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La tercera gala de la temporada ha galardonado a 13 mujeres de estas comarcas que destacan por su lucha por la igualdad de oportunidades en sus municipios
El último encuentro tendrá lugar el 1 de abril en Jubrique
Ledesma ha destacado «el valor de cada una de estas mujeres de entornos rurales que han trabajado toda su vida por la igualdad de oportunidades en sus municipios, así como ha agradecido a los Ayuntamientos sus propuestas para hacer realidad estas galas tan necesarias para visibilizar el papel de la mujer en el desarrollo de sus pueblos»
(Prensa Diputación) La Diputación de Málaga celebra en Carratraca la tercera gala Mujer del Año, encuentro en el que se reconoce el trabajo o el ejemplo de mujeres de municipios de menos de 20.000 habitantes de la provincia a propuesta de las distintas concejalías de Igualdad. Hoy ha sido el turno de las mujeres de las comarcas de Guadalteba, Sierra de las Nieves y Guadalhorce. Se trata de la tercera de las cuatro galas comarcales que el ente provincial organiza con motivo del Día Internacional de la Mujer, que se conmemoró el 8 de marzo.
La gala de hoy, celebrada en el CEIP María Auxiliadora de Carratraca, ha contado con la participación de la vicepresidenta de Ciudadanía y Equilibrio Territorial, Antonia Ledesma, de la diputada de Igualdad, María Dolores Vergara, de la alcaldesa de Carratraca, Mariam Fernández y diputados provinciales y representantes municipales de los municipios de origen de las premiadas.
Ledesma ha destacado «el valor de cada una de estas mujeres de entornos rurales que han trabajado toda su vida por la igualdad de oportunidades en sus municipios, así como ha agradecido a los Ayuntamientos sus propuestas para hacer realidad estas galas tan necesarias para visibilizar el papel de la mujer en el desarrollo de sus pueblos».
De hecho, se tratan de María Moreno (Almogía), Paqui Fernández (Álora), Dolores Rojas (Alozaina), María Calderón (Ardales), María del Carmen Río (El Burgo), Francisca García (Carratraca),Teresa Fernández Gutiérrez (Istán), Isabel Guzmán (Monda), María Rosa Urbano (Ojén), Lucía Sánchez Estrada (Álora), Francisca García Canca (Tolox), María Esperanza Jiménez Sánchez (Valle de Abdalajís) y Juana Lerena (Yunquera).
Homenajeadas
María Moreno Moreno, de Almogía, nació el 24 de diciembre de 1953 en Almogía. Desde joven, destacó por su dedicación a los estudios, a pesar de las limitaciones sociales de la época para las mujeres. A los 16 años, se involucró activamente en el desarrollo de la industria textil en su pueblo, asumiendo rápidamente responsabilidades importantes, como encargada general. Fue una pieza clave en la creación de un taller local que generó empleo y prosperidad en la comunidad.
A lo largo de su vida, ha combinado su faceta profesional con su rol de madre de tres hijos. Aunque no pudo cumplir su sueño de estudiar en la universidad, ha inculcado en sus hijos el valor del esfuerzo y la educación. Hoy, sigue siendo el pilar fundamental de su familia, cuidando a su esposo dependiente por enfermedad y disfrutando de sus tres nietos.
Paqui Fernández Infantes, de Álora, nació en 1956 en una familia humilde, siendo la mayor de cinco hermanos. A lo largo de su vida, ha sido una maestra ejemplar, comenzando su carrera en Alicante y desarrollándola principalmente en Ardales, donde se ganó el reconocimiento no solo por su vocación educativa, sino también por su profundo compromiso con la comunidad. Además de su labor docente, Paqui ha sido una activa participante en diversas iniciativas sociales y culturales, destacando su trabajo como presidenta de la Asociación Noche de Luces de Álora, integrada en la AECC, donde organizó eventos y recaudó fondos para la lucha contra el cáncer.
Paqui es madre de dos hijos, quienes han seguido su ejemplo y también se dedican a la enseñanza. Su legado familiar y su dedicación a la educación reflejan los valores de apoyo, compromiso y formación que siempre ha promovido. Además, su incansable implicación en la vida cultural de Ardales y Álora ha enriquecido el tejido social de su comunidad.
