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Las obras, con un presupuesto de 300.000 euros, serán financiadas por el Ayuntamiento en colaboración con el Obispado
Este lunes han comenzado las obras de rehabilitación de la Ermita de Nuestra Señora de la Fuensanta, uno de los edificios más representativos de Pizarra. El acto de inicio contó con la presencia del alcalde, Félix Lozano, el concejal de Urbanismo, Joaquín Martín, el párroco Carlos Román, representantes de la Hermandad de Ntra. Sra. de la Fuensanta, la empresa constructora Hermanos Campano y el arquitecto técnico de la Diócesis, Pablo Pastor.
La actuación, con un presupuesto aproximado de 300.000 euros, se llevará a cabo gracias al convenio de colaboración entre el Obispado de Málaga y el Ayuntamiento de Pizarra, que asumirá el coste total del proyecto.
Trabajos previstos y plazos de ejecución
Las obras incluyen mejoras en la humedad de suelos y muros, restauración de los paramentos interiores y exteriores, renovación de la instalación eléctrica y trabajos de pintura. Se espera que finalicen antes del 15 de agosto, coincidiendo con la festividad de la patrona de Pizarra.
Historia y valor patrimonial de la ermita
La Ermita de la Fuensanta, también conocida como la del «Peñón», tiene un gran valor histórico. Se construyó en el siglo XVI sobre una antigua iglesia mozárabe semirrupestre que, según los expertos, podría datar de los siglos IX-X.
A lo largo de los siglos, el templo ha experimentado diversas reformas:
- Su única nave fue restaurada a principios del siglo XVIII.
- La fachada actual, de estilo neogótico, data de la primera década del siglo XX y está rematada con una espadaña con campana.
- En su interior se venera la imagen de la Virgen de la Fuensanta, patrona de Pizarra.
Además, la ermita cuenta con un atrio sustentado por tres arcos de ladrillo con bóveda de cañón, y junto al tercero se encuentra la hornacina donde, según la tradición, apareció la imagen de la Virgen.
La leyenda de la Virgen de la Fuensanta
Según la tradición, en 1566 un tabique de adobe se desplomó, dejando al descubierto una hornacina excavada en piedra que albergaba una talla de la Inmaculada Concepción. La imagen fue llevada ante el obispo de Málaga, Francisco Blanco Salcedo, pero rápidamente regresó a Pizarra ante el ferviente deseo de los vecinos por conservarla.
Se ordenó entonces la construcción de la ermita en su honor, y, según la leyenda, durante las obras brotó un manantial, lo que llevó a su advocación como Virgen de la Fuensanta.