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Próximamente el Consistorio sacará a licitación la ejecución de estas actuaciones por lo que se cumplen los plazos programados.
(Prensa Ayto Torremolinos) El Ayuntamiento de Torremolinos ha informado hoy que la segunda fase del proyecto de peatonalización de la plaza Costa del Sol ya se encuentra en marcha después de que se haya aprobado el proyecto de obra en superficie. De esta manera, los trabajos siguen su curso dentro de los plazos programados para unas actuaciones que comenzaron el pasado 8 de enero y que dará como resultado la inauguración del nuevo bulevar en diciembre de este mismo año. “Las actuaciones de la primera fase avanzan a buen ritmo y ahora damos un paso más para iniciar los trámites de la segunda fase por lo que próximamente sacaremos a licitación su ejecución”, ha asegurado Maribel Tocón, concejala de Urbanismo.
En este sentido, desde el Ayuntamiento se ha querido recordar que las trabajos no impiden la actividad comercial ni el tránsito de peatones al evitarse intervenir sobre las aceras en esta primera fase, donde las obras se circunscriben a la instalación de todas las nuevas redes de infraestructuras hidráulicas subterráneas (abastecimiento de agua potable, alcantarillado y red de saneamiento) por parte de la empresa Aguas de Torremolinos, además de la instalación de una red auxiliar de alumbrado eléctrico.
Proyecto en dos fases
El proyecto de peatonalización de la plaza Costa del Sol y la avenida Palma de Mallorca hasta su conexión con la avenida Isabel Manoja supone una inversión municipal de 2,5 millones de euros. Las obras se ejecutan en dos fases, una primera de enero a mayo –actualmente en curso, y que se interrumpirá durante la Semana Santa- y la segunda hasta su completa finalización en diciembre de 2018.
Diseñado por el arquitecto Salvador Moreno Peralta, el proyecto de peatonalización de la plaza Costa del Sol y su conversión en bulevar dará como resultado la visualización de “la mayor transformación de la ciudad desde los años 60”, tal y como señaló el alcalde, José Ortiz, en la presentación de este plan de actuaciones.
Además, y en paralelo, el Ayuntamiento está acometiendo la reforma de la Cuesta del Tajo y calle Peligro, con la mejora de la accesibilidad a la playa de El Bajondillo, trabajos que, en este caso, estarán concluidos en julio. Una vez finalice la instalación y renovación de todas las redes de infraestructuras hidráulicas subterráneas, además de las redes de servicios públicos (electricidad, gas natural y telecomunicaciones) que lleva aparejados el proyecto de la plaza Costa del Sol, se pasará a la segunda fase del mismo, que ocupará de mayo a diciembre.
Reurbanización
En este momento será cuando comience a visualizarse de forma mucho más evidente la transformación del centro comercial y urbano de la ciudad con la ejecución de las obras de pavimentación, la instalación del mobiliario urbano, el ajardinamiento y la colocación de la pérgola. El resultado será la conversión de la zona en un gran bulevar, “el primer paso de la transformación y reinvención del centro de Torremolinos”, recalcó en su día el alcalde.
El tramo desde la avenida Isabel Manoja hasta la calle Cauce se convertirá en un paseo-salón de acceso a la plaza Costa del Sol mediante la regeneración de los pasajes intermedios con un plan integral de embellecimiento, restauración de fachadas y establecimiento de actividades. Setos, alcorques y zonas de estancia flanquearán el paseo central de forma que la visión de comercios y bares y de sus fachados se vea filtrada por una franja verde, con alineación alternativa de palmeras y naranjos. El tránsito hacia la zona central de este paseo prevé la posibilidad de instalar todo tipo de kioscos, mercadillos, ferias, puestos de flores, exposiciones temporales, y también plazuelas intermedias adornadas por elementos escultóricos.
El espacio central, aledaño a la casa María Barrabino, ganará protagonismo como eje central de la plaza Costa del Sol y espacio de acontecimientos y actividades públicas, que quedará libre y presidida por un grupo escultórico en bronce de Elena Laverón. El proyecto contempla un ajardinamiento más ambicioso, formando pequeñas plazoletas con bancos, macizos florarles, estanques, fuentes y láminas de agua que proporcionan un ambiente agradable. La huella central de la plaza estará marcada por una emblemática pérgola, de 6 metros de altura y carácter escultórico. La nueva pavimentación de la plaza será de franjas longitudinales de granito blanco sin pulir, alternadas con otras de hormigón visto peinado. El pavimento será resistente, nivelado, agradable a la pisada y antideslizante, permitiendo la coexistencia del peatón y la bicicleta, y con una especial atención a las personas de edad avanzada, movilidad limitada y a los invidentes.