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- Es una acción enmarcada en el proyecto ‘Bosques sumergidos’ con la que se pretende informar y concienciar de la importancia de proteger las praderas de posidonias presentes en el fondo marino mijeño
- La acción está impulsada por la Fundación Aula del Mar Mediterráneo y el programa ‘Mares Circulares’ de Coca-Cola Europacific Partners en colaboración con el Ayuntamiento y la Junta de Andalucía
- Las posidonias sirven para filtrar el agua aportando mayor transparencia y oxigeno, de tal manera que son indispensables para garantizar la biodiversidad y la calidad del mar
(Prensa Ayto Mijas) Mijas cuenta con praderas de posidonias en su litoral con un incalculable valor ecológico. Se trata de una planta acuática con características similares a las terrestres, con raíces, tallo y hojas de hasta un metro de largo y sirven como garantía a la biodiversidad. Para concienciar de su importancia, la Fundación Aula del Mar Mediterráneo y el programa ‘Mares Circulares’ de Coca-Cola Europacific Partners, en colaboración del Ayuntamiento de Mijas y la Delegación Provincial de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul de la Junta de Andalucía, han organizado unas jornadas de sensibilización ambiental dentro del proyecto ‘Bosques sumergidos’.
La alcaldesa de Mijas, Ana Mata, acompañada por el concejal de Playas, Daniel Gómez, ha asistido a esta cita que ha tenido como uno de sus escenarios principales la playa de Calahonda-Alhamar. Allí ha recordado que la posidonia tiene una gran importancia, ya que cuenta con la capacidad de filtrar los sedimentos y las partículas en suspensión aportando una mayor transparencia al agua, manteniendo el oxigeno y la buena calidad.
“Es tal la importancia de esta planta para nuestra biodiversidad que en Mijas contamos con una Zona de Especial Conservación (ZEC Calahonda, ES6170030). Se trata del espacio comprendido entre Calahonda y el Faro de Calaburras, lo que se traduce en más de 1.400 hectáreas de superficie que queremos poner en valor”, ha indicado, agradeciendo la colaboración de la Fundación Aula del Mar Mediterráneo y la Junta de Andalucía a la hora de poner en valor este ecosistema. La zona ZEC es una figura de protección de la Unión Europea, dentro de la RED NATURA 2000, siendo la Junta de Andalucía la administración competente para su protección.
Durante toda la jornada, también han estado presentes Rafael Jiménez Maldonado, asesor técnico del Servicio de Espacio Naturales Protegidos, y Manuel Gondrona, del Servicio de Gestión del Medio Natural.
Este jueves se ha desarrollado esta iniciativa que se encuentra dividida en dos partes distintas. Así, de 10:00 a 13:00 horas se han llevado a cabo actividades y talleres de sensibilización y educación ambiental en las playas de Calahonda-Alhamar y El Bombo dirigidas a públicos de todas las edades. De hecho, para fomentar la concienciación entre los más pequeños, se ha contado con la asistencia de 150 niños y niñas de las escuelas de verano de El Olmo y El Chaparral. También los asistentes han podido conocer más de cerca a las tortugas marinas a través de experiencias con gafas de realidad virtual.
De manera paralela en la playa de Calahonda-Alhamar se ha realizado una actividad de sensibilización subacuática con submarinistas inscritos para llamar la atención sobre el cuidado de las posidonias en el fondo marino y qué deben hacer para realizar buenas prácticas en esa zona, es decir, cómo debe ser el comportamiento de los submarinistas para cuidar los ecosistemas marinos.
En este sentido, Juan Antonio López Jaime, presidente de la Fundación Aula del Mar Mediterráneo, ha querido destacar la importancia de este tipo de acciones para significar la riqueza de nuestros fondos marinos y para concienciar acerca de su preservación: “Las praderas de posidonias son nuestros ‘Bosques Sumergidos mediterráneos’. Su protección es esencial para garantizar la salud de este mar único y toda su biodiversidad.”.
Hay que recordar que en la anterior edición de ‘Bosques sumergidos’ se puso de manifiesto que la presencia de algas invasoras como la rugulopteryx okamurae y el aumento de la temperatura del agua suponen una seria amenaza para el mantenimiento de estas praderas sumergidas.