Artículo Periodístico 4.579º: «Museos en Málaga y, IIL. Treinta Museos»

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Málaga capital se autotitula la ciudad de los museos, se indica que dispone de treinta museos dentro y en su ciudad. Museos de diversas temáticas y de diversos estilos e historias.

 

Siempre me pregunto, cuánta población de un ente territorial y geográfico, pongamos el caso en la ciudad de Málaga, cuántos habitantes de dicha ciudad, han visitado, aunque solos sea una vez, todos los museos. Cuántos han ido varias veces… Parece una pregunta baladí, y, sin importancia, pero refleja una realidad y una cuestión y una pregunta. Imaginemos una ciudad que disponga de cinco o diez museos, la pregunta sigue siendo la misma, cuántos habitantes han visitado, aunque sea una vez, dichos museos, en diez años de vida que lleven en ese lugar, o en treinta o en cincuenta…

 

Creo que conocer este dato, es esencial, para saber la realidad y proyección  que tenemos con un ente cultural, que llamamos museo…

Según la Dirección de Museos y Colecciones de España, según la interpretación de la bodega de Internet, existen en España 1.090 museos, de diversas temáticas y de diversidad de propiedad, públicos y privados. De todos ellos, treinta según la versión oficial, están situados en la ciudad de sol y aire y agua y tierra y fuego de Málaga.

 

Citaremos y recordaremos el Museo del Arte Flamenco. Dicen, algunos que el Flamenco es la Opera española –no sólo la zarzuela-, de una sola voz y del movimiento. Es el conjunto y síntesis y recopilación de siglos de historia y de cultura. Quién sabe si el flamenco tiene sus raíces ya en los romanos y, que han ido pasando por todas las lenguas y culturas y religiones y civilizaciones que han atravesado-injertado-regado-alumbrado esta Piel de Toro. El flamenco es la poesía popular hecha esencia, esencia de sonido, esencia de palabras, esencia de movimiento, se combinan tres realidades y tres artes y tres sentidos, tres sentidos al menos: movimiento-danza, sonido-aire, palabra-voz. Todo unido, nos dice algo de la profundidad de lo humano, del amor y del querer, del desamor y del desequerer.

 

Al final, la esencia de lo humano es el amor-amar, somos reflejo de Dios, somos imagen de Dios, dice el cristianismo, y, el judeocristianismo define a Dios, como Ser del Amor-Amar…

 

Qué sería España sin procesiones, qué sería sin Semana Santa. Quizás, gran parte de lo que somos y estamos, seamos ateos o agnósticos o creyentes en otras religiones, no podemos entendernos sin los pasos y las músicas y los cantos y las saetas y las tallas y los olores y los sonidos por las calles de la Semana Grande-Santa. No podemos remediarlo, somos esto y eso. Esperemos no vengan otras culturas-metafísicas-tiempos-épocas y nos quiten esta composición de nosotros, diríamos a veces, que la Semana Santa es como el Flamenco hecho religioso y hecho movimiento secular-sagrado y laico-religioso, es como la voz del cante hondo de lo religioso hecho calle-escultura-movimiento-sonido. Nos encontramos aquí, el Museo del Arte Cofrade o Semana Santa de Málaga.

 

La Iberia-Celtiberia actual atravesada por varios ríos culturales-metafísicos-religiosos se ha ido sintetizando en la Semana Santa, ya existían procesiones en el mundo romano antiguo, en el egipcio antiguo, en el griego antiguo, también suponemos que en la Cartago antigua, pues todo eso lo hemos ido aunando –y, de todos los pueblos prerromanos, porque no solo somos Roma, cosa que hay que recordar muchas veces-.

 

¿Desde cuándo el humano hace música? ¿Se han encontrado flautas en la prehistoria, por tanto, como casi todo, quizás la música, la pintura, quién sabe si el relato o protoliteratura, ya lleva con nosotros decenas de miles de años, quizás, también la protodanza o el movimiento, y, todo lo demás…? Nos encontramos con el MIM, Museo Interactivo de la Música. Quizás, los «moldes» de lo que somos y lo que representamos y de las artes nos vienen desde la prehistoria, y, sobre esos moldes, nosotros los hemos ido rellenando a lo largo de la historia e Historia de todo y en todo.

 

Algo que la época moderna descubrió y redescubrió, es que al darle importancia al pueblo, y, al mismo tiempo, produciéndose las diversas revoluciones –industriales, económicas, políticas, científicas, demográficas, religiosas, etc.-, se produjo una revalorización de la vida tradicional, la etnografía, etnología, antropología cultural, la geoetnología, la geocultura, costumbres y usos populares, que al final, eran el producto de evolución de siglos y milenios. Aquí, como en casi toda ciudad de esta Ibería-España, existe un pequeño museo o mediano museo o gran museo sobre estas realidades del pasado, de hace unas generaciones, aquí en Málaga se denomina Museo de Artes y Costumbres Populares.

 

Atravesando el Museo Ruso de San Petersburgo en Málaga, de un extremos a otro de Europa, al final, Europa es una península de Eurasia, este museo une en una línea directa y recta, de varios miles de kilómetros dos mares, el Mediterráneo y el Atlántico, dos culturas en una, porque al final, la cultura rusa es cristiana y la cultura española es cristiana –al menos de momento-. Ese humus en común, hace que en multitud de facetas y realidades las personas y los hechos y las costumbres sean semejantes. Dos lados de Europa, del sueño de Europa, se besan aquí en este museo…

 

Al final, un museo no es solo lo que es o lo que tiene o dónde está, sino la mirada del que entra en esas ballenas rellenas de objetos y piezas y sonidos y colores y formas y maneras… Un museo eres tú, cada persona es un museo en sí misma… Paz y bien.

http://filosliterarte.blogspot.com.es      © jmm caminero (18 nov.-08 dic. 2024 cr).

 

Fin artículo 4.579º: «Museos en Málaga y, IIL. Treinta Museos».