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Juventud y frescura definen al filial del Betis. Raúl, con mucha calidad, golpeó al larguero. El público, todavía en busca de la postura más cómoda para ver el encuentro, vio cómo el joven verdiblanco avisaba. Y luego respondió Pablo, que tuvo hasta dos ocasiones consecutivas. Hasta que en el minuto 04:30 cazó un balón muerto en la frontal, y de puntera, como mandan los cánones (menos para algunos), la coló por el lado derecho de la portería de Jorge.
El pique de Mario con Charly fue el fiel reflejo de lo que había en juego. Amarilla para cada uno y a seguir jugando. Pero en una contra letal de los béticos, Pedro condujo, asistió en el segundo palo, y Vicente, al suelo para tratar de evitar que llegase al segundo palo, acabó empujando el balón dentro de la portería. Era el minuto ocho de partido. Después, más de cuatro segundos para sacar por parte del meta bético. Es decir, libre indirecto. El disparo de Dani rozó la cruceta.
El Victoria Kent empezó a encontrarse cómodo. Claudio y César la tuvieron en la misma jugada, y Mario, tras una gran conducción, la puso en el larguero. Pero pronto iba a llegar el segundo del Betis B. Gran acción en banda, pase al segundo palo y gol de Pedro, el capitán, sin oposición. Y tocó sufrir, porque los de Martínez y Guisado asediaron la portería de Bolilla durante los dos últimos minutos. Con 1-2 en contra, se llegó al descanso.
Volvió a tenerla el Betis B. Providencial de nuevo Boli, empezó, poco a poco, a coger protagonismo. Hasta que llegó la más clara de los locales: maremoto en el área que acaba, inexplicablemente, con tres paradas de Jorge para evitar el empate. Ni Pepiyo ni Claudio lograron mandar la bola a la red. Mucho mejor los amarillos, empezaron a imponerse en todas las facetas. Un trallazo de Da Silva al palo dejó la portería bética vibrando durante unos cuantos segundos.
César y Claudio, que no necesitan mucho para entenderse, hicieron un poco de travesuras… sobre la pista. Guessous para Da Silva, este aguanta con la bola pisada, se la deja en el momento oportuno, y el ex del París golpea. Jorge rechaza, y ahí, casi abrazado al palo, está Pablo Lloret, que la empuja. 2-2 y más de ocho minutos por delante. Pero el Betis B estaba vivo. Sin llegar mucho al área alhaurino, avisó con un balón al poste.
Manolo quería pausa. Ritmo muy acelerado, algo que el míster entendía que, ante un equipo más joven y mejor físicamente, no beneficiaba. Y llegó la jugada clave del partido: paradón de Bolilla, que se ganó un busto a la entrada del pabellón; y acción individual sublime de Pepe Casasola, que no estaba teniendo su mejor partido, pero apareció en el momento más oportuno para hacer el tercero. Tocaba sufrir durante tres minutos. Y con portero jugador por parte de los visitantes.
A falta de 90 segundos para el final, al larguero los verdiblancos. Pero todavía más clara fue la que, cuando más hubiese dolido, a falta de 10 segundos, salvó Bolilla en un mano a mano para darle los tres puntos a su equipo en un final no apto para cardiacos. Tres puntos vitales que permiten salir al Kent del descenso, en detrimento de Infantes. La próxima semana toca recibir al Sporting Constitución, único equipo al que se le ganó a domicilio.