El cuidado diario de la piel atópica.

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La dermatitis atópica ( DA ) es una enfermedad crónica de la piel cada vez más frecuente entre la población tanto infantil como adulta. La causa de la atopía aún es motivo de controversia, aunque se sabe que quienes la sufren presentan alteraciones en el sistema inmunológico, con elevados valores de inmunoglobulinas-E. Los afectados de DA generalmente padecen de varias alergias y no es extraño que entre ellas se incluyan alergias alimentarias.

La dermatitis atópica es siempre la misma enfermedad, si bien presenta localizaciones típicas diferentes dependiendo de la edad del paciente: bebé, niño o adulto. Se caracteriza por presentar zonas de la piel del cuerpo o del rostro con un aspecto enrojecido y seco, a veces incluso acartonado y con diferencias de pigmentación. En estas zonas, la piel atópica suele presentar deshidratación que, junto a la deficiencia del manto lipídico, la hacen más propensa a reacciones alérgicas de contacto. Uno de los síntomas comunes a todos los casos de atopía es el picor intenso de las áreas afectadas. El picor a su vez es el desencadenante de lesiones de rascado habituales en pacientes atópicos, que son susceptibles de infecciones. Los síntomas de la dermatitis atópica que se acentúan durante los llamados brotes atópicos, episodios agudos que pueden llegar a requerir el uso de corticoides.

Es evidente que una piel con sus mecanismos de defensa naturales mermados, que tiende a sufrir deshidratación o, incluso, pequeñas heridas, requiere unos cuidados adaptados durante todo el año con productos específicos. Estos productos para pieles atópicas, en esencia geles especiales y cremas hidratantes, emolientes y calmantes, consiguen disminuir la frecuencia de los brotes atópicos al aumentar las defensas de la piel, calman el prurito o picor intenso característico de la piel atópica y reducen la posibilidad de lesiones de rascado mediante una acción antiséptica que refuerza el efecto calmante tópico.

La piel atópica tiende a empeorar con el estrés y con los cambios de estación. El paso del invierno a la primavera y del verano al otoño suelen disparar las molestias. Además, en los meses de calor la piel suele exponerse más, por lo que necesita una mayor protección. Los baños de sol con la adecuada protección no están contraindicados en caso de atopía, e incluso pueden suponer un alivio siempre y cuando se emplee una protección solar adaptada a las características particulares de la piel con DA. Sucede lo mismo que con los jabones, geles y productos de higiene en general, los pacientes atópicos no pueden emplear cualquiera. El cloro de las piscinas y el agua de mar sí suelen aumentar las molestias de las pieles atópicas, por lo que en los meses de verano se hace necesario reforzar la rutina hidratante y emoliente para contrarrestar esas pequeñas agresiones.

Laboratorios Stada cuenta con una línea de productos específica para la higiene y el cuidado de las pieles atópicas de niños y adultos, Multilind. Se compone de gel de ducha y baño, que también puede usarse como champú, y de una loción corporal y una crema hidratantes y antisépticas con plata coloidal. Además de la gama Multilind, la misma empresa oferta también una línea de protectores solares adaptados a las necesidades de la piel atópica, de nuevo tanto para niños como para adultos, que forma parte de la gama Ladival.