa el precio del m² en Málaga en 14,2 €. La media nacional es de 13,2 €/m² y la andaluza de 11,4 €/m². Esto sitúa a Málaga como la quinta ciudad de España y primera de Andalucía donde el alquiler es más caro.
Según el INE, la variación acumulada desde 2015 a 2022 en el precio de la vivienda fue en Málaga del 21,40%. De hecho, en 2022, Málaga fue la capital de provincia donde más creció el precio de la vivienda (3,8%) tras Valencia (4,4%
– Ingresos destinados al pago del alquiler. Debemos tener en cuenta que, con datos del INE para 2021, Málaga es la séptima provincia con menor renta media neta por persona, con 10.929 €. En Málaga capital, esta cifra crece levemente hasta los 11.901.65 €, pero muy por detrás, por ejemplo, de Sevilla (13.085,13 €) o Madrid (17.585,56 € ).
La renta media neta por hogar en Málaga capital es de 31.611,75 €. Sin embargo, la renta mediana por unidad de consumo la cifra que obtenemos es de 15.050 €. Así, mientras que la mediana es de 22.750 en el Distrito 2 (Málaga Este), lo es de 12.950€ en el Distrito 7 (Carretera de Cádiz). De hecho, según el INE, en la ciudad de Málaga el 20,7 % de la población vive en secciones censales de rentas muy bajas.
La Ley de Vivienda señala que el alquiler no debería superar el 30% de la renta que percibe una unidad familiar (incluyendo suministros). Lo señala también la Comisión Europea. Según el Sistema Estatal de Referencia del precio del alquiler de Vivienda (SERPAVI), prácticamente todas las secciones de la ciudad de Málaga superan con creces ese 30%.
Así, según el SERPAVI, una persona sola que cobre en torno a 1500 € destina en el barrio de Lagunillas el 43,33% de sus ingresos a pagar un alquiler (sin suministros). En Huelín, el 45,6%. En el entorno de la estación María Zambrano, Martiricos y Arroyo de los Ángeles se llega al 50%. En el Centro Histórico y Pedregalejo se alcanza el 60%.
Idealista.com sitúa la tasa de esfuerzo para hogares de la ciudad de Málaga para 2023 en el 37,8%.
Nuestros datos indican que en la ciudad de Málaga una persona sola destina el 44,27% de los ingresos destinados a pagar el alquiler y un hogar el 51,36%.
– Desahucios por impago. Los desahucios por impago suponen desde hace años una mayoría sobre los lanzamientos hipotecarios. Así, con los datos para el primer trimestre de 2024 que aporta el CGPJ, a nivel estatal se han practicado 7.424 lanzamientos, de los cuales 5.443 son desahucios relacionados con el alquiler. Es decir, el 73.30% de los lanzamientos practicados durante el 1T de 2024 lo son derivados de la LAU. En el caso de Málaga provincia, se han ejecutado 299 lanzamientos. El 75.92% lo son por cuestiones vinculadas al alquiler (277).
Precarización del trabajo y crisis climática
La situación de empobrecimiento generalizado, sin embargo, no afecta sólo a la vivienda. Estamos ante un problema holístico con aristas múltiples derivado del modelo hegemónico capitalista.
El extractivismo turístico también causa importantes efectos negativos sobre el medio ambiente y la gestión de los limitados recursos naturales, especialmente el agua. Así, como ha señalado Carlos Bueno, perteneciente al movimiento ecologista malagueño, los embalses de la provincia se encuentran a un cuarto de su capacidad total. Por estas mismas fechas, el año pasado, la cifra era de un 32%, mientras que la media de los últimos 10 años para esta semana de junio se situaba en un 60,81%.
En este contexto de crisis hídrica, el crecimiento desproporcionado de las viviendas de uso turístico y la falta de responsabilidad por parte del Ayuntamiento de Málaga ante el problema no ha venido más que a agravar la situación.
Málaga propone un modelo de turismo que pone en jaque al suministro de agua. Este aumento descontrolado de la actividad turística nos lleva a superar, según las estimaciones, la cifra de 14 millones de turistas registrados en 2023. Cada uno de estos turistas consume de media entre 300 y 700 litros de agua al día, muy por encima de la media por habitante de 133 litros.
Mientras se da rienda suelta a que los vacacionistas dejen el grifo abierto, 250 mil ciudadanas de la provincia convivimos con restricciones al uso del agua. Es más, para 100 mil vecinas los cortes de agua ya son una situación cotidiana.
