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Se trata de un proyecto social en el que el Ayuntamiento trabaja desde el pasado mandato y que, en palabras de Mula, “cobra mayor trascendencia en estos momentos de crisis”
El Ayuntamiento ha invertido más de un millón de euros en la construcción del edificio para ofrecer una alternativa habitacional para los sectores vulenarables de la población
(Prensa Ayto Fuengirola) La alcaldesa de Fuengirola, Ana Mula, ha entregado hoy las llaves de las dieciséis viviendas de alquiler social a otras tantas familias con pocos recursos de la ciudad, así como las de la vivienda compartida para nueve mayores de 60 años que vivían solos, dentro del Plan de Viviendas Sociales que la institución local inició durante el mandato pasado. En esta ocasión, todas ellas están situadas en la calle Salvador Rodríguez Navas, donde el Ayuntamiento ha destinado algo más de un millón de euros a construir un inmueble en el que ofrecer facilitar una alternativa habitacional a estos dos segmentos vulnerables de la población fuengiroleña.
“Vivimos momentos difíciles, por lo que este proyecto, que iniciamos hace algo más de dos años, se ha hecho más necesario que nunca. Hoy damos un empujoncito a dieciséis familias de nuestra ciudad que pasan por un mal momento económico y que necesitan ayuda para volver a encontrar la forma de salir adelante. Mientras lo consiguen, contarán con el respaldo de su Ayuntamiento ofreciéndoles un techo a un precio asequible. Pero tampoco nos olvidamos de otro sector de nuestra sociedad que precisa ayuda: hablamos de los mayores que viven solos. Desde hoy, nueve de ellos dejarán de estarlo. Se tendrán unos a otros y también a los Servicios Sociales municipales, que estarán pendientes de ellos”, ha explicado Mula.
Estas casas están situadas en un edificio de titularidad municipal de la calle Salvador Rodríguez Navas y que el Ayuntamiento ha construido y acondicionado para crear hasta diecisiete viviendas, una de ellas, que ocupa la primera planta, de uso compartido con capacidad para nueve personas. El inmueble, de nueva construcción, se ha alzado sobre el terreno en el que se situaban las antiguas casas de los maestros del anexo colegio Sohail, que databa de los años 50 del pasado siglo.
El mal estado en el que estaba esta edificación hizo necesario derribarla y levantar una nueva de cuatro plantas, en la que el Consistorio ha invertido poco más de un millón de euros. El objetivo de esta obra era poder desarrollar el mencionado proyecto social, que se compone de dos iniciativas: las viviendas de alquiler social temporal para vecinos con pocos recursos y las casas compartidas para personas mayores que viven solas.
La misión de la primera de estas acciones es ofrecer este bien básico a familias empadronadas en la ciudad cuyos titulares no pueden acceder al mismo por sus propios medios económicos. En este caso, el ente local les alquila temporalmente una de estas viviendas a un precio asequible hasta que logran la autonomía suficiente para desarrollar y financiar su proyecto vital.
Para optar de uno de estos arrendamientos temporales, los beneficiarios han tenido que estar inscritos en el Registro Municipal de Demandantes de Vivienda Protegida en su modalidad de alquiler. A partir de ahí, los Servicios Sociales estudian cada caso, valoran y otorgan o no las solicitudes conforme a la legislación andaluza en esta materia. Entre otras cuestiones, el documento normativo atiende a criterios de renta, número de integrantes de la unidad familiar o edad de sus titulares.
Por su parte, las viviendas compartidas para mayores es un proyecto destinado a combatir la soledad que sufre este sector generacional de la ciudad. La primera de estas se entregó a principios del pasado año y está pensado a vecinos que no cuenten con familiares directos en el entorno que puedan auxiliarlos. Además, para acceder a una de ellas, el solicitante ha debido estar, al menos, tres años empadronado en Fuengirola, estar jubilado, prejubilado o tener alguna discapacidad leve pero que le permita ser autónomo en su actividad diaria, o no sufrir alguna enfermedad infecto-contagiosa, entre otras condiciones que establece el reglamento de dicho programa.
“En estos momentos de crisis, es cuando el Ayuntamiento tiene que estar aún más junto con los vecinos que peor lo están pasando. Por eso, hoy entregamos estas llaves con la esperanza que sean ese empujón que estas familias necesitan para pasar esta mala racha y recuperen su propia autonomía económica; sus vidas en definitiva. Lo llevamos diciendo desde el inicio del estado de alarma: no vamos a dejar a nadie atrás. No lo hemos hecho nunca. Seguiremos trabajando por dar soluciones a todos nuestros vecinos”, ha concluido la alcaldesa Ana Mula.