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En momentos de crisis, la solidaridad se convierte en un pilar fundamental para la recuperación de las comunidades afectadas. Este es el caso de la reciente DANA que azotó la Comunidad Valenciana, dejando a su paso muertes, destrozos en viviendas e infraestructuras. Entre los múltiples gestos de ayuda y colaboración que ha surgido en Alhaurín el Grande, destaca la labor de Muebles Jara y su estudio de decoración Isabel Martín, que decidieron movilizar recursos y esfuerzo para apoyar a las personas damnificadas.
Una red de solidaridad que une Málaga y Valencia
Isabel Martín explica que la idea de colaborar surgió casi de forma espontánea. “Nosotros llevamos en el sector del mueble mucho tiempo y tenemos conocidos tanto en Valencia como transportistas en Málaga que suben y bajan mercancía entre ambas ciudades”, ha comentado. Al enterarse de la magnitud de los daños provocados por la DANA, contactaron con uno de estos transportistas, Rafael Rodríguez, quien realiza rutas regulares entre ambos territorios. Al saber que Rafa se encontraba en Málaga durante la emergencia, surgió la idea: enviar colchones, ropa de cama y otros artículos de primera necesidad.
Una movilización que creció rápidamente
Así, con la ayuda de la asociación Policía Amigo, Muebles Jara se convirtió en un punto de recogida para quienes quisieran colaborar. Isabel diseñó un cartel y lo difundió por redes sociales y entre conocidos. Además, Isabel envió un correo al centro educativo donde estudian sus hijos, Mit School Málaga. Su director Javier, no dudó en movilizar a padres y profesores para colaborar con donaciones.La respuesta fue abrumadora.
El colegio Emilia Olivares también se unió a la iniciativa con su directora Eva. Y no solo recibieron aportes de particulares, sino también de pequeñas empresas locales que llevaron productos de higiene, agua, leche y material de limpieza. “Incluso alguien trajo un palet completo de leche a la tienda para enviar”, ha explicado Isabel Martín.
Reparto directo y personalizado: Llegando donde más se necesita
La primera entrega de ayuda se realizó la semana pasada, enfocándose en los pueblos más afectados de Valencia como Paiporta y sus alrededores. Se repartió casa por casa, puerta a puerta, los productos de higiene, agua y alimentos que la gente había donado. Se entregó directamente a las familias que realmente lo necesitaban, en localidades que a menudo no reciben tanta atención mediática ni ayuda externa.
Próximos pasos: Enfoque en lo que realmente hace falta
Sin embargo, las necesidades en Valencia han ido cambiando con el paso de los días. “Ahora mismo está todo sobreabastecido de ropa, comida, y productos de limpieza», explica Beli. “Lo que realmente se necesita son máquinas grandes para limpiar, cepillos industriales y mano de obra para las tareas de limpieza”. Además, muchos hogares están tan dañados que requieren obras importantes, como alicatados y reparaciones estructurales.
Por ello, el equipo de Muebles Jara ha decidido hacer una pausa en el envío de ciertos materiales y centrarse en lo que realmente es necesario. “Hasta dentro de dos meses no subiremos con camiones de mobiliario, colchones, cunas, y demás”, ha afirmado Isabel Martín.
El esfuerzo coordinado entre Muebles Jara, la asociación Policía Amigo, y los transportistas como Rafa, refleja cómo la solidaridad y el trabajo en equipo pueden marcar la diferencia en situaciones de emergencia.
Esta experiencia deja una lección clara: la solidaridad no conoce fronteras y cada gesto cuenta, especialmente cuando se trata de llegar a aquellos lugares que muchas veces quedan fuera del radar de la atención mediática. Todo un ejemplo de compromiso y empatía.