La Comisión de Sequía ha autorizado el llenado de piscinas privadas en la Costa del Sol a partir del 1 de junio, lo que aumenta aún más la presión sobre nuestras aguas. Por no hablar de los campos de golf de Málaga, ciudad y provincia, que consumen tanta agua como 33.000 personas. El agua regenerada usada en estas instalaciones deportivas podría, sin embargo, aliviar la tensión que sufren los embalses si se usase en aplicaciones más sociales.
El agua no puede seguir siendo un privilegio de clase. Es crucial que se tomen medidas para gestionar de manera sostenible los recursos hídricos de la región. Estamos consumiendo más agua de la que tenemos, lo que nos lleva a una situación de déficit hídrico que se ve agravada en gran medida por el uso excesivo de agua que se da en las viviendas y los apartamentos turísticos.
Asimismo, como ha denunciado Mari Trini, camarera de piso y miembro de las kellys, el modelo turístico actual está incidiendo negativamente, más si cabe, en el trabajo de este colectivo. Por un lado, las nuevas fórmulas turísticas empeoran sus condiciones de trabajo, ya que se trata de puestos no sujetos a convenio. Por otro, lo precarizan, pues los salarios percibidos son menores. El rentismo turístico vive y se desarrolla a costa de las plusvalías de las trabajadoras.
Además, las camareras de piso denuncian que los propietarios de pisos turísticos y las inmobiliarias que los gestionan les exigen asumir responsabilidades que están fuera de sus competencias, como es la recepción y atención a los clientes.
El modelo turístico en base a las VUT que se ha impuesto implica una clara deslocalización de los puestos de trabajo. El problema, señalan desde el colectivo de las kellys, no es ya la dispersión territorial de los inmuebles que tenemos que atender, sino que los desplazamientos entre un lugar y otro no se remuneran. Somos, de hecho, “nosotras mismas quienes transportamos el equipamiento de limpieza y el material de cama”. Para las camareras de pisos, dado el precio actual del alquiler, es imposible vivir en un lugar mínimamente cercano al puesto de trabajo. “Somos las esclavas del siglo XXI”.
Las demandas del Sindicato de Inquilinas e Inquilinos de Málaga
Frente a los datos aportados, desde el Sindicato de Inquilinas señalamos que la solución no es construir más, sino distribuir mejor la vivienda existente y aplicar políticas que cumplan de forma efectiva con el derecho a la vivienda Estamos, de hecho, ante un problema de economía política: la vivienda se concibe como bien de mercado y como activo financiero, no como un hogar. Por eso, entre otras cosas, desde el Sindicato demandamos:
1. Regulación de precios. Necesitamos una legislación en materia de vivienda que tenga un efecto real. A día de hoy, no se conocen efectos positivos, salvo en Cataluña, de la aplicación de la actual Ley 12/2023, de 24 de mayo.
2. Fin de los desahucios y despenalización de la okupación. Mientras exista una situación de emergencia habitacional estructural en el conjunto del estado, cualquier alternativa habitacional es preferible a la existencia de personas sin hogar. Se debe, igualmente, garantizar a todas las personas los suministros básicos y poner fin a los cortes por incapacidad de pago.
3 Movilización de las viviendas vacías. En España hay, según datos del INE (2021), 3.837.328 viviendas vacías. En Málaga, 16.638. Son el 6,4% de las viviendas del municipio. Estas viviendas, muchas en manos de bancos, grandes tenedores, SOCIMIs y fondos de inversión, pueden servir para crear un parque público de vivienda en alquiler.
4. Prohibición total e inmediata de las viviendas de uso turístico (VUT). Málaga es la tercera ciudad de España con más pisos turísticos tras Madrid y Barcelona (con poblaciones mucho mayores). Con datos de la encuesta del INE, muy por debajo de los que ofrece el Registro de Turismo de Andalucía (RTA), son 7.038 VUT para febrero de 2024. La ciudad de Málaga tiene prácticamente las mismas VUT que la provincia de Sevilla (7.477).
El problema de las VUT
El pasado lunes 10 de junio, el alcalde de Málaga, D. Francisco de la Torre, anunció en comparecencia pública que la intención del Ayuntamiento que preside era limitar el número de VUT conforme a lo estipulado en el Decreto 31/2024 de la Junta de Andalucía.
