Proyecto «Vivir en Casa»

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La ‘Jornada de Buena Vecindad’ del proyecto Vivir En Casa pone en valor las redes de apoyo mutuo para generar mayor bienestar y favorecer la inclusión de mayores y dependientes

El proyecto ‘Vivir en Casa’ de innovación social en cuidados domiciliarios ha organizado hoy miércoles en el Rectorado de la Universidad de Málaga la ‘Jornada de Buena Vecindad’ para conocer y profundizar en los distintos modelos de grupos de apoyo y redes vecinales que facilitan la colaboración interpersonal y el intercambio de recursos, generando mayores cuotas de bienestar entre sus miembros y favoreciendo la inclusión social, especialmente entre las personas mayores o en situación de dependencia.  La delegada territorial de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad de la Junta de Andalucía, Ruth Sarabia García; la decana de la Facultad de Estudios Sociales y del Trabajo de la Universidad de Málaga,  Ana Rosa del Águila Obra; el presidente de la Asociación Arrabal-AID, Julio García Daza, y la directora de la Empresa de Inserción AIDEI, María José Santos Reyes, han participado en la apertura de este encuentro que ha reunido a cincuenta profesionales de los servicios sociales comunitarios, representantes del tejido asociativo y otros agentes sociales.

En su intervención, Ruth Sarabia destacó la naturaleza inclusiva de ‘Vivir en Casa’, expresando que “este proyecto reúne a todos y todas, desde la Universidad de Málaga como promotora y vínculo, hasta la Junta de Andalucía, el Ayuntamiento de Málaga, empresas de inserción, y el movimiento asociativo, sumando esfuerzos para un objetivo común”. También resaltó el papel de la vecindad y el respeto hacia las personas mayores, mencionando que “en la modernidad actual, a veces olvidamos el valor de lo que nuestros mayores construyeron”: “Este proyecto nos recuerda la importancia de cuidarnos mutuamente y fortalecer los lazos de buena vecindad, promoviendo una convivencia generosa y solidaria”, comentó.

Además, Sarabia hizo hincapié en que la tecnología no puede sustituir el contacto humano: “La tecnología es una herramienta, pero nunca reemplazará una conversación cara a cara”. Animó, además, a las asociaciones a involucrarse activamente y a actuar como altavoces que fortalezcan las relaciones vecinales, subrayando que “la comunidad necesita de pequeñas tareas y acompañamiento para crear una red de apoyo en la que todos participen”.

Por su parte, Ana Rosa del Águila Obra abordó la importancia de la colaboración y la innovación abierta en ‘Vivir en Casa’, un proyecto que supone un intercambio de ideas constante y que inspira a otras organizaciones a innovar y replantear sus proyectos. Del Águila también subrayó la relevancia de integrar el voluntariado en el hogar y en la comunidad, “facilitando que personas mayores y dependientes cuenten con el acompañamiento necesario”. Además, aprovechó para recordar la convocatoria abierta del Concurso de Cortos (más información en www.vivirencasa.org), una iniciativa que busca visibilizar y conectar más a las personas con el proyecto y su impacto en la vida diaria.

En la misma línea, Julio García aludía a la “dimensión comunitaria de la promoción de la autonomía personal y la atención a la dependencia” y resaltaba cómo desde Arrabal-AID se promueve “un modelo de intervención que no solo aborda las necesidades asistenciales de cada persona, sino que fortalece el tejido social a través de programas de buena vecindad”. En su opinión, la movilización de recursos comunitarios y el fomento de relaciones de ayuda mutua reducen el aislamiento y la sobrecarga de los cuidadores principales.

Tras la apertura institucional, se desarrollaba una presentación del proyecto ‘Vivir en Casa’ que impulsa la Universidad de Málaga en colaboración con la Junta de Andalucía, una mesa redonda que contó con la intervención de los profesionales de los Servicios Sociales Comunitarios Teatinos para compartir sus experiencias.  En un segundo panel, Celia Latorre y Maite Huarte, coordinadoras del programa Acompañando-Teruel de la Federación de Asociaciones Vecinales y Culturales de Teruel, relataron casos de éxito vinculados a esta iniciativa de voluntariado para combatir la soledad no deseada, un coloquio al que se sumaba también el presidente de la Asociación de Vecinos Mangas Verdes, Antonio Martos, quien expuso algunas de las acciones de “Ciudad Jardín hacia adelante”, una propuesta colaborativa de desarrollo comunitario.

Con un marcado carácter participativo, la jornada continuaba con la Dinámica World-Café en la que participaban todos los asistentes, para favorecer el diálogo y el intercambio de experiencias y la conversación sobre ‘Diferencias entre Voluntariado y Buena Vecindad’ que mantuvieron Mariví Moreno, referente del Programa de Personas con Discapacidad;  Javier Rocha, técnico del Programa de Mayores; y Manuela Martínez, técnica del área de Voluntariado, en representación de Cruz Roja Málaga, junto a David Azuaga, presidente de la Asociación DYAR.