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Benalmádena se suma a la campaña ‘Tapones para una nueva vida’ para ayudar a niños con enfermedades raras
- El lugar escogido para el depósito de tapones será la Casa de la Cultura. Estos serán posteriormente reciclados y vendidos para recaudar fondos de manera solidaria.
El Ayuntamiento de Benalmádena, a través del área de Cultura que dirige la edil Jésica Trujillo, informa de que se ha firmado un convenio con la Fundación Seur para adherirse a la campaña ‘Tapones para una nueva vida’, con la colocación de una gran caja donde se puedan depositar tapones. Con este tipo de campañas se ha conseguido ayudar a 207 niños a través del reciclaje de los tapones de plástico, superando, hasta el momento, 1.400.000 euros recaudados.
El lugar escogido para el depósito de tapones será la Casa de la Cultura. Estos serán posteriormente reciclados y vendidos para recaudar fondos de manera solidaria y poder así ayudar a familias que tienen en su hogar a menores que sufren enfermedades raras o complejas en su tratamiento.
“Benalmádena es solidaria y sé que nuestros vecinos saben empatizar y ponerse en el lugar o en el papel de la familia” que lucha por combatir una enfermedad de este tipo. Además, para la recogida de estos tapones se utilizan los furgones de la empresa Seur, que los recogen en una ruta predeterminada de camino hacia los puntos donde tiene que ir el repartidor, por lo que supone un ahorro de emisiones C02.
Historias recientes con la iniciativa.
– Alba, una niña de 3 años con parálisis cerebral. Para mejorar su calidad de vida necesitaba realizar sesiones de rehabilitación con el primer exoesqueleto infantil del mundo, para el que se recaudaron 80 toneladas de tapones.
– Leo, un niño de 8 años de Benidorm con la enfermedad de hirschsprung y síndrome de down al que se le costearon las sesiones de terapia acuática para mejorar su calidad de vida.
– Lola, una niña de 3 años de Huelva con BPAN, una enfermedad ultra rara perteneciente al grupo de enfermedades neurodegenerativas por acumulación cerebral de hierro y necesitaba un triciclo para poder caminar y seguir con sus sesiones de fisioterapia. Se consiguió aportando 40 toneladas de tapones.