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Cohetes, petardos y bengalas deben usarse con supervisión de adultos, lejos de zonas transitadas y siempre con la máxima precaución al prender las mechas.
Adoptar una actitud responsable y respetar las instrucciones de uso del material pirotécnico son pautas que pueden ayudar a evitar accidentes para las personas y el medio ambiente ante el uso cada vez más frecuente de cohetes, bengalas y productos de fuegos artificiales durante las fechas navideñas. Emergencias 112 Andalucía, servicio adscrito a la Consejería de Justicia e Interior de la Junta, lanza un llamamiento a la prudencia y ofrece una serie de recomendaciones a la ciudadanía para prevenir posibles daños ante el uso de elementos pirotécnicos en las fiestas navideñas.
Emergencias 112 recuerda, en primer lugar, que los productos pirotécnicos no son juguetes y por tanto deben ser empleados con precaución y de forma responsable. De forma general, debe evitarse su uso por parte de los más pequeños y, en caso de que puedan ser manipulados por ellos, siempre bajo la supervisión de un adulto.
Es fundamental cumplir la legislación vigente en cuanto a la clasificación y la edad del niño en la elección del material. Los menores de 12 años no pueden manipular ningún tipo de elemento pirotécnico, a excepción de los pistones de percusión para juguetes. Los mayores de 12 años pueden usar solo los de categoría o clase 1 (bombitas, bengalas de palillo, surtidores o voladores). A partir de los 16 pueden manipularse los de clase 2 (ruedas, mascletas pequeñas, tubos silbadores, tracas, bengalas, soles o carcasas); mientras que los mayores de 18 pueden comprar y usar los de categoría 3.
Los productos deben comprarse siempre en establecimientos pirotécnicos autorizados para garantizar la calidad y seguridad de los mismos.
Uso responsable y en lugares abiertos
Antes de manipularlos, se deben leer detenidamente las instrucciones del fabricante y seguir sus indicaciones. Es importante recordar, asimismo, que los petardos, cohetes y demás productos no deben guardarse nunca en los bolsillos ya que pueden provocar quemaduras graves debido a una combustión inesperada, o en caso de acercamiento a una fuente de calor.
Nunca deben usarse artículos pirotécnicos en espacios cerrados como viviendas, locales o establecimientos públicos. Para su lanzamiento se debe buscar espacios abiertos y seguros, alejados de zonas transitadas, viviendas, papeleras, mobiliario urbano y lejos de aglomeraciones de personas. De esta forma se evitan incendios, daños materiales o sustos innecesarios.
En ningún caso se deben arrojar petardos u otros artículos inflamables desde balcones o ventanas, ya que pueden herir a los peatones y provocar incendios en árboles, setos y otras viviendas. Tampoco desde azoteas ya que al contacto con la ropa tendida pueden hacerla prender.
En casa, ante la previsión de uso de material pirotécnico para festejar las celebraciones navideñas en calles y plazas, es recomendable cerrar puertas y ventanas para evitar que se cuelen petardos, bengalas y cohetes en el interior de las viviendas.
Uso correcto del material
Para lanzar los productos, es mejor hacerlo en el suelo alejados de cualquier parte de nuestro cuerpo a fin de evitar quemaduras y explosiones en manos y cara. Nunca deben introducirse en papeleras, alcantarillas, latas, botellas o envases que pueden causar metralla y multiplicar los efectos dañinos.
La utilización de mechas largas de seguridad garantiza unas condiciones óptimas para su encendido. Además, se debe respetar la zona de seguridad y alejarse del petardo una vez prendida la mecha. Si por cualquier motivo un petardo no enciende bien, no debe volver a ser utilizado; en esos casos, lo conveniente es dejar pasar treinta minutos y mojarlo con agua para evitar su explosión espontánea.
Por último, desde Emergencias 112 Andalucía se reitera la necesidad de usar este tipo de artículos con responsabilidad y compromiso. Es importante conocer la normativa de cada municipio, así como los días y franjas horarias autorizadas para respetar el descanso de los demás sin olvidar el impacto que tienen tanto en zonas con personas enfermas, como en animales y, ante cualquier situación de peligro, llamar al 1-1-2, teléfono único de emergencias, gratuito y disponible las 24 horas del día, los 365 días del año.