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El pasado domingo 16 de marzo, el campo de Santa Rosalía Maqueda en la capital Malagueña fue testigo de un emotivo scrimmage que comenzó con un minuto de silencio en memoria de Javier Sánchez, un legendario jugador andaluz y figura clave en el ascenso del Granada Lions. La inesperada pérdida de Sánchez dejó una huella profunda en la comunidad del fútbol americano en Andalucía, y este evento sirvió para honrar su legado.
El entrenamiento, entre los Málaga Corsairs y los Almería Barbarians, comenzó con un ritmo lento por parte del equipo malagueño, que parecía aún adormecido en el primer cuarto. Aprovechando esta situación, los Almería Barbarians impusieron su juego de carrera de fuerza, un estilo característico que les permitió tomar la delantera desde el inicio.
A medida que avanzaba el segundo cuarto, los Málaga Corsairs mostraron una mejora física, pero pese a sus esfuerzos, no lograron frenar el ímpetu de los Barbarians. El juego terrestre de Almería continuó causando estragos en la defensa de Málaga, dejando el marcador al final de la primera parte en una situación que no reflejaba completamente la intensidad del partido.
Todo cambió tras el descanso. Málaga Corsairs regresó al campo con otra mentalidad y logró desdibujar a Almería Barbarians con un juego más dinámico, combinando pases efectivos y carreras bien ejecutadas. Con una ofensiva más organizada y aprovechando los huecos en la defensa rival, Corsairs terminó dominando la segunda mitad del scrimmage y cerró el marcador con un 42-0 a su favor.
A pesar de la derrota, Barbarians, repleto de jugadores nuevos, demostró tener bien trabajado su juego de fuerza, una identidad que les permite competir incluso ante equipos más técnicos. Por su parte, Corsairs evidenció en la segunda parte un claro avance en el aspecto técnico, aunque aún tiene mucho que mejorar en lo físico si quiere mantener su rendimiento a lo largo de la temporada.
Este scrimmage no solo fue una oportunidad para que los equipos se prepararan para la próxima temporada, sino también un momento para recordar la importancia del compañerismo y la pasión que caracteriza al fútbol americano en nuestra región.
