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Me indican que un alumno se acercó a la biblioteca preguntando si tenían o disponían de fotolibros, que son libros de fotografía, y, a raíz de esta pregunta y sugerencia, los responsables de la biblioteca empezaron a entresacar todo lo que disponían archivado en distintas signaturas, y, hasta ahora, han llegado a este número de ejemplares…
Hay que mencionar dos conceptos o ideas o datos, primero que se considera que la obra Photographs of British Algae de Anna Atkins es el primer fotolibro de la historia, y ya puestos a conmemorar que el día 14 de octubre es el Día Internacional del Fotolibro.
Diríamos que el fotolibro es la forma o una de ellas que la fotografía se expresa, puede hacerse por móvil o enviarse con esos modos, exponerse en Internet, puede hacerse una exposición física o virtual en una sala, pueden existir coleccione de fotografías en museos especializados o en departamentos de museos de arte, y, puede una forma o manera, más modesta y más fácil exponerse en libros. En el formato libro tradicional se insertan fotografías, que pueden ser artísticas o estéticas, culturales, de alguna temática concreta, etc. Aquí entra la enorme complejidad del cerebro y del corazón humano.
En España existen diversas colecciones de fotolibros, se supone que una de las más amplias es la que dispone la BNE, Biblioteca Nacional porque es obligatorio enviar un ejemplar, de cuatro, al depósito legal de dicha entidad, de todo libro que se publica… Por lo cual, podemos pensar que existen miles de libros de fotografía o de fotolibros en el seno de la BNE, según la misma BNE, existen a diciembre del 2023, alrededor de 35 millones de libros y documentos de todo tipo –incluidos fotografías, dibujos, viñetas, diseños, etc.-.. De ellos, suponemos que miles serán fotolibros…
Aquí surge una cuestión de Archivística y de Biblioteconomía si se debe crear unas siglas o una sección o un departamento para algunas finalidades, por ejemplo, para el fotolibro, porque ya se está adoptando de alguna manera, en todas las bibliotecas, ideas y conceptos de las grandes bibliotecas del mundo, que en definitiva, han ido pasando de solo libros a conservar, guardar, coleccionar libros y todo tipos de materiales, no solo dibujos, sino diseños, materiales ephemera, partituras originales de música, y, decenas de otros productos. La cuestión ahora que nos hacemos, es si todas las bibliotecas deberían tener una sección especial de fotolibros, como se está extendiendo disponer de una de cómicas, historietas, humor gráfico…
A mi corto entender, la ampliación del concepto de biblioteca que se está produciendo, no solo de conservar y guardar libros y materiales similares, sino ampliándose, pues en la sección de fotografía, pueden estar la de fotolibros. Igual que se está extendiendo el concepto de Archivo, empezar a conservar legados personales, de artistas o científicos o filósofos o pensadores o literatos… Es decir, ir conservando material, no solo bibliográfico o libros publicados, sino documentos manuscritos o no publicados, cartas, y, multitud de otros materiales. Práctica que casi universalmente se extendió por toda la geografía norteamericana, y, como no solo se copia las ideas de las comidas de perritos calientes y hamburguesas, también las ideas culturales…
De ahí, que quizás las bibliotecas de las Facultades de Bellas Artes de este país y de esta sociedad podrían empezar a pensar a ir coleccionando obras y materiales y documentación del alumnado que ha ido pasando por sus circuitos. No solo museos universitarios como también se está extendiendo la costumbre y el uso, sino también dentro de la biblioteca, del concepto de biblioteca. Y, al cabo de unos años, podrían disponer, aunque evidentemente, siempre está el problema del espacio, de obras acumuladas y de distintos materiales y documentación de sus respectivas especialidades –las bibliotecas de Arte o de Bellas artes, de dicho material, las de Filosofía de materiales documentales de Filosofía y de alumnos que hayan pasado por sus aulas, etc.
Que la biblioteca de La Facultad de Bellas Artes de la Complutense tenga mil seiscientos fotolibros es un signo y una señal de la riqueza cultural que se conservan en los vientres de las entidades tan antiguas como es el concepto de biblioteca. Y, es un signo y señal y símbolo de que las bibliotecas y bibliotecas universitarias pueden ir cumpliendo más fines de los que hasta ahora se les han asignado. Pero cómo dicen todos los expertos en esta temática, no les faltan materiales, sino espacios. Hoy quería levantar una lanza o dos, para el concepto de fotolibro, y, para el concepto de la colección de fotolibros de dicha biblioteca de dicha facultad..