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Debemos reconocer, no sabemos el qué y el porqué y el por qué, el verano en la Península Ibérica, cambia el reloj, se mueve y conmueven de otra manera corazones y almas y carnes. Puede que muchos se vayan a la playa, desde hace años, muchos fuera de las fronteras del Terruño, puede que otros vayan a los pueblos de origen de ellos o de padres o de abuelos, otros, quizás, muchos también, se quedan en sus casas, en sus residencias o en casas de sus hijos. Da lo mismo, el verano cambia la realidad de nuestros suelos y sueños y cielos…
Observo este año, y, también el año pasado, que ha aumentado una barbaridad en verano, los anuncios de preservativos. Dicen que desde hace dos siglos y pico, una de las funciones del articulismo de opinión literario, -no hablamos del de datos o análisis-, incluso podría buscar datos concretos, en este tema, pero no lo haré. Porque pienso que queda mejor, que nos fijemos en esa realidad, algo así, en septiembre durante años, hubo aumento de toda clase de coleccionar/colecciones de todos los temas, eso con Internet se ha detenido, en Navidades las colonias.
Pero ahora, desde hace varios veranos ha ocurrido este cambio de publicidad, diríamos que existen ahora tres temas que se repiten desde hace semanas: si quieres cambiar tu coche o venderlo de segunda mano, estos anuncios llevan ya muchos meses, también otro de una compañía de seguros, que también llueve desde hace muchos meses, y, desde hace unas semanas los cuerpos esbeltos y con unos anuncios, diríamos incisivos, para preservar realidades y otros, para aumentar sensaciones…
Esto es el verano, ante el anterior tema, me pregunto que diría E. Pardo Bazán, Mesoneros, Larra, Fernán Caballero, y, otros, siempre me gusta citar los primeros, porque después vienen las futuras generaciones –no solo es Larra el bisabuelo de todo este tinglado del articulismo hispánico…-, Pero estábamos hablando del verano. El verano cambia los usos y costumbres y los hechos y los conceptos y los recuerdos y las memorias. En el verano se siente el aire de otro modo, entre otras razones, porque el calor es enorme.
Siempre el problema, la industria del turismo va a las playas, y, el centro y los centros sin playa, no saben qué hacer para que les visiten personas de los lejanos mundos, para que ellos puedan también comer trozos del pastel. Aquí, no se les tirará agua con pistolas de agua, aunque creo que eso ha sido un espectáculo preparado precisamente para que se expusiese en las cadenas de televisión de Europa, diríamos que era un teatro preparado. Los extranjeros que si son de Europa, ya no lo son, porque todos somos europeos, los extranjeros de cualquier lugar, son todavía bien recibidos aquí en la Península… -no entro en tantos problemas de la vivienda, etc.-.
Me he encontrado precisamente, un artículo de Amando de Miguel Rodríguez (1937-2023), sociólogo, según los datos que dispongo publicó ciento veinte libros y miles de artículos en la prensa. Dicho artículo titulado: Tinto de verano, publicado, supongo en El ABC, pero no encuentro en el libro, antología de ramilletes de artículos, el libro titulado Con sentido común, no encuentro la fecha, ni el medio. Nos habla de la costumbre del tinto de verano, que es vino colorado y rojo mezclado con gaseosa, que por la geografía, dicen se extiende todo el verano.
En algunas casas, todos los años y en todas las comidas se hace esa mezcla, es una manera, de no beber agua, aunque el agua sea más sana. Pero la gaseosa esencialmente es agua con edulcorantes, y, situar un poco de vino. En la tierra del vino con las bodegas más grandes del mundo, o, al menos algunas, o, al menos hasta hace un tiempo. En muchos hogares se degusta el vino mezclado con gaseosa, poco vino y mucho más gaseosa, pero se le llama «vino con gaseosa». Eso del tinto de verano, es más bien para playas y para turismos y foráneos y también de dentro… A veces, me digo a mi mismo, rebajar el vino con agua, viene desde los romanos –no sé, si en la Edad Media prosiguió el uso, aunque se temía el agua, como transmisión de enfermedades, por eso, en muchos países era más popular la cerveza y el vino, por motivos de salud…-.
Se discute mucho la función del articulismo de opinión en los países del sur de Europa, especialmente en España, porque se repite hasta la saciedad que es una realidad concreta de nuestra sociedad… Pero estimo y creo, que en el columnismo se expresan opiniones e ideas sueltas, subjetivas sobre temas de la realidad, y, siempre puedes encontrarte con una frase que te permite ver lo que siempre percibes de otro modo. Creo que aquí esté el gran misterio del articulismo, esa gran pieza y llave que abre nuevos horizontes.
Amando de Miguel, uno de los grandes sociólogos de nuestro Terruño, nos plantea en estos artículos, que es el análisis de diversos aspectos de la realidad, con y valiéndose de la sociología, y, diríamos de sus ojos y de la opinión, en su caso, con más saber sociológicos, otros articulistas, lo hacen, con la literatura, aquellos, Ortega y Unamuno, los maestros de este escribiente en el columnismo, con la filosofía o las teología o metafísica.
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