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El auditorio Edgar Neville del ente provincial acoge, el 17 de mayo, este encuentro para concienciar del aumento de violencia ascendente de los hijos a los padres
(Prensa Diputación) El auditorio Edgar Neville de la Diputación de Málaga (c/ Pacífico, 54) acogerá el jueves, 17 de mayo, la I jornada ‘Una nueva realidad: Desafíos y Retos de la Violencia Filioparental’, destinada a concienciar y visibilizar las distintas formas de violencia que surgen dentro del núcleo familiar.
Así lo ha dado a conocer la vicepresidenta y diputada de Igualdad e Innovación Social, Ana Mata, junto a Mariela Checa, presidenta de la Asociación Filio, y Francisca Ruiz, vicedecana del Colegio Oficial de Psicología de Andalucía Oriental, en la presentación del encuentro.
Mata ha destacado la importancia de este tipo de encuentros «que brindan la oportunidad de ampliar conocimientos sobre este ejemplo de violencia que desgraciadamente va en aumento, además de dar a conocer una realidad que está ahí y se oculta en la mayoría de los casos por vergüenza familiar».
La jornada formativa, de carácter gratuito previa inscripción (asociacion.filio@gmail.com), está organizada por la Asociación Filio y cuenta con la colaboración de la Diputación de Málaga, SEVIFIP (Sociedad Española para el Estudio de Violencia Filioparental), y del Colegio Oficial de Psicología de Andalucía Oriental.
Programa de la jornada
La presidenta de Filio ha comentado que el programa de la jornada está compuesto por dos ponencias a cargo de expertos y profesionales que charlarán sobre el trabajo que se está realizando a nivel provincial y nacional. ‘La violencia filioparental en España desde el inicio del problema a la creación de SEVIFIP’, será la primera conferencia impartida por Roberto Pereira, presidente de Sociedad Española para el Estudio de Violencia Filioparental. El docente y comunicador José Miguel Fernández será el ponente de la conferencia que servirá para clausurar el encuentro, ‘El secreto mejor guardado’.
Asimismo, el encuentro contará con dos mesas redondas en las que participarán profesionales de SEVIFIP y expertos en asuntos jurídicos que abordarán desde distintas perspectivas este tipo de violencia que se produce de hijos a padres.
Violencia Filioparental
Según Ruiz, los estudios demuestran que es fundamental la detección temprana, además de realizar un análisis de la situación y posteriormente una evaluación del caso, siendo la intervención en edades tempranas la que permitirá romper el ciclo de escalada violenta, mejorando las competencias parentales y el desarrollo del menor o adolescente. «Los casos han crecido de manera alarmante en los últimos años y reflejan agresiones cada vez más preocupantes», ha matizado la vicedecana del Colegio Oficial de Psicología de Andalucía Oriental.
En este sentido, la vicepresidenta ha recordado que «dentro del campo del maltrato intrafamiliar, y desde los equipos del sistema de protección, se detecta el aumento de casos de maltrato ascendente de los hijos versus los padres. De ahí la necesidad de ampliar el conocimiento sobre este tipo de maltrato, la detección temprana, la valoración y la intervención ante síntomas de violencia filioparental o ascendente. De esta forma, la eficacia de la intervención mejorará en función de la coordinación con el equipo de profesionales que intervienen, y los servicios de la red de recursos que trabajen en el mundo socioeducativo».
En la violencia ascendente al igual que en otros tipos de violencia (de género, doméstica…), se detecta una relación elevada entre el uso de la violencia y la sensación de poder o control sobre los miembros de la familia, en este caso, de los hijos a los padres. Además, este tipo de violencia es ejercida por sujetos en apariencia normales, es decir, que no presentan una patología grave identificada.
En el marco de la crianza donde se desarrollan las conductas maltratantes ascendentes destacan los estilos educativos de permisividad, también el de sobreprotección y, en menor grado, el de autoritarismo.
Por su parte, Checa ha resaltado que a menudo los padres agredidos son capaces de mantener el secreto familiar, de aguantar y soportar agresiones muy graves antes de decidir tomar soluciones al problema.
En referencia al perfil maltratador de los menores o adolescentes, estos tienen una mínima o nula autocrítica, dificultades empáticas, actitud irascible, impulsiva, interpretan la comunicación afectiva como algo negativo, rechazando las normas y pautas familiares y de otros entornos. Todo ello, unido a una desmotivación por los estudios académicos, caracterizados por un alto nivel de absentismo y dificultades en la socialización, desembocan en un comportamiento agresivo, justificando la violencia para conseguir sus objetivos.
Las conductas violentas de los hijos hacia sus padres se atribuyen frecuentemente a una mala socialización y a determinados déficits de educación en el seno familiar. La violencia fiolioparental va produciéndose generalmente en escalada, comenzando de manera habitual con insultos y descalificaciones que dan paso a amenazas y ruptura de objetos, para finalizar con agresiones físicas de índole cada vez más severas.
Igualmente, existen otras variables de riesgo que favorecen el desarrollo de conductas violentas como ser víctima de malos tratos por parte de los padres, ser testigos de violencia doméstica en el hogar o padecer un trastorno mental.