Dolores Rojas Sánchez, de Alozaina, nació el 26 de marzo de 1968 y desde joven mostró una gran dedicación al trabajo, comenzando a los 11 años en la recolección de aceitunas. A lo largo de su vida laboral ha desempeñado diversos empleos, incluyendo la creación de la empresa Limpiezas Bellina en 2002, la cual sigue funcionando con éxito y generando empleo en la comarca de la Sierra de las Nieves. En 2012 abrió un taller de costura junto a su cuñada, dedicándose a la confección y revisión de prendas para la empresa Mayoral en Yunquera. También trabajó como cocinera en una venta familiar en Jorox, equilibrando siempre su vida familiar y laboral.
Ha sido concejala en el Ayuntamiento de Alozaina y ha participado activamente en diversas asociaciones, como la Asociación de Mujeres El Albar y la Recreación Histórica María Sagredo. A lo largo de su vida, Loli ha demostrado gran fortaleza y resiliencia, superando adversidades personales y contribuyendo al desarrollo económico y social de su comunidad.
También se ha reconocido a María Calderón Domínguez, de Ardales. Nació el 31 de marzo de 1983 y ha dedicado su vida al ámbito científico. Tras completar sus estudios en la enseñanza pública de su localidad, se graduó en Biología por la Universidad de Málaga, donde su tutor le propuso una beca contrato para la Universidad de Virginia (EE. UU.), donde preparó su tesis doctoral entre 2010 y 2012.
Luego completó una estancia en la Universidad de Urbino (Italia) y obtuvo su doctorado Cum Laude en Biología Celular y Molecular en 2013. Su carrera profesional la ha llevado a trabajar en diversas universidades y centros de investigación, destacando su paso por la Universidad de Barcelona, la Universidad de San Pablo CEU y la Fundación INIBICA en Cádiz. En 2023, consiguió la plaza de profesora titular en la Universidad de Cádiz.
A lo largo de su carrera, ha realizado numerosas publicaciones y ha sido incluida en la lista de las diez mil científicas de España. Además de su faceta profesional, María mantiene su pasión por el baloncesto, donde sigue jugando y entrenando a un equipo de niñas en San Fernando. También colabora en la formación de nuevos científicos, codirigiendo tesis doctorales y proyectos de fin de carrera.
María del Carmen Río Ruíz, nacida el 28 de diciembre de 1958 en El Burgo, comenzó a trabajar a los 12 años en el locutorio de Telefónica de su familia, lo que le permitió conocer el mundo exterior y desafiar los roles tradicionales de la mujer. A los 14 años se mudó a Málaga, donde trabajó durante 15 años en la empresa textil Confecciones Sur y continuó su formación académica. Su deseo de aprender y su impulso sindical la llevaron a estudiar Diseño y Modistería, lo que la inspiró a crear su propia empresa de confección, Torralba y Ríos, convirtiéndose en diseñadora y fabricante de sus propios modelos.
Tras años de éxito, se dedicó a la alta costura, diseñando trajes de novias e invitadas y ofreciendo formación en patronaje y confección. Al jubilarse, MariCarmen decidió devolver a su pueblo, El Burgo, todo lo que había recibido, donando su taller y ofreciendo cursos de diseño y confección para hombres y mujeres del municipio. Hoy, gracias a su generosidad y dedicación, un grupo de 40 personas ha encontrado en la moda una salida laboral, consolidando el legado de MariCarmen.
Francisca García Cañete, residente en Carratraca, nació en 1948 en Almogía, creció en el cortijo Ortega, donde compartió su infancia con ocho hermanos y varios familiares, en un entorno de dificultades. A pesar de sus limitados estudios, siempre mostró una gran curiosidad y deseo de aprender. Tras casarse en 1970 con Miguel, se dedicó al cuidado de su familia, enfrentando numerosos retos, incluido el nacimiento de su hija ciega en un entorno rural. Junto a su marido, Francisca crió a sus tres hijos mientras trabajaban en el campo, en su rebaño de cabras, hasta llegar a la jubilación.
A lo largo de los años, Francisca se destacó por su afición a las manualidades, la costura, el ganchillo y la pintura. A pesar de las dificultades que le trajo un ictus, mantiene su alegría y pasión por la vida, disfrutando de sus tres nietos y esperando con ilusión la Navidad, el momento que para ella y su marido simboliza la unión familiar. Con 55 años de matrimonio, Francisca sigue siendo un ejemplo de fuerza, dedicación y amor por su familia.
