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Se está celebrando una exposición que quiere unir dos artes, al menos en la mente y en la conciencia, la Plástica y la Literatura, con los ojos y manos de Proust, en el Museo Thyssen.
Si mi memoria no me falla, Marcel Proust (1871-1922) le otorgó una enorme importancia a las catedrales góticas francesas. El Museo Thyssen ha intentado unir estos dos amores, el amor a la literatura de Proust y el amor al arte plástico. En definitiva, se está tratando el problema y la cuestión de la relación entre las Artes. En un doble sentido, no solo de las Artes entre sí, tema ya presente desde la Antigüedad Griega, sino el hoy, de este siglo.
Y, en segundo lugar, la interrelación en cada autor. Al final, todo autor o autora que produzca arte o quiera producirlo, sea el arte que sea, sea el género que sea, sea el estilo o tendencia que sea, se alimenta o crea puentes entre las artes. Porque su oficio es unir y desunir y relacionar y combinar aportaciones de diversas artes, en definitiva, intenta crear mundos entre su racionalidad y su irracionalidad.
Me he encontrado, dar al César lo que es del César, en este viaje por el articulismo de opinión que voy haciendo, con un autor actual, un artículo del periodista y escritor Luis Alemany, publicado el 25 de marzo del 2025 en El Mundo, titulado: De la exposición de Proust al ´true crime´, que narra sus ideas sobre Proust y la exposición y sobre el Arte. En definitiva, lo que hacemos todos los articulistas, cobremos dividendos dinerarios o no, dar nuestra opinión. Cada persona es un misterio y un enigma, casi siempre pienso esto, y casi siempre, de vez en cuando lo expreso.
No cabe duda que a Proust, se le puede aplicar este aserto. Al final, biológica y genéticamente, tenemos una gran identidad entre todos, pero existen pequeñas diferencias, esas pequeñas diferencias permiten que seamos diferentes siendo iguales, teniendo los mismos derechos, que nadie piense mal, y, esa diferencia ha ido haciendo que la rueda del mundo siga dando vueltas… vamos cambiando por las diferencias que llevamos dentro, diferencias que se materializan en diferencias externas de situaciones. Por eso, alguien inventa un artilugio técnico, y, el otro un cambio en la estética. Y, aquel quién sabe. Y, todos esos cambios, mejores o peores, van haciendo el mundo lo que es, y, va haciendo evolucionar…
Da la casualidad que estos días estoy entrando de alguna manera, en autores y obras de los grandes: Gloria Fuertes, Lorca y su Poemas en Nueva York, El Beato Facundo de la BNE, El Cántico Espiritual de Juan de la Cruz, y, otros. Y, lo hago no solo en los textos escritos, sino en documentales diversos que están en Internet –evidentemente, con distintos sentidos-. Y, ahora me encuentro con Proust, el viejo y anciano Proust, ahora, en esta década, si no recuerdo mal, hace su siglo de la primera publicación. Llevamos un siglo con Proust y también con Joyce.
Cambian las formas de narrar, narración, porque ya había cambiado casi todo en filosofía, en ciencia y en técnica. Algunos se rasgan las vestiduras, acaso no es más el cambio de Darwin, Einstein, Planck, Freud en el terreno de las ciencias, que el cambio que produjese Proust o Joyce o Kafka o Picasso o el Impresionismo en las Artes. El cambio de las ciencias y las técnicas es y ha sido más profundo que el cambio de las Artes.
Al acercarme a esos clásicos que he mencionado antes: Juan de la Cruz, Gloria Fuertes, Lorca, el maestro Facundo estoy intentando valorar la vida personal de esos autores, en la medida que se conocen, y, sus producciones culturales. Y, al mismo tiempo su interrelación con su tiempo y su época.
Y, también me pregunto, cosa que dudo si escribió artículos de opinión el genio malogrado Lorca, lo hizo Gloria Fuertes –si publicó relatos y cuentos y poemas en la prensa-, pero me pregunto de forma rutinaria hizo lo mismo con columnas de opinión. Lorca es el gran genio malogrado, hasta dónde nos habría llevado con las letras y las Artes de haber vivido setenta u ochenta años. Digo yo, si en vez de aplicarle la pena capital, lo hubiesen llevado a la frontera y lo hubiesen dejado en Portugal… -cuánto esta sociedad, habría progresado en la mentalidad y en la sensibilidad y en la percepción…-. El cainismo siempre está pendiente como espada de Damocles en esta Celtiberia tan antigua. No hay que olvidarlo, para que no se repita… ¡Bueno, es recordarlo, en estos tiempos, cuándo se falta ya el respeto en el Palacio de los Dos Leones…!
Se entrecruzan los caminos, esta exposición que el Thyssen ha levantado, la crónica de este articulista y notable escritor, que debe usted leer, Luis Alemany, y estos autores que estoy releyendo o re-viendo o re-viviendo, para intentar en definitiva entender y comprender el mundo… Intentar y comprender mejor el yo, el yo del sujeto elíptico general y universal. Pero también el yo y sus circunstancias y su situación de cada uno, de mi mismo, de usted mismo.
Al final, las Humanidades –filosofía, artes, teología, cultura en general-, solo buscan entender y comprender mejor al ser humano. Usted, todos nos acercamos a un artículo de opinión, para entender mejor el mundo, entendernos mejor a nosotros mismos. Eso es lo que intento ofrecerle a usted, un espejo en el que al mirarse, se entienda usted mejor. Se haga alguna pequeña pregunta, quizás nueva, quizás antigua. Paz y bien y verdad y bondad.