Artículo Periodístico 4.633º: «Archivo Miguel Delibes. Fundación Miguel Delibes»

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Decía Cela que existen dos tipos de monumentos, unos los de piedra, otros los de papel. La Catedral de Burgos es de los segundos, pero El Libro del Buen Amor, de los primeros.

Y, ambos entroncan y se unen y reúnen en la realidad para decirnos cosas del pasado, hablarnos del presente. La definición y descripción de cultura, según la antropología cultural, existen más de cien, ofrecidas por antropólogos culturales profesionales, ya saben ustedes que las ciencias sociales, es rara la que no dispone de varias líneas de interpretación del mundo, pues nos ofrecen el concepto general de cultura y de Cultura. Para mí, la que más me agrada, por ser muy fácil y sencilla y profunda, es que cultura son los modos de hablar, actuar, pensar, desear, hacer o de no hacer, no pensar, no desear, no hablar, etc.

Para mí, es de agrado encontrarme con una nueva Fundación que se haya inserto o inscrito en el territorio, porque es un modo de que una parte de la interpretación cultural siga permaneciendo. Miguel Delibes, el eterno llamado al Nobel, como también ha ocurrido con otros nombres, pero nunca se lo otorgaron, algunos indican, porque no era suficiente vanguardista en la expresión literaria, otros, porque no era suficiente progresista en los contenidos de los mensajes. Pero yo creo, que se equivocan, creo que Cela y Delibes, ambos, y, otros, aunque sus posiciones de ideas, fuesen moderadas, incluso conservadoras, sus relatos y novelas, nos contaban otros relatos más reales y más profundos.

Dicen, que Dickens explicó mejor la situación de Londres en el siglo diecinueve, explicó mejor que Marx, dicen que Dickens pudo permitir que Marx existiese, y, de alguna manera, también al revés. Creo que Cela y Delibes, por solo poner dos nombres han hecho por mostrar una realidad real, mucho más que otros, que se han apuntado a más progresismo en ideas. Creo que esto hay que reconocerlo.

Miguel Delibes Setién (1920-2010) es y ha sido uno de los grandes escritores en español y de España de la segunda mitad del siglo veinte. Algunos indican con cierta sorna o broma, que Celtiberia perdió más, cuando dejó de ser caricaturista, porque sus primeras publicaciones fueron de caricaturas, pero toda su vida, fue articulista, hasta periodista profesional, incluso director del Norte de Castilla, hubo una operación, para hacerlo director de El País, cuándo empezaba sus pasos, habría sido el primer director. Algunos indican que declinó ese ofrecimiento, porque su mujer acababa de fallecer. Algunos, he oído, después han pensado, si el rumbo de nuestra sociedad y país, hubiese ido hacia otros derroteros, si hubiese sido Miguel Delibes director de El País –pero esas son preguntas que llaman de historia ficción, los historiadores profesionales, pero los humanos, nos hacemos todas clases de preguntas y de cuestiones…, es la condición humana, mezclar lo real con lo posible, lo real con lo imaginario, lo real con lo que pudo ser y no fue-.

Cuando uno nace, y crece en su juventud, vive y existe en un espacio geográfico y político y social, pero también cultural. Vivimos en un «magma cultural» que es muy difícil separarse de él. Pues dentro de mi volcán cultural dónde me inserté, existían decenas y cientos de autores, unos más importantes, otros menos, o considerados por otros, más o menos. Uno, uno de ellos, que ha estado siempre con nosotros, con mi vida, ha sido DelibesDelibes es y ha sido siempre una persona de perfil bajo, aunque vivía del periodismo y de las noveleas y, un tiempo de profesor, pues no buscaba el dandismo, contrariamente, a como si hacían Cela y Umbral.

Delibes creo que cumplió una enorme función de mentor de Umbral. Francisco  Umbral, creo que no habría llegado a ser lo que fue y es, si no hubiese sido por Delibes –tema y cuestión, que creo no está bien estudiada en la cultura hispánica, como influye que algunos autores y autoras tengan mentores y otros no…, aparte de su valía y su talento…-.

Casi todos los escritores cuando fallecen entran en una especie de purgatorio. Además se le llama así, algunos reviven, de alguna manera y de algún modo, otros, el purgatorio se va haciendo más profundo y esencial. Creo que en el caso de Delibes no ha sucedido, creo que por otras razones, al tener en vida un perfil bajo, no buscaba estar en la primera fila, ha sido capaz de mantenerse en las trincheras de la cultura. Además del valor de su obra, aunque evidentemente, es o tiene un corte más figurativo o realista, algunos de los realismos literarios existentes…

Por otro lado, nunca sabemos como juzgarán a los autores dentro de cien años la historia, otros hombres y mujeres. Aunque yo creo que Delibes es uno de los grandes nombres, que por fin, ya en 2011 se abrió y fundó su Fundación, creo que es un monumento en papel, no de piedra, pero si de papel, como indicábamos al principio, que creo que perdurará, aunque en los terrenos de la escritura desde hace unos años, existe una enorme duda, qué va a suceder con la Inteligencia Artificial cuando se desarrolle aún más, en un futuro próximo. No puedo contestar a esa cuestión. Estoy como todos en esa duda.

Delibes, entre sus grandes méritos, tuvo un canto, una épica y una enorme epopeya, a su esposa. Creo que ese gran valor, que no se resalta lo suficiente, en tiempos tan aciagos y difíciles para el amor matrimonial, creo que eso es un mérito que no debemos olvidar, independientemente, como a usted o a su vecino le haya ido en ese asunto… Bucee en el Archivo Miguel Delibes –aunque yo sugiero a la entidad que pongan una letra mayor, que se vea más claramente, los catorce mil documentos-, porque es entrar en un mar de percepciones, ideas, sugerencias, conceptos, es entrar en una mente y en una conciencia. Cosa que también necesitamos. Leer a otro, indicaban en la Escuela de Frankfurt es leer una mente, leer otra mente, leer una conciencia, leer otra conciencia.

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