Teresa Fernández Gutiérrez, de Istán, nació el 8 de julio de 1959 en Istán, siendo la mediana de siete hermanos. Tras vivir en varios lugares por el trabajo de su padre, regresó a Istán en 1973. Se casó en 1979 y, aunque su vida estuvo centrada en su familia, siempre mostró una gran inquietud por aprender y contribuir a la economía familiar. Puso en marcha proyectos como un taller de bordado, una máquina de tejer y arreglos de costura. También participó en el Centro de Educación de Adultos y en la redacción del libro ‘Istán, de la A a la Z’.
Teresa ha sido una gran impulsora de mejoras en su comunidad, participando en manifestaciones para conseguir un nuevo colegio y mejoras en la carretera y sanidad. Presidió la Asociación de Mujeres Agua Clara durante 22 años, donde promovió la igualdad y organizó actividades como talleres y viajes culturales. Con su espíritu colaborativo, ha sido un pilar de su pueblo, destacando por su integridad, humildad y dedicación.
Isabel Guzmán Anaya, nacida en Monda, ha dedicado su vida a la enseñanza, la cultura y la lucha por la igualdad. Desde joven tuvo claro su deseo de ser profesora, una pasión que ha marcado su trayectoria y la ha llevado a dejar huella en cada lugar en el que ha trabajado. Tras pasar por diversas localidades, regresó a su querido Monda, donde se consolidó como referente en su comunidad. Como coordinadora de igualdad en el CEIP Remedios Rojo, ha impulsado actividades como talleres, charlas y obras de teatro, creando espacios inclusivos y promoviendo la igualdad de género y el respeto hacia la diversidad.
A su labor como educadora, Isabel suma su amor por la poesía y la literatura, siendo reconocida por su talento creativo. Su obra ‘Diver’, un relato coeducativo sobre la identidad de género, refleja su firme compromiso con los valores de aceptación y tolerancia.
María Rosa Urbano, de Ojén, nació el 17 de junio de 1951 en Monda, en su hogar de la calle Humildad. Segunda de cinco hermanos, vivió una infancia marcada por la solidaridad familiar, especialmente cuando, debido a complicaciones en el cuarto parto de su madre, la familia atravesó un año difícil. A pesar de los desafíos, fue una niña alegre y valiente, mostrando desde pequeña una gran conexión con la naturaleza al acompañar a su padre a cuidar las cabras, una actividad poco común para una niña en su época, pero que ella realizaba con mucho amor y sin temer las críticas.
En 1975, se trasladó a Ojén tras casarse con su gran amor. Juntos formaron una familia que se completó con los nacimientos de sus hijos. A lo largo de su vida, María Rosa ha sido una mujer comprometida con su comunidad, siendo miembro activa de la Asociación de Mujeres Jazmín y dedicando muchos años al voluntariado en la Asociación Española Contra el Cáncer. Su lucha siempre ha estado centrada en la igualdad, defendiendo los derechos de todos por igual. Su vida, dedicada principalmente a su hogar, siempre estuvo llena de cariño, y hoy en día, se emociona al hablar de sus cuatro nietos, quienes son su mayor orgullo y felicidad.
Lucía Sánchez Estrada, nació en Álora el 13 de diciembre de 1932, pero a los pocos años se trasladó con su familia a la Vega, pedanía de Pizarra, donde se crió y vivió la mayor parte de su vida. La menor de siete hermanos, Lucía comenzó su vida en el campo, ayudando a sus padres en las labores de labranza. A los 28 años, decidió ir a Bilbao como misionera, donde pasó nueve años y estudió Magisterio. A su regreso a Pizarra, se dedicó a la enseñanza, abriendo su propia escuela particular mientras se preparaba para sus oposiciones, las cuales aprobó en 1971, comenzando así su carrera como maestra, la cual desempeñó durante 26 años.
Además de su vocación educativa, Lucía fue una mujer pionera en su comunidad. En 1978, fue la primera mujer concejala de Pizarra en las primeras elecciones democráticas, demostrando que las mujeres podían, y debían, participar en la política. Su valentía y compromiso con su pueblo inspiraron a otras mujeres a seguir sus pasos en la política municipal. A lo largo de su vida, además de su labor como docente, Lucía se dedicó a la solidaridad y la vida social, siendo catequista y colaborando activamente en la parroquia. A sus 92 años, se siente plena y satisfecha por la vida que ha elegido, siempre guiada por el deseo de aprender, enseñar y ayudar a los demás.
