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Miles de personas, entre fieles, cofrades y visitantes, llenan las calles de Alhaurín de la Torre en una jornada histórica e inolvidable
(Reportaje fotográfico por cortesía de J. Jesús Flores)
Alhaurín de la Torre ha vivido este sábado, 28 de septiembre, uno de esos momentos que pasan a la historia y quedarán en la mente y la retina de muchos.
La procesión extraordinaria de Nuestro Padre Jesús Nazareno del Paso, titular de los Moraos, con motivo de su LXXV Aniversario ha resultado apoteósica y llena de momentos de emoción y singular belleza ante una multitud de personas que ha arropado a la sagrada imagen desde su salida de la parroquia de San Sebastián y la Inmaculada Concepción hasta su encierro en el mismo templo ya bien entrada la madrugada del domingo.
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Las calles han presentado un aspecto inigualable y de ambiente festivo con colgaduras, doseles y grandes lonas con frases alusivas al Nazareno y la imagen del señor en muchos balcones. La salida del cortejo se produjo minutos después de las siete de la tarde y la expectación por ver a Nuestro Padre Jesús con su nueva túnica de procesión y el cíngulo bendecido por el Papa Francisco era máxima. El trono atravesó el dintel de la parroquia con los sones del Himno Nacional interpretado por la Agrupación Musical ‘Nuestro Padre Jesús’ que no ha parado de tocar brillantemente distintas marchas a lo largo de todo el recorrido.
La luz del día ha permitido ver con total nitidez y esplendor el resultado del trabajo del bordador Salvador Oliver que ha causado una magnífica impresión entre los presentes. Jesús Nazareno ha lucido un broche en el cíngulo regalo de una hermana y gemelos de oro con perlas moradas que fueron bendecidos por el Papa Francisco al igual que el cíngulo.
A semejanza de cada Jueves Santo, Nuestro Padre Jesús iba sobre un monte de claveles en este caso de color malva perfectamente pinchados y encajados dando forma a ese monte que ha estado rodeado de distintas flores como lisianthus malva, rosa ocean song, orquídea vanda, anthurium, flor de arroz y esparraguera malva.
La cruz guía junto a cuatro faroles abría el cortejo, que se ha organizado íntegramente en la Plaza de la Concepción, seguido de la Banda de Cornetas y Tambores ‘Coronación’ de Campillos que ha vuelto a desfilar una vez más con mucho éxito con los Moraos. De hecho, es tal la vinculación con la hermandad alhaurina que tras la bendición del Nazareno se han incorporado tras el trono hasta llegar al encierro.
Al igual que ya ocurrió el pasado año con motivo del L Aniversario de la Virgen de los Dolores, la procesión ha contado con numerosos hermanos que han portado algunos de los enseres principales con los que cuenta la Real Hermandad como el guión corporativo, el estandarte del Nazareno obra del pintor Julio Hernández, farolitos y mazas. Seguidamente, casi un centenar de mujeres ataviadas de mantilla con vestidos en color morado volviendo a conformar una de las estampas más bellas del cortejo.
Además, han desfilado representantes de las cofradías y hermandades del municipio, así como asociaciones de fieles y hermandades invitadas de otras localidades cercanas. Una escuadra de gastadores del cuerpo de Regulares ha participado en el cortejo reafirmando la fuerte vinculación entre este cuerpo militar y los Moraos.
También han tenido su protagonismo las antiguas Camareras Mayores, Hermanos Mayores, autoridades civiles y militares y, como no, la Corporación Municipal con el alcalde, Joaquín Villanova, a la cabeza. Algunos de los ediles han ejercido de portadores de trono al igual que el regidor, que ha portado al Nazareno en el primer turno.
Y es que era tal la demanda por llevar en sus hombros al Señor del Jueves Santo que se han habilitado dos turnos de 130 portadores cada uno con hombres y mujeres bajo los varales. El cambio se ha efectuado en la calle Juan Carlos I a la altura del Pasaje de San Cristóbal. Todos ellos han lucido túnica morada con el escudo de los Moraos y el escudo conmemorativo del 75 Aniversario de Jesús Nazareno en las mangas.
El hermano Mayor, José Antonio Bernal, estaba pletórico junto a la Camarera Mayor, Matilde Pérez, y las tres principales figuras de nuestra parroquia como el nuevo párroco, Manolo Córdoba; el sacerdote Pepe Planas; y el diácono José Antonio Aguilar, que han participado durante todo el recorrido conformando un estampa única nunca vista hasta el momento.
A lo largo del recorrido los antiguos mayordomos de trono o sus familiares más directos han realizado uno de los toques como homenaje a ellos y un portador del Nazareno que acaba de salir de una grave enfermedad ha dado un toque de campana muy especial en el recorrido. El actual mayordomo, José María González, y su equipo han realizado un magnífico trabajo durante toda la noche.
El recorrido ha sido algo inédito en la historia de la Real Hermandad y ha pasado por calles que el Nazareno no había pisado en todos estos años de historia como Reales Alcázares, la calle Mezquita, Ermita y Constitución.
No han faltado numerosos momentos emotivos como distintas petaladas en calle Cantarranas, Juan Carlos I y Sevilla, el memorable paso por la Casa Hermandad de los Moraos donde los portadores de trono han entonado ‘Encarnación Coronada’ en honor a la antigua talla de la Virgen de los Dolores que allí se venera.
La imagen presidía un altar montado para la ocasión a la vez que una lluvia de pétalos caía sobre el Nazareno, los poemas que ha recibido en la plaza de San Sebastián y en Juan Carlos I, el cante en la calle Constitución y en el Bar Peña y, por supuesto, con el momento cumbre que ha tenido lugar pasada la medianoche con la bendición de Jesús Nazareno a su pueblo.
Un acto que ha estrenado ubicación al hacerse en la plataforma peatonal de la Plaza de San Sebastián permitiendo que todo el público pudiese contemplarla perfectamente fuera del lugar acotado por las obras de la Avenida de España.
Al llegar a la plaza de la Concepción para el encierro, una lluvia de buganvillas moradas ha caído desde lo más alto del campanario para recibir a Nuestro Padre Jesús. Cerca de las dos de la madrugada se produjo el encierro que terminó con la entonación del himno de Nuestro Padre Jesús; ‘Padre Jesús, el Nazareno’, ya dentro del templo.
Esta procesión ha puesto el punto y final a un día histórico para los Moraos y los cofrades en general con el que se cierra un periplo de tres años de procesiones extraordinarias en Alhaurín de la Torre por las efemérides de los sagrados titulares de Verdes y Moraos.