CEM destaca el dinamismo económico de la provincia de Málaga en su balance de 2024

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  • La organización valora positivamente la evolución del empleo y su crecimiento interanual durante todo el ejercicio
  • La bajada de la productividad, la inestabilidad política y la inseguridad jurídica, principales lastres para la economía
  • González de Lara: «avanzamos a buen ritmo, pero debemos superar las limitaciones que comprometen el despegue hacia cotas más altas»

La Confederación de Empresarios de Málaga – CEM ha celebrado este martes sesión conjunta de su Comité Ejecutivo y Junta Directiva; la última convocatoria del año. Entre otros asuntos, la organización empresarial ha compartido junto a sus asociados un balance del año 2024 marcado por el significativo crecimiento del empleo y la dinamización de distintos sectores de actividad económica. Así mismo, ha mostrado su preocupación por aquellas circunstancias, coyunturales o estructurales, que a juicio de la patronal lastran y ponen el riesgo el crecimiento futuro de la economía en nuestra provincia.

«Un año clave», según ha apuntado el presidente de CEM, Javier González de Lara, destacando la generación de empleo como principal factor del crecimiento provincial en 2024, marcando cifras récord en ocupación, afiliación a la Seguridad Social y reducción de la tasa de paro –especialmente, en el tercer trimestre del año–. Al respecto, González de Lara ha subrayado que se ha generado empleo durante siete meses consecutivos del año, logrando prácticamente converger la tasa de paro con la nacional en verano –rozando el 12%– (la menor de la serie histórica) y romper el techo histórico de cotizantes, con más de 735.000 afiliados a la Seguridad Social en julio.

Son datos «que evidencian la capacidad de nuestro tejido productivo de generar actividad económica y crear empleo», apuntando al hecho de «haber asimilado el constante crecimiento de la población activa, que ha sumado más de 300.000 personas en las últimas dos décadas en la provincia». Desde CEM también se ha valorado el crecimiento interanual del número de cotizantes, por encima de los20.000 trabajadores de media mensual.

Según CEM, 2024 está siendo un año de consolidación del impulso económico de la provincia de Málaga, tras el periodo de recuperación posterior a la pandemia, que se refleja también en parámetros como el ritmo de creación de empresas y alta de autónomos, liderando Andalucía y ganando posiciones a nivel nacional. En este sentido, prácticamente 4 de cada 10 nuevas sociedades mercantiles en Andalucía se crean en Málaga.

El sector servicios continúa representando el espacio mayoritario de nuestra actividad económica, que acoge segmentos muy diversos, además del turismo y la hostelería, como la consultoría, la innovación o la tecnología, que están contribuyendo a sentar las bases de una diversificación muy productiva para la provincia, posicionándonos estratégicamente de cara al futuro. Destaca también la construcción, apuntando al liderazgo regional en número de empresas y generación de puestos de trabajo, acumulando un descenso del paro de más de 700 personas en los últimos tres meses.

Otro de los baremos a la hora de tomar el pulso a nuestra economía está siendo la actividad exportadora, que apunta en 2024 a otro récord, tanto en volumen de ventas como en número de empresas exportadoras. González de Lara ha señalado que «si bien en 2023 marcamos un notable ascenso, este año tenemos la oportunidad de mejorar nuestras cifras beneficiando, especialmente, al sector agrario, que tanto ha padecido a causa de la sequía y otros factores de tipo laboral o regulatorio».

Por otra parte, los órganos de gobierno de CEM han valorado la perspectiva de crecimiento del PIB de la provincia de Málaga del 3,7% en 2024, lo que supondría mejorar las métricas de 2023 y quedar, nuevamente, por encima de las medias andaluza, nacional y europea. En este sentido, González de Lara ha hecho hincapié en que «Málaga sigue su propio camino, una evolución que nos sitúa con cada vez mayor fortaleza y proyección no sólo respecto de España, sino a nivel internacional».

No obstante, CEM ha llamado la atención sobre determinados aspectos que están limitando claramente nuestra capacidad de crecimiento. Al margen de la incertidumbre global, provocada por la tensión geopolítica o los conflictos bélicos, entre otros aspectos coyunturales, las empresas de Málaga fijan en el ámbito nacional su mayor preocupación. Así, el presidente de la Confederación ha insistido en la productividad como el gran problema estructural de la economía española. «Nuestras empresas necesitan ganar competitividad, ser más productivas y crecer en tamaño», ha señalado, refiriéndose al hecho de que el 85% de nuestras empresas son micropymes, contando en la provincia únicamente con 172 empresas de más de 250 trabajadores.

En este sentido, CEM ha puesto el foco nuevamente en los «lastres que impiden revertir esta situación», como la presión fiscal, las trabas administrativas o la excesiva y compleja regulación que dificultan la actividad económica, «desincentivando la iniciativa empresarial y ahuyentando la inversión», como ha incidido González de Lara, quien ha reconocido que «la inestabilidad política actual y las injerencias en el marco del diálogo social, con el aumento constante de los costes sociales y laborales para las empresas, están haciendo mella, generando desconfianza».

En un plano más cercano, la Confederación ha puesto el foco en la planificación y el desarrollo de infraestructuras que considera «urgentes». Por ejemplo, en materia de movilidad, tanto ferroviaria como por carretera, refiriéndose a las conexiones por tren entre ambas costas, oriental y occidental, con los litorales mediterráneo y atlántico, y al desarrollo de los nodos logísticos entre Antequera, Málaga y Algeciras. Además, han compartido la necesidad de apostar por el suelo productivo y de oficinas, fundamental para el impulso de futuras inversiones, para nuestro crecimiento empresarial y la llegada de nuevas compañías que se instalen aquí.

Otros asuntos han pasado por hablar del agua y la lentitud en el desarrollo de los equipamientos necesarios que garanticen su consumo de cara al futuro. Además, se ha tratado el problema de la vivienda que, según ha expresado González de Lara, «se ha situado en el centro del debate público y la agenda política, aunque de forma confusa, desviando la atención hacia efectos colaterales y sin un compromiso claro, a todos los niveles, de afrontar la solución de forma efectiva».

Por último, los empresarios han señalado un doble objetivo que debe pasar por impactar de forma decisiva en el desempleo, con la meta siempre fija en bajar de los dos dígitos en la tasa de paro provincial, especialmente, en aquellos colectivos con mayor dificultad para la inserción laboral, como los jóvenes o los mayores de 45 años, así como el refuerzo de la formación, especialmente la FP Dual, para contribuir a la transformación y especialización laboral de un mercado de trabajo cada vez más exigente y especializado.