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Tere Álvarez, actual jueza de paz de Alhaurín de la Torre, ha decidido presentarse a la reelección. Tras la presentación de candidatura, es el pleno municipal, así como el Tribunal Superior de Justicia de Granada quienes tienen la última palabra.
En un reciente encuentro con este medio de comunicación , Álvarez ha compartido detalles sobre su experiencia, desafíos del cargo que ostenta desde 2020 y las motivaciones que la llevan a continuar en esta labor.
La actual jueza de paz, ha explicado a Revista Lugar de Encuentro, que desempeña un servicio honorífico a la comunidad, sin remuneración formal, más allá de una asignación trimestral destinada a cubrir gastos de representación. «El juez de paz no cobra ni cotiza; es una figura honorífica. El puesto requiere dedicación, tiempo y un profundo compromiso con la ciudadanía. La empatía es muy importante». ha señalado.
Además, ha aclarado que su cargo está desvinculado de afiliaciones políticas, en respuesta a las críticas que la vinculaban con la política local. «Nunca he pertenecido a un partido político. Es cierto que he participado como independiente en las listas del PP y fui concejala durante cuatro años, pero no he estado afiliada a esta formación política», ha afirmado.
Durante estos cuatro años, entre sus responsabilidades han figurado la celebración de matrimonios civiles, mediación en conflictos menores, gestión del Registro Civil (como nacimientos y defunciones), y la supervisión de pruebas en casos de faltas leves. «Hay meses en los que hemos inscrito más de 15 nacimientos en Alhaurín de la Torre». Y se ha tramitado más de 300 bodas durante estos cuatro años. En el ámbito judicial, en el juzgado de paz se han gestionado unos 5.000 exhortos al año» ha subrayado.
Una vida dedicada al servicio social