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Bueno, es que unos y otros, los que se dicen ser de un lado o de otro, los que no saben si son de un lado o de otro, firmen la pipa de la paz, y, miren al bien colectivo y común…
Antes se denominaba la política como el ejercicio de la búsqueda de la paz, del bien común y del bien general. Y, ya en la definición vienen los problemas y las cuestiones. Para unos, será bien común o general, una cosa, y, para otros, será otra. Pero supongo que se puede comedir o mesurar o racionalizar. Creo que la política es como un carro movido por dos grandes ruedas, y, las dos grandes ruedas, son la izquierda moderada y la derecha moderada, y, cuándo ambas ruedas se entienden, con pequeñas diferencias de movimiento, entonces esa sociedad y país funciona. Ese ha sido el milagro europeo de estos últimos ochenta años…
Muchos se confunden, pero la democracia también tiene sus reglas y sus normas y sus límites. Una democracia tiene que ser eficiente y eficaz, porque si no lo es, al final, Esparta ganará la guerra del Peloponeso a Atenas… La población, el pueblo debe saber este aserto o principio o realidad. La realidad del sentido común y del sentido práctico se debe imponer siempre. Dicen que los romanos antiguos, cuando visitaban Egipto Antiguo, y veían las pirámides, no les llamaban la atención, sino simplemente lo creían, un derroche del poder de esa época sobre el pueblo. Lo práctico y el sentido común y el bien general y el bien común siempre tiene que primar, más en las democracias, porque si no es así, vendrán otros sistemas sociopolíticos, con bases en ideologías-filosofías, o en ideologías-metafísicas y desarbolarán el bosque de la democracia, y, sin darnos cuenta, nos quedaremos sin democracia… Cosa, que tanto ha costado en la Piel de Toro alcanzar…
Podría no citar en este caso, pero lo haré, por justicia y equidad, el maestro del articulismo Umbral, uno de los quince más grandes de estos tres siglos que han surgido en esta Tierra de Conejos, tituló: Gente de derechas, un artículo que dio a luz, en El Norte de Castilla, el 14 de enero de 1979, si ustedes analizan bien, hace casi medio siglo. Y, a mi entender, seguimos con algunos semejantes problemas o cuestiones o lamentos o quejas…
Dicen que en las primeras elecciones democráticas, cuándo se instalaron en Cortes, en El Congreso, -calle de San Jerónimo, un santo, que fue experto en Biblia, y, gran asceta, dos saberes que se van olvidando-, congresistas y personas que venían de la no-democracia, tantos los de un lado, del exilio, y, los del otro, los de dentro. Dicen, que en algunos casos, coincidían y tenían que estar en la misma fila, o muy cerca. Dicen, no sé si es cierto, que a lo primero, ni se miraban, ni se saludaban, ni incluso se apartaban las piernas para que los demás pasaran. Dicen, pero también dicen, que al cambio de unos meses, empezaron a mover las piernas para que pasasen mejor, y, a los pocos meses más, se saludaban. Dicen todo eso y eso dice todo.
No soy adorador de ideas, ni de ideas humanas, ni de personas, ni de personas humanas. Por tanto, no soy un adorador de la famosa realidad y concepto e ideas, de La Transición. Pero debemos reconocer, que algo bueno tuvo aquello, algo bueno que quizás, se ha perdido o se está perdiendo… Porque si la política es el arte de lo posible, descripción y definición contada hasta la lejanía y saciedad. Este es el problema, es que el otro, más si el otro es el mayoritario, tiene que decir, decir algo y mucho, sobre cómo debe funcionar el carro. Porque decimos, la política, según mi modesto parecer, es un carro movido por dos ruedas, dos grandes ruedas, y, después existen oras pequeñas, pero las otras son pequeñas. Y, tienen que aceptar que son pequeñas…
Se habló que España, está formada por las Dos Españas, durante décadas de las Tres Españas –concepto o palabra que unos achacan a Chaves Nogales, otros, a Marañon, otros a Pemán, otros a…-. Esa Tercera España, de la mayoría posiblemente, o al menos, de un tercio, que cree, que la solución es la que Dos Españas se entiendan y se comprendan, porque ambas llevan algo de razón o algo de mucha razón. Y, esos de la Tercera España, que como se indica, esa Tercera España, que siempre está padeciendo los vaivenes de las otras Dos.
Pero mi modesto entender y comprender, me temo que no existen Tres Españas, sino ahora, existen o desde hace mucho tiempo, existen Cuatro Españas… La Tercera sería la que quieren secesionar y dividir y crear otros Estados, y, la Tercera pasaría a ser la Cuarta España. Aquellos, que piensan que las Tres Españas anteriores se pueden y se deben entender, e, incluso comprender, e, incluso estimar y valorar…
Parece lo anterior un galimatías, pero no es tan difícil. A semejanza que pasa una línea geográfica y mental en China, una línea diagonal del norte al sur de China, y, la zona Este es la rica, y, la Oeste, la menos habitada y la pobre. En España sucede lo mismo, existe una línea, que pasa desde Lérida-Lleida aproximadamente y llega hasta Murcia, y, todo el Este de España y de la Península Ibérica, insertando Las Baleares es la zona rica, y, el resto, la zona Oeste de esa línea mental y geográfica, es la zona más despoblada y más desierta y menos desarrollada, la España pobre, exceptuando una isla o enclave que es Madrid, y, otra isla o enclave que es el País Vasco/Euskadi –como ustedes prefieran-.
Los de la Cuarta España, desean la paz y el mutuo acuerdo, y, creen que las otras Tres Españas se tienen que poner de acuerdo, y, mirar todos frente al futuro, porque es la única forma y manera, no encuentran otra, de que podamos vivir y sobrevivir en el presente y en el futuro. Porque los retos de futuro, son enormes. Y, como Gladiator, película, la primera, unidos podemos hacer frente al futuro, escena cuándo estaban en el Circo, esperando que saliese de las puertas del destino, lo que no sabían. Unidos y, poniéndose de acuerdo todas las ruedas, las dos grandes, y, las pequeñas, sabiendo también, que las grandes son las grandes y las pequeñas son las pequeñas. Paz y pax y pan y bien…
