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Le escribo con sumo respeto para plantearle varias cuestiones de y sobre Cultura. Para que ustedes la estudien y la analicen y busquen soluciones:
Primera. La situación de la industria cultural, con y en relación a los autores.
No me refiero a los cientos de primera fila, que en mayor o menor grado viven o tienen un lugar en el mundo de la cultura, a nivel local, provincial, regional, nacional… sino a miles, docenas de miles, según los campos, que incluso llevando en estos menesteres, décadas, su trabajo cultural y creativo o de investigación apenas tiene un lugar en el mundo de la cultura. Y, ésta condenado a la destrucción y a la perdida, como vemos mirando generaciones anteriores…
Sabemos que en un territorio equis, una sociedad o Estado como el nuestro, pueden existir docenas de miles de escritores y docenas de miles de autores plásticos. Es lógico y razonable, que no todas esas personas y las obras que han creado sean de primera fila o excelentes o notables, pueden que ser de segunda o quinta categoría o nivel. Lo mismo en todas las áreas o actividades culturales…
Pero suponemos que todo ese trabajo realizado, merece un lugar en la cultura contemporánea y actual. Y merece, ahora que tanto se habla de reciclaje, que esas obras, sean textos o sean obra plástica, o cualquier otra actividad, al menos en imágenes, puedan quedar para el futuro. Y quizás, en el futuro se juzguen de otra manera.
Por lo cual, pido que estudien y analicen y creen un debate nacional, a todos los niveles, especialmente de los medios de comunicación para hablar y dialogar de la situación de la industria cultural en nuestra sociedad. No solo lo referente a los grandes autores y obras, sino a autores, que llevando décadas trabajando su trabajo, está irremisiblemente condenado a ser perdido o destruido, con el tiempo.
Segundo. Pondré un caso, un autor de nuestra sociedad, durante décadas, ha estado realizando y construyendo, uno de los libros, quizás, uno de los cinco libros, de un único título, de un único autor, que es en número de palabras, uno de los más extensos de todos los tiempos y épocas, en número de palabras. Un libro de literatura-filosofía-ensayo titulado Cuadernos o Cuadernos de la Mancha, en cincuenta tomos, cincuenta mil páginas, veintidós millones de palabras. Adjunto, un DVD, con parte de ello, para demostrar lo que se indica.
Puede que esa obra, sea mediocre, no tenga suficiente valor, pero constituye en sí, al menos en número de palabras, un hito. Escrito en castellano o español.
Esa obra, y esto es un ejemplo, que muestra y demuestra la situación de la industria cultural, esa obra, incluso aunque de partes se han realizado autoediciones gratuitas y muy limitadas, no tiene ningún lugar, a ningún nivel, o prácticamente en ningún nivel de la sociedad cultural de nuestra época o tiempo. De esta obra, ni parte de ella, se hace referencias en la cultura actual, a ningún nivel territorial. Esto es un ejemplo, que creo es evidente de lo que estamos hablando.
Por lo cual, es un ejemplo, claro y evidente, que muestra y demuestra la situación de la cultura y de la industria cultural, no solo en los grandes nombres, sino en las obras y autores de tercera o quinta o séptima categoría. Porque incluso los clubs de fútbol de menor categoría merecen un lugar en el tinglado del deporte, lo mismo supongo que los autores. Al final las obras culturales de hoy no sabemos como serían juzgadas mañana, y cuándo agradeceríamos hoy, encontrar una veintena de nuevos autores de teatro del siglo dieciséis español, aunque fuesen de quinta categoría….
Tercero. Una posible solución o respuesta, que se acepte lo anterior o al menos parcial. Es que se creen Centros Documentales o Archivos Documentales Virtuales, de todas las áreas y actividades culturales. De tal modo, que al ser virtuales y online, el coste económico sería mínimo, y por tanto, podrían en una materia o área, pongamos por ejemplo, la poesía o el arte plástico o la filosofía o la matemáticas. Podrían archivarse cientos o miles o docenas de miles de autores o productores o investigadores o creadores, con un curriculum, y posteriormente, con algo de sus obras. Para que al menos, en el futuro, puedan estudiarse y recuperarse y analizarse.
Y también en el presente, se puedan realizar estudios, análisis, investigaciones, artículos.
Estos Centros Documentales Virtuales, podrían ser de todas las materias y áreas culturales. Y podrían existir en distinta organización territorial, por ejemplo, para la poesía en una región o en una provincia o a nivel nacional.
Cuarto. Considero que la Cultura y la cultura, hoy además de saber y conocimiento es industria cultural, y por tanto, creadora de significantes y significados, sociales y económicos. Por tanto creadora de trabajo y de empleo. Y creo, que en nuestra sociedad y país, especialmente, en las zonas que no tienen playas y gran turismo, la cultura puede ser un elemento esencial para dicha realidad y entidad…
Ruego, estudien dichas propuestas, que las analicen, que las perfeccionen, y que quizás, se puedan poner soluciones a nivel nacional, regional, provincial. Que se cree un debate nacional público y en los medios de comunicación. Porque lo que es cierto, es que aunque muchos autores y autoras, sean de quinta fila, muchos han pasado décadas construyendo una producción cultural. Y no es lógico, ni justo, ni racional, ni moral, que se pierda tanta producción cultural, sea de segunda o décima categoría o nivel. Y que esa creación, puede ser en forma de texto o imágenes, quedar para el futuro, porque en la práctica, de hecho, las obras se van perdiendo y destruyendo… pasan a lo sumo, algo de lo producido por un autor, a sus descendientes inmediatos, y por lo general, no llega a la tercera o cuarta generación, ni un décimo de lo realizado, especialmente en las artes plásticas.
Ruego y espero un debate nacional mesurado y prudente y racional sobre la industria cultural. Paz y pan y bien.
http://youtube.com/jmm caminero © jmm caminero (20-31 enero 2020 cr).
Fin artículo 1.973º: «Carta abierta al Excmo. Ministro de Cultura».