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El Hospital Materno Infantil de Málaga celebra su primera jornada sobre obesidad infantil
Más de 150 personas han asistido a la jornada donde se ha reflexionado sobre las consecuencias físicas y mentales que provoca la obesidad infantil
(Prensa Junta Andalucía) En el Hospital Materno Infantil, perteneciente al Hospital Regional Universitario de Málaga, existe una consulta monográfica dedicada a abordar la obesidad infantil desde 2022, en la que se atienden 900 niños cada año, y que trabaja de manera multidisciplinar con endocrinólogos y nutricionistas, en colaboración con el equipo de psicólogos y psiquiatras de la unidad de trastornos de conducta alimentaria y el servicio de medicina física y rehabilitación. Los profesionales que trabajan en este ámbito, conscientes de la necesidad de dar mayor visibilidad a esta problemática en aumento, han decidido celebrar en el salón de actos del centro hospitalario la primera jornada sobre obesidad bajo el título “No podemos callarnos más”.
Más de 150 personas han asistido a la jornada en la que han reflexionado sobre las causas y mecanismos fisiopatológicos, así como sobre las consecuencias físicas y mentales que provoca la obesidad infantil, en una reunión cuyo objetivo era dar a conocer y actualizar las evidencias científicas desarrolladas en los últimos años y concienciar sobre el impacto que la obesidad tiene tanto en la salud física como mental de quienes la sufren a edad temprana. Este acto se ha celebrado el mismo día en el que se conmemora el Día Mundial de la Obesidad.
La endocrinóloga pediátrica Mercedes Rivera, promotora de las jornadas, ha explicado que “la obesidad es una enfermedad crónica, con un fuerte componente genético y una profunda influencia del entorno y el desarrollo biopsicosocial. Nuestros pacientes no están donde quieren, sino donde los ha llevado su herencia genética, los estilos de vida y la organización de sus hogares”. Además, ha añadido que “pese a las evidentes pruebas científicas, vivimos en un mundo donde el sufrimiento de nuestros pacientes sigue siendo ignorado o minimizado. La incomprensión social, sumada a la culpabilidad que sienten y que les imponemos, hace que el dolor de la obesidad sea mucho más intenso. El sufrimiento emocional de nuestros niños y jóvenes supera cualquier otra experiencia de enfermedad, pues viven con una carga adicional: la culpa, impuesta por la sociedad y por ellos mismos”.
En la jornada, en la que han hablado sobre las bases genéticas y la fisiopatología, alimentación, investigación, nuevos fármacos y el abordaje de los trastornos de la conducta alimentaria, han intervenido profesionales referentes en la materia a nivel nacional: endocrinólogos pediátricos, investigadores, psiquiatras y psicólogos.
Durante la discusión se ha planteado que, a pesar de los continuos titulares en los medios de comunicación sobre la disponibilidad de nuevos fármacos eficaces frente a la obesidad, la accesibilidad a dichos tratamientos en la infancia es mínima. Además, ante la no financiación de muchas terapias se genera una brecha social insostenible. Los profesionales ponen de manifiesto que las soluciones eficaces a los niños les llegan tarde, cuando la enfermedad ya ha evolucionado y las posibilidades de un retroceso contundente de la enfermedad se reducen drásticamente. Por ello, solicitan el compromiso de todos los sectores: científicos, médicos, políticos y sociales, para poder brindar una atención integral y transformar la atención a la obesidad en derecho accesible.