La unidad canina de la Policía Local de Mijas elimina el menudeo de estupefacientes de los alrededores de los centros escolares

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En la última operación realizada hace una semana se han incautado 125 gramos de hachís y una balanza de precisión


La unidad canina de la Policía Local de Mijas continúa cosechando buenos resultados en sus intervenciones contra el tráfico de sustancias estupefacientes en el municipio. Uno de los controles más habituales de este departamento es el del menudeo en los alrededores de los centros escolares donde en la última operación realizada hace una semana se han incautado 125 gramos de hachís y una balanza de precisión. «Una de las prioridades del equipo que presido es, sin duda, la seguridad de todos nuestros vecinos, principalmente, de nuestros menores. Hace dos años que contamos con este perro especializado en estas tareas y hacemos hincapié en colegios e institutos para mantener este tipo de sustancias lejos de nuestros jóvenes», señala el alcalde de Mijas, Juan Carlos Maldonado (Cs).

El alcalde ha destacado «la importancia que adquiere el hecho de que la ciudadanía desde una edad temprana tome buenos hábitos de vida saludable y fomentar un ocio sano entre los menores». Precisamente el regidor ha puesto en valor «el esfuerzo que ha realizado el equipo para dejar el deporte gratuito en el municipio».

Así pues, la unidad canina ha supuesto en estos casi dos primeros años de andadura un importante impulso para la lucha contra el tráfico de droga en coordinación también con la Guardia Civil.

Además de las tareas frecuentes de este animal en los alrededores de los centros escolares, la Policía Local de Mijas cuenta con el ‘Agente Tutor’ un operativo pionero en la provincia que viene a proteger de manera más específica a nuestros jóvenes mijeños.

Entre las funciones de esta figura destaca la de combatir el acoso escolar, el absentismo, localizar a menores sin escolarización, el asesoramiento a los centros docentes, la prevención de hechos delictivos cometidos por menores o la colaboración en la resolución de conflictos privados con menores involucrados, entre otros. «Tenemos que cambiar la imagen del policía represivo por una más cercana y de proximidad. El agente ayuda a los menores, los reconduce en sus conductas y sirve de herramienta de mediación y prevención», asevera el regidor.

Asimismo, los efectivos dedicados a esta tarea hacen énfasis en la colaboración, en la resolución de conflictos privados con menores involucrados así como la vigilancia y actuación contra el tráfico, consumo y tenencia de sustancias estupefacientes en las proximidades de los centros educativos, y en su interior, cuando sea requerido para ello.