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Los jiennenses no querían sorpresas. Una carambola en las dos jornadas restantes podían mandarles de nuevo a la Tercera División. La salvación estaba en juego para los dos. De soslayo, ambos miraban qué ocurría en Peligros. Porque ni siquiera la victoria daba la permanencia matemática a los alhaurinos. Había que esperar a que Infantes no hiciese lo mismo. Por eso, ambos salieron a por los tres puntos.
La primera fue para Baeza, que tocó pocas veces la puerta de Plácido, pero siempre la encontró cerrada y con la llave echada. Salvo en el gol. La intensidad de los locales se tradujo en tres faltas cuando aún quedaba más de la mitad de la primera parte. Claudio Da Silva, que había salido desde el banquillo, fue la mayor amenaza de los visitantes. Hasta tres ocasiones consecutivas para él, antes incluso de dejar atrás los primeros 10 minutos del primer tiempo. El palo evitó en una de esas el primer tanto.
Los de Manolo habían encontrado la forma de desactivar a la defensa baezana, que poco tenía que ver con la del Kent durante la primera mitad: sólida, intensa y exagerademente efectiva. Las oleadas amarillas siguieron llegando hasta que volvió a aparecer Claudio. Desde fuera del área, tras recibir desde la banda, zapatazo con la derecha que casi rompe la red para adelantar a su equipo. Y varios minutos después, poco antes de llegar al descanso, una gran contra colectiva que acaba en gol de Pepillo. Una última ocasión de Pablo Lloret cerró la primera parte.
Mientras Infantes caía en Peligros, el Victoria Kent castigaba a Baeza, que pese a ir perdiendo también estaba matemáticamente salvado. Tenía que haber remontada en al menos uno de los campos para cambiar las cosas. Remontadas que nunca llegaron. Pero los dos equipos lo intentaron. De hecho, en el minuto 24 Baeza recortaba diferencias (1-2). Infantes, también. Del 3-0 al 3-2. Solo dos goles hacían falta para que cambiara todo de nuevo. Pero nunca llegaron.
Sin embargo, Baeza fue mejor en la segunda mitad. Tras el tanto, el palo salvó el empate. El peso del partido cargaba sobre los jugadores locales. Placi tuvo que volver a intervenir para salvar el 2-2. Y la primera ocasión visitante llegó en el 32′. El mismo que la tuvo al final de la primera parte, Pablo, rozó el tercero. Y de nuevo Plácido, salvador, evitó el gol de los baezanos.
Le expulsión del número 4 de Baeza frenó a los de Jaén. Y Da Silva no perdonó. Bueno, a la primera sí, aunque más bien fue mérito del portero local. A la segunda, no. Otro tanto del ex del UMA para poner el 1-3 en el marcador. Juego de cinco de los beacienses que, confirmada la derrota de Infantes ya, eran matemáticamente equipo de Segunda B. Ahora el empate valía al Kent. Pero los dos dejaron las especulaciones para el terreno económico y fueron a por los puntos. Y en la última jugada apareció Mario Gallardo para poner el 1-4 y certificar así la permanencia en la categoría de bronce del fútbol sala nacional.
Aún no sabemos si nuestros jugadores sudaron más durante el partido o durante la celebración, aunque la forma de hidratación ni siquiera fue la misma… Lo que sí tenemos claro es que la permanencia es más que merecida. Una temporada difícil que al final ha acabado con el objetivo cumplido. Pero que todavía puede mejorarse a falta de una jornada. La semana que viene visitará El Limón Villa de Fines. Si la victoria se queda en casa, el décimo puesto estará asegurado y, según los resultados, se podrá alcanzar incluso la octava posición (mismo registro que el año pasado).