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En una época de muchos viajes, pequeños o grandes, de fines de semana o de algunos días, viajes casi masivos olvidamos que en la historia también hubo personas de carne.
Cansino Assens es uno de esos escritores, sufridores de la vida y de la existencia que estuvieron en nuestras calles de nuestro terruño, especialmente en la capital y villa y corte. Nacido en Sevilla en 1882 y habitándola hasta los quince años que se trasladó y falleció en Madrid en 1964. Hace cuatro días que falleció, debo confesar que he estado tentado de no citar estos datos, para que usted buscase en Internet, pero después he pensado, mejor le pondré unas notas biográficas y vitagráficas, para que el hipotético lector/a se oriente.
Como todos los escritores de este país, para medio vivir y medio sobrevivir, pues se dedicó a varios géneros, periodista, articulista, novelista, poeta, crítico literario, traductor, introductor e interpretador de la cultura judía y del Talmud, etc. La realidad triste y entristecida, es que tuvo una fama notable en su tiempo, fama merecida, y, que ahora, apenas lo recuerdan y reconocen muchas voces del presente. Su fundación denominada oficialmente Fundación-Archivo Rafael Cansinos Assens, está intentado que su memoria no se olvide, y, especialmente, la memoria de su época, no olviden que le tocó vivir varias guerras, en una edad o en otra, el Desastre del 98, las guerras de África, las dos guerras mundiales, la guerra fría, y, no olvidamos y no olvidemos la cruenta e incivil guerra civil…
Por tanto, una persona que le tocó vivir, como a tantos todos esos acontecimientos y negruras. Cierto para no ser tan negativo también las claridades del florecimiento de las ciencias aplicados a multitud de campos de la realidad. Cuando llegó Cansinos Assens a Madrid, todavía existían animales de transporte, cuándo falleció ya existían un número importante de vehículos –aunque el gran Tamames, dice que en su primera edición del libro de la Estructuras Económica de España, citaba no recuerdo bien cuántos animales de carga y transporte existían en España en esos momentos…-.
Los autores y autoras de la cultura, crean pequeños grupos y manadas, dicen que para interpretar el mundo de otra manera, para explorar otras estéticas, yo, creo que además, no solo para matar al padre de forma freudiana, al padre de los antecesores culturales, sino para abrirse un lugar en la cultura humana. No olvidemos que un kilo de tomates dura una semana o algunas semanas, si está en frigoríficos, pero un libro puede permanecer siglos, con lo cual, cada nuevo autor tiene que buscar su lugar, en y con sus coetáneos, pero también con la competencia de siglos anteriores.
Después, también están las influencias sociales y políticas e ideológicas, existen muchos poderes alrededor del poder de la cultura, para llevar a los corazones hacia un lado o hacia otro. No seamos ingenuos la Ilustración de hace dos siglos y medio, no fue una idea nacida por casualidad sino por causalidad, existían grupo que utilizaron la Ilustración con fines políticos, como en el siglo veinte se utilizó los liberalismos ideológicos y los comunismos ideológicos con los mismos fines. La cultura no es solo búsqueda de la verdad, sino también de bienes útiles, y, entre los bienes útiles están ideales sociopolíticos.
Pues en toda esta vida, le tocó vivir, un azaroso mundo no solo de acontecimientos como hemos indicado, sino también ideológicos, se apuntó o lo hemos apuntado al llamado ultraísmo, que es un movimiento, mezcla de varios europeos, con nombre hispánico, para tener un lugar en este viento y nubes del teatro de la cultura…
Hoy, quisiera fijarme en la importancia de este autor, quizás una de las funciones de los artículos de opinión, literarios es recordar a los seres humanos de hoy, que existen realidades diversas en la vida y junto a usted, que existen también otras cosas en el mundo. Que comprendemos su angustia y su preocupación por la vida diaria, pero también existen la belleza y la estética, y, la verdad y la veracidad y la bondad y el bien y los bienes.
Y, uno de esos bienes, que se olvidan son las Fundaciones y Museos de escritores, artistas, pensadores, filósofos, diseñadores, etc., que recorren toda la geografía de nuestro terruño –ahora en una especie de zozobra que nadie sabe en qué va a terminar la arquitectura e ingeniería sociopolítica, que las grandes mentes están haciendo-.
Un archivo o fundación o museo sobre un autor literario, no solo es alabar y adular y recordar su vida, que también lo es, sus escritos o sus producciones especialmente, sino que es esa interrelación entre su vida y su época y otras voces. Creo que cuándo a los Archivos se aplique los Big Data y la I.A., surgirán y se percibirán los entrecruzamientos entre cientos de personas, entre cientos de escritores en este caso…
Siguiendo a los viejos maestros, no sirve ninguna filosofía que no intente curar algún mal humano, sugiero con sumo respeto, si me permiten a la Fundación-Archivo (ARCA) que suban más videos de sus actividades y explicaciones y de sus fines y del material que conservan y de sus proyectos y de explicaciones de las obras de Cansinos Assens. Porque hoy la cultura es audiovisual.
La historia de la cultura es siempre ir recordando a los grandes, y se van olvidando a otros cientos que están al lado, y, que los grandes no serían tan grandes si no estuviesen los menos grandes. Creo que Cansino Assens es uno de los grandes…