Francisca García Canca, nacida el 1 de agosto de 1968 en Tolox, ha sido una mujer luchadora y pionera en la defensa de los derechos de las mujeres. Desde joven, mostró una gran independencia y determinación, desafiando los estereotipos de género del momento. A los 18 años, se independizó de sus padres y se unió al Partido Socialista, marcando el inicio de su compromiso con la política y la igualdad. En 1987 Paqui se convirtió en la primera mujer concejala de Tolox, enfrentándose a un entorno político marcado por el machismo, pero con una firme voluntad de cambiar las cosas. Su paso por la política le permitió alcanzar importantes logros, como convertirse en la primera mujer teniente alcaldesa del municipio.
A lo largo de su vida, Paqui ha sido una gran impulsora del desarrollo económico y social en su región, participando en proyectos clave como Líder Plus y el proyecto intercontinental Biored. Además, ha trabajado en diversas iniciativas, siempre con un enfoque en la igualdad de género y el bienestar de su comunidad. Tras un tiempo de distanciamiento de la política, volvió a la primera línea en su pueblo, donde fue nuevamente teniente alcaldesa, desempeñando un papel fundamental en la creación del I Plan de Igualdad, así como en la implementación de medidas de corresponsabilidad laboral.
Paqui también ha sido una incansable defensora de los derechos de las mujeres, ayudando a muchas de ellas a mejorar su situación y luchando contra el machismo y el sexismo en todas sus formas. Su dedicación y compromiso con la igualdad la convierten en un referente y una figura fundamental en Tolox.
María Esperanza Jiménez Sánchez (Valle de Abdalajís), ha dedicado su vida al bienestar de su pueblo, especialmente al de las mujeres. Como miembro activa de la Asociación de Mujeres de Valle de Abdalajís, ha trabajado incansablemente para fortalecer el papel de la mujer en la sociedad y crear espacios de apoyo, empoderamiento y crecimiento. Gracias a su impulso, la asociación ha organizado numerosas actividades formativas, talleres, encuentros culturales y eventos solidarios que han unido y fortalecido a muchas mujeres en la comunidad. Su vida ha estado marcada por el esfuerzo, la superación y el amor a su tierra.
Tras emigrar a Suiza en su juventud en busca de un futuro mejor, Marita regresó para dedicarse más de 30 años a la hostelería, destacándose por su entrega y trato cercano a las personas.
Además de su labor en la hostelería, Marita ha sido un pilar fundamental en la organización de festivales, recitales, encuentros gastronómicos y celebraciones tradicionales, manteniendo vivas las costumbres de Valle de Abdalajís.
También ha participado activamente en iniciativas solidarias y proyectos de voluntariado, ayudando a familias necesitadas y promoviendo la concienciación social. Su familia, especialmente su marido y sus tres hijos, ha sido su mayor apoyo. Marita sigue siendo una mujer activa y comprometida con su comunidad, siempre buscando nuevas formas de mejorar la vida de los demás y mantener vivo el espíritu de solidaridad y cultura de su pueblo.
Juana Lerena García es un pilar fundamental en la comunidad de Yunquera, conocida por su incansable dedicación, solidaridad y lucha por el bienestar de los demás. Miembro activo de la Asociación de Mujeres de Yunquera desde su creación en 1999, ha sido un referente de esfuerzo y perseverancia, organizando actividades y buscando recursos para mejorar la vida de las mujeres del municipio. Como presidenta de la asociación, siempre puso el bienestar colectivo por encima de todo, y aunque ahora continúa como vicepresidente, sigue siendo una figura clave en la lucha por la igualdad.
Además de su compromiso social, Juana es un ejemplo de amor familiar y generosidad. Siempre dispuesta a ayudar a los demás, su cocina y hospitalidad son célebres en el pueblo, ofreciendo un plato de comida a quien lo necesite.
La primera entrega de galardones Mujer del Año 2025 se celebró el 11 de marzo en Campillos, donde se homenajeó a 12 mujeres. El siguiente fue en Algarrobo el 18 de marzo, donde recogieron sus galardones 19 mujeres de la Axarquía. En el encuentro de hoy han sido 13 las mujeres homenajeadas, y el 1 de abril la cita será en Jubrique