Artículo Periodístico 4.671º: «El eterno problema de la individualidad y la totalidad»

Tiempo de lectura aprox: 3 minutos

¿Cuánto la sociedad, los entes que forman la sociedad, el Estado puede y debe saber de cada individuo o de conjuntos de los individuos…?

Esta es la gran pregunta, de siempre, pero desde luego desde la revolución industrial, cuánto y de qué y cuándo y cómo una «entidad superior a un individuo» puede conocer de ese individuo, de ese ente en concreto, esa familia, esa misma sociedad o del mismo Estado.

Pero no olvidemos, que quién puede acumular datos y saber de otros individuos o entes, pueden ser otras personas u otros entes sociales o reales, o pueden ser entidades que gestionan la misma sociedad, o puede ser el mismo Estado…

Si alguien dispone de una tarjeta para comprar, cuánta información esa entidad de comercio o de compraventa, cuánta información termina acumulando y conservando y catalogando de un individuo o de una familia al cabo de un año o de diez años o de cincuenta años…

Nadie niega, que en una situación radical de peligro grave o total, conocer o saber, de un individuo multitud de datos, puede ser la diferencia, entre saber y conocer si ese individuo equis, va a ser capaz de poner a la sociedad en el límite de la supervivencia. Ya, ya sabemos el enorme poder que la sociedad ya dispone, y que algunos individuos también. No podemos negar este caso radical que se puede producir… No podemos negar, que saber mucho de muchos millones de personas, potencialmente, un organismo que conozca esa información puede evitar una tragedia social, teniendo en cuenta del poder y avance tecnocientífico existente. No podemos negar esta potencial realidad…

Pero en la segunda mitad del siglo veinte, entes privados o particulares, pero también entes dependientes del Estado, o, poderes del Estado pueden acumular, si conviene o les interesa, una masa ingente de datos de una persona concreta, un sector social, una sociedad entera… tantos datos, que de alguna manera, ese «ente equis», puede saber más de un individuo que el mismo individuo. Si se procesan con los saberes de las ciencias sociales, toda la acumulación de datos de una persona, se puede llegar a saber, en un sector de la realidad, tanto de un individuo, que en cierto modo se puede prever su conducta del pasado, presente y, en muchos sentidos la futura…

Pero si un ente social privado o un poder dependiente del Estado, por la razón que sea, contrasta y une y reúne multitud de bases de datos, de un individuo o de una familia o de un sector de la sociedad, puede acumular tal información, tal conocimiento de esa persona, familia, ente social, o estrato social, puede conocer más que ellos mismos y por sí mismos. Aquello de «conócete a ti mismo», la famosa frase de Apolo en Delphos o que se le atribuye al viejo maestro Sócrates. Esa frase se puede transformar «que existen entes, o pueden existir entes, entes diversos que pueden conocer más del individuo que el propio individuo, o de cualquier ente social…».

Esta es la realidad. Puede que usted, como individuo jamás nadie en particular se fije de usted. Pero potencialmente puede hacerlo. Pero si existe usted como una persona que forma parte de un sector social, y, seguramente pertenecerá a muchos. Se puede saber, si usted compra alguna vez un libro, al menos pagado por tarjeta –cuándo sea obligatorio que casi todos los pagos sean con este medio, ya será y se tendrá un conocimiento tan elevado de la realidad personal y familiar, como jamás ha ocurrido, conocimiento de todos los sectores sociales-. Pero si se acumulan cientos de vectores y factores de una persona o de un ente social… y, se juntan de muchas personas dentro de un sector social, la capacidad de conocer es casi ilimitada, la capacidad de gestionar ese sector social es ilimitada, la capacidad de prever ese individuo o ese ente social o ese sector social es ilimitada…

¿Qué ha cambiado en la segunda mitad del siglo veinte, en el último tercio del siglo veinte…? ¡Que la informática en todas sus maneras y todas sus formas, han revolucionado el mundo, pero especialmente, de forma automática, se pueden acumular billones de datos, de miles de millones de personas cada día, porque los mismos sujetos, con sus terminales informáticos, constantemente están enviando información y datos… que pueden ser examinados y analizados desde multitud de puntos de vista, aplicando, el enorme desarrollo de las ciencias…! ¡Factor este que se olvida, una masa ingente de datos, solo tiene sentido si se aplican multitud de conocimientos y técnicas del saber científico… en multitud de parámetros…!

¿La gran pregunta es, qué harán los poderes públicos y privados, los entes sociales públicos y privados con toda esa acumulación de datos, esa enorme e ingente acumulación de datos, hechos, conceptos, ideas, gastos, dedicación del tiempo, lugares dónde estamos, personas con las que estamos cerca, y, mil otras realidades, que hacemos o no hacemos cada día…?

¿Caminamos hacia el «superorganismo», concepto que ya indiqué, no me atrevo a expresar la palabra que diseñé o inventé, ya hace años…? ¿Cada vez, nos vamos acercando más y más, a ser un «individuo» no sólo dentro de una «sociedad», sino un «individuo» dentro de una especie de «termitero humano», a ser un individuo no sólo dentro de una sociedad, sino dentro de «un termitero humano»…? ¿…?

https://museovirtualcuadernosdelamancha.wordpress.com © jmm caminero (14-26 enero 2025 cr).

Fin artículo 4.671º: «El eterno problema de la individualidad y la totalidad».