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La principal recomendación que reciben los afectados de Esclerosis Múltiple es el desarrollo de una actividad física de intensidad moderada, que le permita mantener la capacidad funcional en un período de tiempo más prolongado.
Sin duda, caminar es el ejercicio que se amolda mejor a las condiciones de los afectados de la Enfermedad de las Mil Caras. Además de mejorar la autonomía del paciente, se puede adaptar la intensidad del ejercicio al estado de salud del caminante. Andar mejora la capacidad cardiorrespiratoria y refuerza el equilibrio, la flexibilidad y la fuerza muscular. En definitiva: una actividad muy recomendable.
El postal de enfermos crónicos In pacient propone una alternativa basada en el ejercicio de ir andando: la marcha nórdica. Se trata de una disciplina deportiva que consiste en caminar con el pie completamente plano y avanzar cambiando el punto de apoyo desde el talón hasta los dedos del pie, propulsándonos hacia delante con un paso ligeramente más largo que el habitual. Al mismo tiempo, a cada paso se apoya el bastón de la mano contraria al suelo para impulsarnos y tener más estabilidad.