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Con solo 19 años, Sara Lastrucci ha comenzado a hacerse un hueco en el mundo del arte gracias a su estilo conciso, expresivo y lleno de color. Afincada en Alhaurín de la Torre y miembro de la Asociación Pincel y Barro, esta joven promesa apuesta por el pequeño formato, el arte sacro y una forma de creación íntima y profunda. Su trayectoria, que combina formación británica y sensibilidad autodidacta, se revela en una entrevista con Revista Lugar de Encuentro llena de pasión y autenticidad.
“El arte no debe hacerse por hacerlo, sino como medio expresivo, como la literatura.”
Sara, lo primero, muchísimas gracias por atendernos. Para quienes no te conocen aún, ¿qué edad tienes, lugar de nacimiento, estudios…?
Tengo 19 años y soy de Torremolinos. He estudiado una educación británica en un colegio internacional en Cártama durante mis años de la ESO, en los que estudié tanto ciencias como arte. Actualmente, soy estudiante de la UMA del grado de Historia del Arte y tengo vistas de estudiar el grado de Bellas Artes.
¿Cómo definirías tu estilo artístico en pocas palabras?
Un estilo conciso pero expresivo, especialmente en el uso brillante del color.
Sabemos que eres mayoritariamente autodidacta, pero también recibiste formación desde pequeña. ¿Qué recuerdas de aquellos primeros años en la escuela de dibujo? ¿Crees que ahí empezó todo?
Los primeros años en la escuela fueron instrumentales, fue mi primera instrucción en el dibujo formal, ayudándome a asentar las bases tanto del dibujo como de la pintura.
Después de esa etapa inicial, continuaste formándote en el ámbito británico con el IGCSE de Artes. ¿Qué supuso para ti esa experiencia educativa? ¿Influyó de alguna manera en tu forma de ver el arte?
El IGCSE de artes fueron dos cursos en los que se fomentó furtivamente el pensamiento creativo y la definición de la idea que uno quiere expresar a través de una obra. Me enseñó a tomar el arte lentamente, pasando por varias etapas del proceso para poder entregar una obra verdaderamente interesante y significativa. Influyó mucho en mi idea de no hacer arte por hacerlo, sino utilizar el arte como un medio expresivo como es la literatura.
“Mis obras nacen de una historia. Primero pienso un relato, luego lo transformo en imagen.”
Tus obras se caracterizan por su atención al detalle y el uso del color. ¿Qué buscas transmitir con esa combinación tan marcada?
Para mí, la atención al detalle y el color son los elementos fundamentales en darle significado a un cuadro; el detalle marca la importancia y el color realza los detalles con las emociones adecuadas.
Trabajas especialmente con cuadros en formato miniatura y técnica al óleo, ¿por qué elegiste ese formato tan concreto? ¿Qué te aporta trabajar en pequeño formato?
El pequeño formato se tiende a usar como medio de bocetar una pintura, pero creo que el menor tamaño ayuda a resaltar emociones tenues y complejas, cuestiones que necesitan mayor trabajo pero que el menor tamaño ayuda a una expresión más asequible.
¿Tienes algún ritual o proceso especial antes de ponerte a pintar? ¿Cómo nace una obra en tu mente antes de pasar al lienzo?
Primero me gusta pensar una historia, un relato descriptivo en el que pueda basar el cuadro. La idea inicial del cuadro sale como una ilustración del relato y, a partir de ahí, se desarrolla el boceto, especialmente el ángulo visual de la imagen que determina la orientación de la historia, puesto que es lo primero que ve el público.
“Exponer públicamente me permitió ver mi arte desde los ojos del espectador.”
Recientemente participaste en el Salón de Otoño 2024 y expusiste en la galería Artsenal Inoxis de Alhaurín el Grande. ¿Cómo ha sido para ti esa experiencia de exponer públicamente tu obra?
Fue una experiencia muy emocionante, ya que ha sido mi primera experiencia como artista públicamente. También fue la primera vez que escuchaba opiniones fuera de mi círculo personal, y me ha ayudado a ver mi arte desde el punto del espectador y a saber utilizar esa perspectiva exterior para estructurar próximas obras.
Formas parte de la asociación «Pincel y barro», ¿qué te aporta pertenecer a un colectivo artístico? ¿Cómo es el ambiente entre compañeros/as?
Es una asociación expresamente dedicada al arte, es un ambiente que te ayuda a entender el panorama actual del arte y la diversidad creativa que existe ahora mismo. Los compañeros se tratan como una familia, no hay ningún tipo de animosidad, sino un espíritu de colaboración y ayudarse los unos a los otros.
