El alhaurino Juan Pablo Rueda firma tres espectaculares pabellones en la Feria de los Pueblos de Fuengirola

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El artista e historiador del Arte diseñó las portadas de Cuba, Alemania y Marruecos, combinando técnica, simbolismo y espectacularidad visual


La Feria de los Pueblos de Fuengirola, que concluyó el domingo 4 de mayo, volvió a destacar por su colorido y diversidad cultural. Este año, tres de los pabellones más llamativos —Cuba, Alemania y Marruecos— llevaron la firma del alhaurino Juan Pablo Rueda Aragón, artista e historiador del Arte que ha logrado convertir la escenografía efímera en una expresión artística con fuerte base documental. Cada diseño, de gran formato, integró elementos arquitectónicos, referencias culturales y soluciones técnicas que atrajeron miles de miradas y fotografías durante los días de celebración. Revista Lugar de Encuentro ha tenido un encuentro con el artista para conocer a fondo el trabajo.

¿Cómo recibiste el encargo de diseñar las portadas de los pabellones de Cuba, Alemania y Marruecos en la Feria de los Pueblos?

El año pasado hice Alemania, porque ya conocían mi trabajo por instagram. Este año, fue a través del trabajo de Alemania que Cuba y Marruecos se pusieron en contacto conmigo.

¿Qué fuentes o referentes has consultado para representar la identidad cultural de cada país en estas estructuras efímeras?

El arte no tiene sentido sin un público que lo disfrute”, afirma Rueda tras el éxito de sus tres portadas

En el caso de Alemania, representa la arquitectura típica de la zona de Babiera, una arquitectura de cuento que este año se ha visto engrandecido con la incorporación de una maqueta del Castillo de Neuschwanstein, más conocido como el castillo del rey loco y que es una imagen muy reconocible de Alemania.

En el caso de Cuba, la idea fue representar una calle de La Habana Vieja, tan conocida por sus fachadas de colores y balcones con tendederos de ropa y persianas mallorquinas. Esta fachada ha sido un reto ya que tenía el hándicap añadido de que había que salvar las ventanas que hay en la Caseta y que no casan con la altura de las ventanas de las fachada del decorado, por lo que había que tomar muchas medidas para que todo cuadrase a la hora de montarlo en la propia caseta. La fachada mide casi 18 metros de largo.

El caso de Marruecos, la idea fue representar un arco de estilo islámico, inspirado en un arco califal de entrada a un zoco, tomando elementos de distintos arcos y creando uno nuevo para la fachada principal de la caseta, coronada con almenas de estilo califal.

¿Qué elementos visuales clave has querido destacar en cada una de las portadas y por qué?

En Alemania, las fachadas coloridas y repletas de flores. La ubicación de esta caseta es de las mejores de la feria. Se encuentra en una esquina y es el lugar idóneo para hacerse fotos. Ya el año pasado nos dijeron desde Fuengirola Tv que había sido la fachada más fotografiada de la feria.

En Marruecos, la majestuosidad de un arco de entrada a tamaño real que supera los 6 metros de altura.

En Cuba, el realismo de las fachadas con elementos como plantas y tendederos con ropa tendida que te hace sentir estar en la propia calle de La Habana.

En cuanto a técnicas, ¿qué proceso sigues desde el boceto hasta el resultado final? ¿Utilizas herramientas digitales, técnicas tradicionales, o una combinación de ambas?

Combinación de ambas, el boceto lo dibujo en digital y de ahí parto a hacer los planos de estructura a mano que luego paso a autocad.

A partir de ahí pues son estructuras de madera y policarbonato con diferentes materiales para darle distintas texturas a cada parte. Lo más complejo es que son varias piezas que se construyen por separado en el taller y que luego tienen que cuadrar perfectamente en la Caseta de la feria.

¿Qué materiales se han empleado en la construcción de las portadas y cómo se equilibran la durabilidad con el carácter festivo y temporal del evento?

Las fachadas se inspiran en la arquitectura de Baviera, La Habana Vieja y los zocos marroquíes

Son principalmente madera y policarbonato. Los acabados están realizados en esmalte y llevan distintas capas para darle una durabilidad dentro de que son estructuras efímeras. No están hechas para durar muchos años pero si unos cuantos con una conservación adecuada. El principal reto es que sobrevivan a la multitud de gente que se apoyan, que tocan (para ver si es de verdad o no) y más en una feria, en la que el estado de los visitantes no es el mismo a todas horas del día…

Diseñar tres pabellones tan distintos en estilo y simbolismo debe suponer un reto. ¿Cómo lograste mantener una coherencia visual dentro del conjunto de la feria?

Bueno, la feria en su conjunto no tiene mucha coherencia de por si. Cada país decora las casetas a su propia manera, es lo que hace especial esta feria y lo que la enriquece. Por lo que eso no ha sido problema.

¿Qué criterios sigues para que la propuesta artística sea fiel a la cultura representada y, a la vez, accesible al público general?

Es algo complicado. Hay que seguir unas normas de accesibilidad para el público, principalmente que no cree un obstáculo para el mismo y que sea lo suficientemente resistente para aguantar ese flujo de público, además de las inclemencias del tiempo como el viento y la lluvia, son las tres cosas principales a tener en cuenta a la hora de diseñar cada proyecto.

¿Colaboraste con asociaciones culturales o personas originarias de Cuba, Alemania y Marruecos para afinar los detalles del diseño?

Ya tiene nuevos países confirmados para la edición de 2026

Sí. Cada caseta la monta una asociación o empresa que tiene alguna relación directa con el país en cuestión. En el caso de Marruecos y Alemania, como son países que conozco, ha sido más fácil. En el caso de Cuba, no te puedes fiar mucho de Internet, por lo que he contado con amigos de allí y con la propia gente de la caseta, que me han resuelto dudas como los colores a utilizar o las plantas que hay en los balcones.

¿Cuál de los tres pabellones te supuso un mayor desafío y por qué?

Es difícil elegir uno. Alemania fue el primero que hice. Cuba el más extenso y el que cuenta con más piezas y Marruecos el más alto que he hecho hasta ahora en la feria.

Como artista e historiador del arte, ¿qué te aporta participar en un evento de estas características donde lo popular y lo artístico se entrelazan?

Cuba, con una fachada de 18 metros, fue el montaje más extenso; Marruecos, el más alto, con más de seis metros

Es una experiencia maravillosa. El poder aplicar mis conocimientos de Historia del Arte a mis conocimientos de Bellas Artes, habiendo estudiado escenografía y el conocimiento práctico en sí dado por la experiencia ha sido una experiencia muy satisfactoria. El ver cómo la gente se para a hacerse una foto en alguna de las casetas o como la gente las admiran, es una satisfacción muy grande. A veces visitamos ferias o eventos en los que quizá la investigación previa a la hora de hacer un decorado no ha sido suficiente o no concuerda mucho. No es el caso de esta feria. Cualquiera que haya visitado Cuba reconoce La Habana en la Caseta o quien haya visitado Alemania, reconoce esas fachadas de colores y vigas de madera.

El arte no tiene sentido sin un público que lo disfrute y me siento muy orgulloso de estos tres proyectos por la cantidad de gente que los ha disfrutado y la maravillosa acogida que han tenido. Para el año que viene, tenemos nuevos países ya confirmados.