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La sonda lambda es un sensor clave en el sistema de escape del coche, responsable de medir la cantidad de oxígeno en los gases de escape y optimizar la combustión del motor. Su fallo puede afectar el rendimiento del vehículo y aumentar el consumo de combustible. Descubre cómo detectar su mal funcionamiento y cuándo debe sustituirse con los consejos de nuestros expertos. Puede encontrar y comprar fácilmente todos los componentes en https://avtopro.es/catalog/bmw/1/category-sonda-lambda/
Principio de funcionamiento y ubicación
La sonda lambda mide la proporción aire-combustible, asegurando una mezcla óptima para la combustión. Su ubicación depende del modelo del coche, pero generalmente se encuentra en el colector de escape y, en modelos modernos, también después del catalizador.
Tipos de sondas lambda
- De circonio: Generan una señal eléctrica según la cantidad de oxígeno en los gases de escape.
- De titanio: Funcionan con cambios en la resistencia eléctrica.
- De banda ancha: Miden con mayor precisión la composición de los gases.
Causas comunes de fallo
- Daños mecánicos por golpes o vibraciones.
- Exposición a combustibles de baja calidad.
- Contaminación con aceite o refrigerante.
- Conexiones eléctricas defectuosas.
Síntomas de una sonda lambda defectuosa
- Luz de advertencia Check Engine encendida.
- Ralentí inestable y pérdida de potencia.
- Aumento del consumo de combustible.
- Emisiones contaminantes elevadas.
Solución: ¿reparar o reemplazar?
En algunos casos, limpiar la sonda puede solucionar el problema, pero si el desgaste es considerable, es recomendable sustituirla. La mayoría de los fabricantes aconsejan cambiar la sonda lambda cada 50.000-100.000 km según las condiciones de uso.
¿Es seguro conducir con una sonda lambda defectuosa?
Circular con una sonda lambda averiada puede generar un mayor consumo de combustible y daños en el catalizador. Para evitar reparaciones costosas, es mejor diagnosticar y solucionar el problema a tiempo.
Detectar y solucionar a tiempo un fallo en la sonda lambda optimiza el rendimiento del motor, reduce las emisiones y evita gastos innecesarios en reparaciones futuras.