“Quise destacar la cercanía entre los titulares y el pueblo.”
Este año has sido la autora del cartel de Semana Santa 2025 para la Cofradía de la Pollinica de Alhaurín de la Torre. ¿Cómo recibiste la noticia? ¿Qué sentiste cuando te ofrecieron esa responsabilidad?
El cartel se lo propuse yo a la Cofradía. Decidí hablar con ellos y presentarles mis ideas. Ellos me aceptaron la propuesta y comencé a trabajar en el cuadro muy ilusionada, puesto que ha sido una experiencia muy especial acarrear muy gratamente la responsabilidad de pintar el cartel para la cofradía.
La presentación tuvo lugar durante un acto muy emotivo con el pregón del alcalde Joaquín Villanova. ¿Cómo viviste ese día? ¿Qué significó para ti ver tu obra desvelada ante el pueblo?
El pregón fue especialmente emotivo gracias a las palabras del alcalde. Yo lo viví muy nerviosa por ver la reacción de la gente, siendo esta una obra que se iba a exponer tan públicamente. La obra la desvelamos el hermano mayor de la Pollinica, José Moreno Vela, y yo. Fue un momento muy tenso para mí, la primera reacción del público.
¿Cómo fue el proceso de creación del cartel? ¿Qué elementos quisiste destacar o simbolizar en la obra?
Fue un proceso muy gratificante poder ver el cuadro tomar forma cada día. En el cuadro he querido destacar la cercanía de los titulares con el pueblo. Cristo entrando en Jerusalén bendiciendo al pueblo, se le ve desde un ángulo contrapicado marcando la altura que porta Jesús montado en el burro, una escena especialmente íntima para el creyente. Por otro lado, María se presenta más íntimamente con solo el velo. La vista de María así ataviada remarca la cercanía que siente el creyente hacia la madre de Dios, una cercanía que se toma a través de la simpleza de la escena. María, además, está presentada a nuestra altura aunque en ángulo picado, denotando la naturaleza terrenal de la virgen, que es lo que nos une a ella. El color de fondo es verde, el color de la esperanza, el nombre de la virgen de la Pollinica. Por último, el hilo de claveles entre los titulares que los separa en la composición, pero que los une en el ámbito de la Semana Santa.
Has comentado en redes sociales que quisiste transmitir paz, amor y esperanza. ¿Qué te inspiró para elegir esos valores y cómo los trasladaste al lienzo?
La paz, el amor y la esperanza son los valores de la cofradía, los nombres de los titulares. Jesús de la Paz y del Amor es una imagen que transmite expresamente esas emociones y en el cuadro quería transmitir lo mismo a través de la composición. Cristo con su mano derecha bendice al pueblo otorgándonos la paz y el amor con una serenidad que solo Dios, en su camino a su sabida muerte, puede transmitir. Por otra parte, María es una fuente de esperanza para la humanidad; a pesar de su naturaleza humana, es la madre de Dios, el Salvador. María es la esperanza de un futuro de la mano de Cristo. En el cuadro, su imagen presentada tan íntimamente, habla de esperanza a seguir su camino que nos lleva a Cristo.
“En Alhaurín de la Torre hay espacio para el arte emergente; hay pasión y oportunidades.”
Desde tu experiencia como joven artista, ¿cómo ves el panorama artístico en Alhaurín de la Torre? ¿Crees que hay suficiente espacio para el arte emergente?
El arte siempre tiene espacio en cualquier sitio, y en Alhaurín de la Torre es especialmente así. Exposiciones y asociaciones para artistas hacen asequible un futuro en el arte para aquellos jóvenes que tengan esa pasión.
¿Qué te gustaría explorar en tus próximos trabajos? ¿Tienes algún proyecto entre manos que puedas adelantarnos?
Me gustaría poder desarrollar una técnica para el gran formato, salir del pequeño formato y expandirlo al tamaño natural sin perder el detalle y significado. Actualmente, estoy preparando un cuadro en gran formato que espero poder presentar a un certamen el próximo año. Además, quiero seguir desarrollándome en el ámbito del arte sacro.
¿Qué consejo le darías a otros jóvenes que, como tú, tienen una vocación artística pero quizás aún no se atreven a mostrar su obra?
El primer paso es saber que tu obra no es replicable, por mucha crítica que pueda recibir, lo que produzcas será una obra única. Una vez terminado un cuadro, lo importante es que te guste a ti, el propio autor, y a partir de ahí podrás entender cómo el público lo recibe. Empezar en un ámbito pequeño y confiable es lo que le dará a un joven la confianza para afrontar un mayor público.