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El próximo sábado 26 de abril, las calles de Monda volverán a llenarse del inconfundible aroma de uno de sus platos más emblemáticos. El municipio celebra por todo lo alto la 27ª edición del Día de la Sopa Mondeña, una jornada que rinde homenaje a la cocina tradicional y a la memoria colectiva de un pueblo con historia.
Esta celebración, distinguida como Fiesta de Singularidad Turística Provincial, va más allá del aspecto culinario: es un encuentro con las raíces, una puesta en valor del saber rural y una forma de transmitir, a través de un plato humilde, la esencia cultural de Monda.
El alma de un pueblo servida en un dornillo
En el corazón del pueblo, la Plaza de la Constitución se convierte desde el mediodía en un hervidero de sabores, emociones y encuentros. Vecinos y visitantes se reúnen en torno al gran “dornillo” –una cazuela de madera de chaparro– donde se cocina la sopa mondeña que todos podrán degustar.
Mientras tanto, grupos de mond@s elaboran sus propias versiones del plato en sus cazuelas, aportando ese toque único que solo se transmite de generación en generación. El ambiente se llena de música en directo con actuaciones de Los Carcianos, La Despensa y Los Tirantitos, que acompañan la jornada con alegría y ritmo.
Una receta que guarda siglos de historia
La sopa mondeña tiene sus orígenes en el siglo XIX. Aunque cada familia guarda su secreto, la base siempre es un sofrito tradicional con pan, pimiento verde, ajo, tomate, aceite de oliva virgen extra y huevos, todo preparado con mimo y respeto por las costumbres de antaño.
Este plato no solo es alimento, sino símbolo: cada cucharada conecta a quien la prueba con el trabajo del campo, con las cocinas de antaño y con una forma de vida que sigue viva en cada rincón de Monda.
Mucho más que gastronomía
Además de la degustación popular, el evento contará con un mercadillo artesanal y actividades infantiles en el parque Doctor Jiménez Encina, lo que convierte esta fiesta en una experiencia completa para toda la familia.
El Día de la Sopa Mondeña es un homenaje a lo sencillo, a lo auténtico, a esos sabores que no necesitan artificios para emocionar. Una cita imprescindible para quienes quieran descubrir el alma de Monda a través de sus tradiciones.
