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Como cada año el último fin de semana de octubre, los relojes españoles retrocederán una hora para dar la bienvenida al horario de invierno. Cuando el reloj marque las 3:00 de la madrugada del domingo, volverá a las 2:00, dándonos una hora extra de sueño, pero también adelantando la llegada de las noches.
Reloj ajustado a necesidades energéticas de los años 70
El cambio de hora en España se inició durante crisis del petróleo en 1974. Fue aquí cuando se implementaron medidas para aprovechar al máximo la luz del día y reducir el gasto energético en momentos de altos costos.
En teoría, el cambio horario optimiza el uso de la luz natural durante las jornadas laborales y escolares, reduciendo la necesidad de electricidad en las primeras horas de la tarde. Pero, estudios recientes ponen en duda la relevancia de este ahorro. Organismos como el Instituto para la Diversificación y Ahorro de Energía (IDAE) en España cuestionan este impacto.
Debate en Europa: ¿Un último cambio de hora?
Desde hace tiempo, la Unión Europea ha planteado la posibilidad de poner fin al cambio de hora estacional. En 2019, la Comisión Europea propuso que cada país miembro optara entre mantener el horario de verano o el de invierno de manera permanente, buscando eliminar los efectos negativos asociados al cambio horario. Sin embargo, la pandemia y otras prioridades retrasaron esta decisión, y España continúa realizando el ajuste de hora en primavera y en otoño, como el resto de Europa.
¿Fin del cambio de hora a la vista?
Con la creciente evidencia en contra de los beneficios energéticos y de salud, sumado a la posibilidad de un cambio de normativa en la Unión Europea, la práctica de atrasar y adelantar los relojes cada año podría estar en sus últimos años.
Hasta entonces, toca acostumbrarse nuevamente a la llegada temprana de la oscuridad y a disfrutar de una hora extra de sueño… aunque solo sea por una noche.
