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La Costa del Sol, tradicionalmente conocida por sus grandes complejos hoteleros y resorts, está experimentando una transformación en su modelo turístico. Cada vez más visitantes optan por alquilar apartamentos en edificios antiguos rehabilitados en los centros históricos de ciudades como Málaga, Marbella y Torremolinos en lugar de alojarse en habitaciones de macrohoteles.
Este cambio en las preferencias turísticas está redefiniendo el panorama inmobiliario y urbano de la región, con la Consultoría inmobiliaria como un actor clave en este proceso.
De macrohoteles a apartamentos en edificios históricos rehabilitados
El turismo en la Costa del Sol ha evolucionado, dejando atrás la época dorada de los macrohoteles. Los viajeros modernos buscan experiencias auténticas, proximidad a la cultura local y alojamientos que ofrezcan la comodidad del hogar.
El sector inmobiliario desempeña un papel muy importante en esta transición, apostando por proyectos que revitalizan pequeños edificios en lugar de demoler zonas completas para construir complejos de gran escala. Este enfoque no solo preserva el valor histórico y arquitectónico de los centros urbanos, sino que también contribuye a una mayor sostenibilidad en el desarrollo turístico.
Rehabilitación respetuosa: compromiso con el patrimonio y la comunidad
Uno de los retos más importantes en este cambio de hábitos turísticos es encontrar un equilibrio entre satisfacer la creciente demanda de viviendas de alquiler vacacional y respetar las necesidades de los vecinos que habitan en los centros históricos durante todo el año. Es fundamental que los proyectos respeten las características originales de los edificios y se integren en el entorno urbano de manera armónica.
Este paradigma implica crear espacios públicos de paso, como plazas, jardines o calles peatonales, que enriquezcan la experiencia tanto de turistas como de residentes. También resulta necesario equilibrar el uso turístico con una dotación adecuada de servicios públicos, como colegios, centros de salud y opciones culturales, para garantizar que los barrios sigan siendo habitables para los vecinos y atractivos para los turistas.
Evitar la gentrificación: un reto para el sector de la consultoría inmobiliaria
Si bien el crecimiento del turismo de apartamento tiene múltiples beneficios, también plantea riesgos como la gentrificación y la pérdida de la identidad de los barrios históricos. Tanto ayuntamientos como empresas del sector inmobiliario tienen en su mano la opción de diseñar soluciones urbanísticas que favorezcan la convivencia entre turistas y vecinos, evitando la gentrificación.
Esto no solo supone un beneficio para la población sino para el propio sector turístico, ya que los nuevos inquilinos vacacionales buscan disfrutar de una inmersión más profunda en la vida local, valorando los lugares que no están diseñados única y exclusivamente para uso vacacional.
Para los propietarios, la inversión en apartamentos en centros históricos rehabilitados resulta altamente rentable, puesto que combina la demanda turística con el creciente interés por el patrimonio cultural. Del mantenimiento de ese patrimonio depende en gran medida que los ingresos turísticos se mantengan estables en el futuro.
La clave para consolidar esta tendencia radica en una consultoría inmobiliaria comprometida con el respeto a las estructuras originales, la integración en el entorno y la creación de proyectos que atiendan tanto a las necesidades de los turistas como las de los vecinos.
