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Los museos actualmente cumplen muchos fines y finalidades, y, están creados por muchas motivaciones y razones, y, construidos por muchas diferentes personas y personalidades. De alguna manera, entre los muchos significados de un museo es el desarrollo de una temática, es la exhibición de la personalidad de una persona, lo que ha realizado y algo de lo que esa persona es. En este caso, es un museo de arte contemporáneo y actual, sobre la obra y base de Jorge Rando (1941 en Málaga), considerado uno de los grandes autores plásticos expresionistas-neoexpresionistas…
A mi entender el museo y el artista y sus obras propias es una mezcla de filosofía y arte plástico. Temática que personalmente me parece que es de una enorme riqueza, y, en la cual, se sitúa mi pincel y cabeza y corazón también, -cierto es, que en mi caso combinaría filosofía, arte plástico, literatura, metafísica, y, conceptos de ciencias y ciencias sociales-. Desde que se ha encontró hace unos lustros Chauvet, la concepción del arte cambió y se modificó en muchos sentidos. Uno, uno de ellos, es que el estilo de Chauvet y Altamira y Lascaux, sería el estilo o arte, al menos en la forma, no sabemos en el significado con más presencia en el tiempo, al menos quince milenios.
Pero también nos enseñó que el arte plástico era más antiguo, el arte prehistórico figurativo era mucho anterior a Altamira, y, aunque no conozcamos su significado completo o parcial, pudo cambiar durante los milenios, cientos de generaciones en esos milenios, por tanto, la concepción human y antropológica y metafísica del ser humano se modifica. Miren ustedes a sus bisabuelos y mírense ustedes –evidentemente, ahora el cambio es cada vez más real y rápido-.
Y, ya que muchos creían que habíamos llegado al origen perfecto del arte de las grutas, se ha encontrado el famoso «cerdo verrugoso» en las Islas Célebes de cuarenta y cinco mil años, y, un metro de largo. Figurativo y expresionista. Una figura de animal que podría quedar como actual o presente, si no se pusiese el nombre y la fecha, en cualquier sala de arte actual de cualquier museo de arte de vanguardia del mundo.
Aquello que se le achaca a Picasso, que dijo, cuándo salio de Altamira, que no habíamos inventado nada. Mirando el famoso cerdo verrugoso de hace cuarenta y cinco mil años, si nos fijamos bien. No hemos inventado nada, no hemos descubierto nada. A lo sumo, algunas técnicas nuevas, y, algunas perfecciones de algunas ideas estéticas y poéticas y formales, que ya estaban en Chauvet y desde luego también en el cerdo verrugoso. Muchos autores y autoras plásticos de hoy, creen que han descubierto Marte, pero Marte y el Mediterráneo ya lo descubrieron nuestros antepasados… hace miles de años. Y, posiblemente para llegar a ese cerdo verrugoso, existan otras obras precedentes y precursores, unos miles de años antes, que puede se encuentren dentro de unos años o no…
¿Porqué y por qué la humanidad y Humanidad fue capaz de descubrir tan pronto el arte plástico, porqué le fue necesario tan pronto expresar con líneas y manchas y dibujos y colores y grabados en paredes, posiblemente, también en otros materiales que se han perdido un universo de imágenes…? ¿Por qué continuamos haciendo millones de imágenes, utilizando diversas técnicas y artes, cada año, en la humanidad…? ¿Qué tiene las imágenes que necesitamos consumir imágenes, crear o diseñar imágenes de todas las cosas y de todas las realidades…? ¿Qué conformación mental o neuronal, tenemos en el interior que nos obliga a hacer imágenes, qué tiene nuestra «alma-espíritu» que ansía hacer imágenes? ¿Porque buscamos la belleza dentro de significados de verdad y de veracidad de bien y de bienes y de lo bueno…?
Un museo, este museo de Jorge Rando, es el cubil y la gruta moderna dónde se combinan muchas artes, el arte plástico es lo predominante, pero están todas las artes de la imagen, el movimiento, el sonido. Quizás, estamos haciendo lo de siempre, quizás, en las grutas o cuevas prehistóricas que hemos mencionado, se hacía música, bailes, ceremonias, ritos, se abría un camino a la interioridad humana, y, también al misterio y enigma de lo humano, de la naturaleza, de la metafísica. Quizás, esas grutas pintadas, fueron durante un tiempo, algo semejante, a lo que hoy es una catedral, una iglesia, un templo religioso, sea de la religión positiva que sea. Quizás, estemos siempre repitiendo la misma música con distintos compases… Quizás, el arte plástico, junto con otros, o con otros, o como otros, es como una abertura y obertura que los hombres se hacen a su interioridad más profunda, a su ser más profundo, a su estar más profundo. Y, en ese mirarse en su interioridad se encuentran con todas las cuestiones metafísicas…
Jorge Rando como autor plástico, el Museo que ha inaugurado hace una década, el museo como nueva gruta prehistórica que nos muestra algo del ser y del enigma de lo humano. Jorge Rando con su colección de obras de su autoría, más las obras de ese movimiento expresionismo y neoexpresionismo, nos está mostrando algo, algo que a veces olvidamos, el ser humano, individual y colectivo, es siempre algo más de lo que él mismo se piensa, se siente, se percibe, se concibe. Todo hombre o mujer es un misterio, todo museo es un misterio. Aquí, el homenaje a este artista, el homenaje a este museo… Iberia o Celtiberia o la Piel de Toro o la Tierra de los Conejos, como la tierra de los museos… ¡Paz y bien…!
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