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Patricia Soley-Beltrán describe el uso del cuerpo en la moda y la publicidad de los últimos 20 años como vehículo político.
(Prensa La Térmica Málaga) Una nueva cita del Aula de Pensamiento Político de La Térmica ha dado comienzo hoy jueves 28 de enero de 2016 a la nueva temporada de este ciclo coordinado por Manuel Arias Maldonado, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Málaga. En esta ocasión la invitada ha sido Patricia Soley-Beltrán, licenciada en Historia Cultural por la Universidad de Aberdeen, doctora en Sociología del género por la Universidad de Edimburgo, escritora y articulista.
Bajo el título ¿Fashionismo o muerte? Micropolíticas del cuerpo estético, la socióloga ha realizado un recorrido por numerosas metáforas que la moda y la publicidad utilizan a través de sus mensajes usando el cuerpo como vehículo.
«Hemos pasado del cultivo al culto absoluto del cuerpo», comenzaba Soley-Beltrán haciendo referencia a la culminación de «la banalización de la moda a finales de los años 80 con la figura de las Top Models». La escritora se ha definido como una observadora excepcional de este tipo de sucesos gracias a su formación académica, pero que «también ha sufrido la incorporación de las normas que ha vivido su cuerpo».
En la charla, Patricia Soley-Beltrán ha descrito al cuerpo, en la mayoría de los casos el de la mujer, como un canal usado por la moda y la publicidad para enviar distintos mensajes. «La publicidad más perversa puede mostrarnos que conseguir ciertos objetos va ligado a conseguir objetivos vitales», comentaba en referencia a la sociedad de consumo. Ha recordado también que los anuncios de grandes firmas «a veces muestran a mujeres étnicas y de raza distinta a la blanca asociadas a animales, en imágenes en blanco y negro, y de forma extremadamente natural» en referencia a mensajes racistas.
Según la autora de ¡Divinas! Modelos, poder y mentiras (2015), por el que ha recibido el 43 Premio Anagrama de Ensayo, también se utiliza el cuerpo de los hombres para enviar un mensaje sexista; «generalmente los hombres suelen aparecer como un sujeto duro y robusto, cercano a máquinas de trabajo o deporte» recordando la frase de John Berger, «los hombres actúan y las mujeres aparecen».
La euforia también es un mensaje oculto: «las marcas venden que según lo que lleves puesto podrás obtener ciertas experiencias y emociones, haciendo creer al espectador que según lo que consuman experimentarán determinadas sensaciones», ha recalcado la escritora.
Patricia Soley-Beltrán ha concluido haciendo hincapié en «un cambio en la imagen de las modelos entre los años 80 y los años 90». «Corinne Day, exfotógrafa y modelo, describía la etapa inicial del cuerpo de Kate Moss como una representación de honestidad, naturalidad y con una imagen algo grunge que rompía completamente con la artificialidad de lso 90», «El cuerpo, aquí, es el continente del mensaje de los gurús de la moda»