La Térmica no cierra por vacaciones

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La Térmica permanece abierta en agosto con las exposiciones ‘^misericordia’ y ‘Retratos de familia’

El centro solo cerrará el primer y segundo fin de semana de agosto, los días 3, 4, 10 y 11, así como el jueves 15, fiesta nacional

Las muestras se pueden visitar de de martes a domingo de 11:00 a 14:00 y de 17:00 a 20:30 horas

Los usuarios del centro, entre ellos los que acuden a la sala de estudio, tendrán un horario de verano de 12 horas ininterrumpidas, de 9:00 a 21:00

La Térmica, el centro de cultura contemporánea de la Diputación de Málaga, permanece abierta durante el mes agosto, salvo cinco días del mes. Además, las exposiciones ‘^misericordia’ y ‘Retratos de familia’ se podrán visitar en su horario habitual. Los que quieran disfrutar de los retratos de la fotógrafa Estela de Castro o viajar al corazón de la Casa de Misericordia de la mano de isidro López-Aparicio podrán hacerlo de martes a domingo de 11:00 a 14:00 y de 17:00 a 20:30 horas.

Además, los usuarios del centro, entre ellos los que acuden a la sala de estudio, tendrán un horario de verano de 12 horas ininterrumpidas, de 9:00 a 21:00. Eso sí, hay que tener en cuenta que el primer y segundo fin de semana de agosto, los días 3, 4, 10 y 11, así como el jueves 15, fiesta nacional, La Térmica cerrará sus puertas.

‘Retratos de familia’

El público puede visitar las dos exposiciones que ofrece La Térmica hasta el mes de octubre. En la sala 014 Vélez-Málaga, la mirada de la artista Estela de Castro compone escenas cargadas de belleza. Su objetivo modela la luz a su antojo y la transforma en estampas de una calidad estética incuestionable. Aunque no se queda en la superficie. La fotógrafa madrileña utiliza el arte para ahondar en diferentes causas sociales y los derechos de los animales es una de ellas. Sobre esta temática gira ‘Retratos de familia’, la muestra que supone su alegato a favor del hogar multiespecie.

Un total de 32 fotografías conforman la exposición, que cuenta con la colaboración de Fujifilm y Cervezas Victoria. La muestra ha sido concebida para La Térmica y en ella también se incluyen una serie de acciones colaborativas para fomentar el diálogo entre la obra y el público, al tiempo que pretenden provocar una reflexión más comprometida. Una de ellas consistió en una sesión fotográfica para una treintena de grupos malagueños. Estas instantáneas, realizadas en una de las salas de La Térmica, se proyectan en una pantalla como parte de la exposición.

Este proyecto de Estela De Castro, que ve la luz por primera vez, es parte de su discurso animalista ya antes desarrollado a través de  series como ‘Zoocosis’ y ‘The Animals’. En todas ellas, la artista busca dignificar al animal que comparte planeta con el ser humano y lucha por el reconocimiento que los mismos deben tener en una sociedad que aún los considera, en su gran mayoría, como seres de segunda categoría.

Como parte de este proyecto, además, se potencia de una forma directa la adopción responsable de ciertas protectoras que la autora ha elegido para dar visibilidad. La fotógrafa también realizará un taller de retrato a mediados de septiembre con una quincena de plazas disponibles.

‘^misericordia’

El edificio que hoy alberga La Térmica se construyó para ser sede de la antigua Casa de Misericordia. Este pasado asistencial y de servicio a los más desamparados todavía resuena en sus muros y ese eco lo ha recogido el artista isidro López-Aparicio (iLA) para transformarlo en el discurso expositivo de ‘^misericordia’. La muestra se podrá visitar hasta el 13 de octubre en la sala 017 de martes a domingo de 11:00 a 14:00 y de 17:00 a 20:30.

López-Aparicio, un creador de proyección internacional que siempre ha marcado su trabajo de un profundo carácter político y social, detiene en esta ocasión su mirada en este hospicio malagueño que recogía a niños huérfanos, sin posibilidades o abandonados y a los que ofrecía un hogar donde dormir, comer y recibir una educación. La exposición ‘^misericordia’ supone un viaje al sentido y al corazón de esta institución, además de una reflexión sobre la política de los cuidados, uno de los desvelos de la sociedad actual.

En su intervención, el artista ha recuperado y transformado en obras de arte la cultura material y simbólica de la antigua Casa, desde las sábanas de las habitaciones a las bandejas del comedor. La ropa de cama, muy deteriorada por el uso y el paso del tiempo, ha sido convertida en hojas de papel. En ellas se han impreso recuerdos fotográficos de su pasado. En cuanto a las bandejas de metal, han sido troqueladas con palabras en torno a comportamientos como la generosidad, el amor, la empatía, la comprensión o el consuelo, analogías o silogismos de misericordia. También se han utilizado las sillas para hacer una instalación y otros materiales en desuso.

Junto a estas piezas nacidas de la memoria, el artista despliega un amplio cuerpo de obra que aporta una visión crítica sobre la falta de una distribución justa de la riqueza y que interpela al espectador acerca de los valores humanos y la defensa de los derechos.