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Siento ser tan repetitivo, pero es que el dolor siempre vuelve, nunca se equivoca de puerta.
Las muchas mujeres que sufren esta enfermedad y también algunos hombres (el orden es porque las estadísticas así lo cuentan, pero tanto sufren unas como los otros).
Estas personas que sufren la fibromialgia en un grado severo, son personas en riesgo de » quiebra emocional», por desgracia algunas de ellas ya han cruzado ese umbral y están directamente «declaradas en bancarrota emocional», las posibilidades para ellas son pocas o nulas. En ese estado es fácil tirar «la toalla», pero es que la «toalla» pesa mucho, demasiado, y en muchas ocasiones se piensa en entregar el «combate» y abandonar la lucha (porque perder puede ser un mal menor).
¿Tienen idea del índice de suicidios que tiene esta enfermedad…?
No se preocupen si no lo saben, no era mi intención ponerle en esa situación.
Alta, muy alta… a nivel mundial.
La pregunta la hago porque ni los propios profesionales lo saben; ni la Administración, tampoco.
Esta no es una enfermedad local, ocurre en todo el mundo, en todos los ámbitos, en todas las edades, mujeres u hombres, nadie está libre de padecerla. Además, a las personas afectadas les cambia por entero el ámbito social; por desgracia, muchas veces, también el familiar.
La falta de atención y de respuestas está siempre a la orden del día; sin duda, algo tiene que ver que la investigación sobre el tema, así como una formación específica de algunos profesionales, aún está en pañales (aún hay negacionistas entre ellos). Entre eso, y que las ayudas por parte del gobierno son insuficientes para afrontar la situación, y que la voluntad política de hacer algo se queda sólo en eso: en voluntad, mal pinta la cosa ( igual de mal que los dos últimos decenios).
Por eso me atrevo a hacerles una recomendación. Se trata sobre un libro. VISIBLES II, que se pondrá en circulación por la asociación FIBRO PROTESTA YA.
Asómense a cualquiera de sus páginas. Verán a personas reales contando historias reales.
(Tal vez algún profesional también debería hacerlo…). Es posible incluso que conozcan alguna, de las de dentro del libro o de fuera. Hablen con ellas. Pregunten. Escuchen.
Necesitamos su apoyo para que esta llama no se apague, para seguir importando al resto de la sociedad. Para como bien reza el título del libro: hacerles VISIBLES ante todos.
José Antonio Navarro