Desde el Sindicato de Inquilinas consideramos que este anuncio llega tarde y mal. Además, creemos que, a día de hoy, resulta totalmente inocuo, porque el problema no se resuelve limitando las VUT, sino prohibiéndolas por completo.
Del mismo modo, consideramos que a todas luces que tanto el anuncio del lunes como los sucesivos de esta semana en relación a la situación abiertamente insostenible de la actividad turística en la ciudad, han sido un intento por parte del Ayuntamiento de desinflar una movilización, la del 29J, que ya ha desbordado todas las previsiones posibles dado el malestar generalizado de la ciudadanía.
Por lo demás, nos llama mucho la atención el hecho de que el propio alcalde, en su comparecencia del pasado lunes, reconociera abiertamente el incumplimiento sistemático de la propia normativa urbanística del Ayuntamiento que preside. El lunes se anunció que con el Decreto 31/2024 en la mano, en vigor desde el 22 de febrero, ahora sí existía una base legal (sin carácter retroactivo) para regular el uso turístico del suelo residencial. Entre otras cosas, se anunció que no se van a conceder licencias a VUT que no dispongan de una entrada independiente. Lo mismo ocurre con las instalaciones generales.
No obstante, nos parece preceptivo remarcar que está regulación ya quedaba recogida en el propio PGOU del Ayuntamiento de Málaga, aprobado en 2011. Así lo venimos denunciando desde hace años tanto desde el Sindicato de Inquilinas como desde otros colectivos de Málaga afectados por la situación del monocultivo turístico.
Esto significa que las 11.135 VUT registradas en el RTA hasta el 21 de febrero de 2024 eran ilegales antes y lo son ahora. Son, en efecto, más de 11.000, no unas “9.000 u 8.000” como informó el propio alcalde. A fecha de ayer, 12 de junio de 2024, esa cifra había ascendido ya hasta las 12196 VUT, lo que supone 63.594 plazas. Estamos hablando de que más del 40% de las viviendas destinadas a alquiler en todo el municipio se dedican al turismo.
Desde el Sindicato de Inquilinas e Inquilinos de Málaga nos preguntamos lo siguiente: ¿por qué tendríamos que cumplir nosotras la normativa que nos afecta si el Ayuntamiento de Málaga no cumple con la suya propia?
Hay zonas en la ciudad de Málaga, donde las VUT alcanzan porcentajes abusivos respecto al total de viviendas. Es el caso del entorno de la plaza de La Merced, donde un 68,91% de las viviendas están destinadas al extractivismo turístico. En los alrededores de calle Larios y la plaza de la Constitución el porcentaje es del 42,68%.
Abusos e incumplimientos por parte de las empresas inmobiliarias
Queremos dejar también constancia de que en el problema estructural de la vivienda, al margen del turismo, juegan igualmente un papel central los abusos e incumplimientos legales por parte de las inmobiliarias.
En Barcelona y Madrid ya se ha confirmado. En Málaga, a partir de los casos diarios que llegan al Sindicato, parece que también: las inmobiliarias gestionan cada vez un mayor parque de vivienda en alquiler. Ello tiene un impacto negativo en la situación de la vivienda.
Aunque la ley vigente lo prohíbe, los datos con los que cuenta el Sindicato indican que muchas inmobiliarias siguen cobrando honorarios a las inquilinas y los inquilinos por un servicio que dan al propietario. En este ámbito, también exigimos mecanismos de control e inspecciones por parte de las instituciones competentes. De igual modo, a través de los portales de Internet, se constata que el precio de una vivienda se encarece con la intermediación de las inmobiliarias y, finalmente, se constata menos transparencia y más opacidad en cuanto a las ofertas publicadas.
Por todo lo expuesto, desde el Sindicato de Inquilinas e Inquilinos de Málaga creemos que hay sobradas razones para salir a la calle el 29J. El mercado del alquiler, decíamos antes, es fuente de empobrecimiento. Es también fuente de desigualdad social. Por eso, también concebimos el 29J como el inicio de un nuevo ciclo de luchas en la ciudad de Málaga. Sabemos quién está a un lado, y quién a otro. Nuestra propuesta es autoorganización colectiva, apoyo mutuo y comunidad desde abajo para hacer frente a la depredación inmobiliaria y la precarización del trabajo y la vida.
Málaga para vivir, no para sobrevivir.