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Daniel Vega y Samuel García llevan varias semanas en el país andino prestando asistencia técnica a distintos actores responsables de llevar ayuda humanitaria y social con ocasión del devastador terremoto. Piden colaboración económica para poder continuar el proyecto. Los interesados pueden realizar sus donativos en la cuenta ES1621030179430030006569
(Prensa Ayto Alh Torre) Cara y cruz para los jóvenes de la Asociación Eo, Eo que se encuentran en Ecuador en misión de cooperación. Daniel Vega y Samuel García han sufrido el robo de 3.000 euros en metálico, un ordenador y distinto material complementario mientras se encontraban en el interior de un autobús para dirigirse a uno de los puntos de la llamada ‘Zona Cero’ del devastador terremoto sucedido en la zona costera del noroeste del país andino, donde desarrollan, desde hace varias semanas, una apasionante tarea de asistencia técnica, social y humanitaria con colectivos locales.
El robo ha supuesto un duro revés para los dos alhaurinos, que ahora lanzan un desesperado llamamiento a la población de Alhaurín de la Torre y de la provincia para que colaboren con donativos a fin de poder hacer entrega del dinero recaudado en varios eventos, campañas y espectáculos para tal fin, además de asumir los gastos que generan las actividades y la estancia en Ecuador. Y es que, además del excelente trabajo que desarrollan en coordinación con diferentes departamentos públicos ecuatorianos y con ONGs para transferirles su amplia experiencia en materia de cooperación e integración, los chavales de Eo, Eo tenían previsto entregar la cantidad en metálico como parte de la ayuda humanitaria que el pueblo de Alhaurín de la Torre había reunido a través de donativos, en una muestra más de su generosidad.
Daniel y Samuel necesitan urgentemente que la ciudadanía vuelva a realizar aportaciones en metálico a la siguiente cuenta bancaria de Unicaja: ES1621030179430030006569 y pide a los medios de comunicación que se vuelquen con esta noticia ya que, de lo contrario, tendrán que cancelar el resto de proyecto en Ecuador y volverse de forma inmediata a España, con más de la mitad de las iniciativas sin cubrir. «Sería una pena tremenda no poder concluir esta magnífica iniciativa», ha indicado el alcalde, Joaquín Villanova, visiblemente preocupado. «Los chavales están bien, no han sufrido daño alguno, pero se encuentran muy tristes y dolidos por haber sufrido este robo, que han denunciado ante las autoridades. Es mucho el esfuerzo y el sacrificio que hacen para que se vuelvan de vacío, por eso ruego que todo el mundo se vuelque con sus donaciones y lo hagan cuanto antes», ha señalado el mandatario, que está en permanente contacto con Daniel y Samuel y los responsables consulares del país.
Como se recordará, estos alhaurinos de Eo, Eo iban a pasar sus vacaciones de verano en Ecuador, reclamados por varias entidades públicas y privadas, para compartir sus experiencias de colaboración y ayuda técnica y psicológica, además de explicar su labor de integración de aquellos colectivos más vulnerables en situación de catástrofe. Desde principios de mes están acompañando a asociaciones de cooperación y grupos comunales de Ecuador y transfiriéndoles todo su conocimiento y trabajando sobre el terreno, tanto en la capital, Quito, como en la ‘Zona Cero’ del devastador terremoto del pasado 16 de abril, con cientos de fallecidos y cuantiosos daños materiales.
Desde abril, Eo, Eo colabora con numerosos actos benéficos para recaudar fondos, involucrando para ello a centros escolares de la comarca y de Málaga, y decidieron trasladarse a Ecuador para formar a personas del Consejo Cantonal de la zona en habilidades sociales, inteligencia emocional, etcétera, y estar al pie del cañón con las brigadas médicas allí desplazadas . Igualmente, tenían previsto trabajar de forma directa con un grupo de 20 niños y niñas que viven en la calle, sin nada, en una situación delicadísima -agravada por el derrumbe de viviendas, escuelas, hospitales o ambulatorios- y se los querían llevar a Quito para que disfrutaran con actividades de ocio y se alejen de los problemas de una zona devastada y, además, con amplio riesgo de exclusión y miseria.
«Lo que queremos es sembrar para que florezcan otros proyectos, darles las herramientas y habilidades para que sean autosuficientes y promover después sus propias iniciativas, con más creatividad que dinero», según los jóvenes, que ahora pueden ver interrumpidas sus nobles intenciones, de ahí la extrema necesidad de recuperar parte de la suma robada.
«Estamos bien y aprendiendo muchas cosas, ha sido muy intenso el trabajo de capacitaciones con el Ministerio de Inclusión Económica y Social en Quito, trabajando con muchos voluntarios y participantes para la formación de intervención con menores en situación de riesgo. Ahora nos encontramos en Manta, uno de los lugares afectados por el terremoto, organizando la agenda y preparando las actividades», aunque la falta de liquidez podría dar al traste con el resto del proyecto.